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Virginia Ortiz-Repiso
Profesora titular del Departamento de Biblioteconomía y Documentación
Universidad Carlos III de Madrid
Resumen
Objetivos: el objetivo principal de este artículo es ofrecer una visión general sobre la situación actual de los estudios de Biblioteconomía y Documentación (ByD) en las universidades españolas y examinar los retos a los que se enfrenta hoy en día esta disciplina, así como las estrategias que deben seguirse para potenciarla. Ahora bien, quiere ir un poco más allá al reconsiderar por qué los de los estudios de Biblioteconomía y Documentación en España traspasan los límites en dos sentidos. Por un lado, la interdisciplinariedad, es decir, la identificación de nuestros compañeros de viaje; por otro, el análisis de la escasa repercusión social. Se proponen algunas iniciativas con el fin de mitigar la baja visibilidad de estos estudios y de la profesión en su conjunto.
Metodología: los datos se han extraído de fuentes estadísticas oficiales (Ministerio de Educación, Cultura y Deportes e Instituto Nacional de Estadística) y de las memorias anuales de las universidades, y se han complementado con la información proporcionada por los miembros de la Red de Centros y Departamentos Universitarios de Información y Documentación (RUID).
Resultados: se describe la situación actual de los cursos de grado y de los programas de máster y doctorado. Entre otras cuestiones, se ha detectado una disminución general de la demanda de estudios de grado de Biblioteconomía y Documentación y un aumento poco satisfactorio de los programas de posgrado. En último lugar, se presentan varias reflexiones sobre los retos a los que se enfrentan actualmente estos estudios y se proponen las estrategias que pueden aplicarse para reforzar no solo la enseñanza en este campo, sino también el conjunto de la profesión en este país.
Resum
Objectius: l'objectiu principal d'aquest article és oferir una visió general sobre la situació actual dels estudis de Biblioteconomia i Documentació (BID) a les universitats espanyoles i examinar els reptes als quals s'enfronta avui dia aquesta disciplina, com també les estratègies que cal seguir per potenciar-la. Ara bé, vol anar una mica més enllà en reconsiderar per què els dels estudis de Biblioteconomia i Documentació a Espanya traspassen els límits en dos sentits. D'una banda, la interdisciplinarietat, és a dir, la identificació dels nostres companys de viatge; de l'altra, l'anàlisi de l'escassa repercussió social. Es proposen algunes iniciatives per tal de mitigar la baixa visibilitat d'aquests estudis i de la professió en conjunt.
Metodologia: les dades s'han extret de fonts estadístiques oficials (Ministerio de Educación, Cultura y Deportes i Instituto Nacional de Estadística) i de les memòries anuals de les universitats, i s'han complementat amb la informació proporcionada pels membres de la Red de Centros y Departamentos Universitarios de Información y Documentación (RUID).
Resultats: es descriu la situació actual dels cursos de grau i dels programes de màster i doctorat. Entre altres qüestions, s'ha detectat una disminució general de la demanda d'estudis de grau de Biblioteconomia i Documentació i un augment poc satisfactori dels programes de postgrau. En darrer lloc, es presenten diverses reflexions sobre els reptes als quals s'enfronten actualment aquests estudis i es proposen les estratègies que es poden aplicar per reforçar no solament l'ensenyament en aquest camp, sinó també el conjunt de la professió en aquest país.
Abstract
Objectives: The main objectives of this paper are to provide an overview of the current state of studies in library and information science in Spanish universities and to discuss the challenges this discipline is facing and the strategies that might strengthen the position of LIS-related studies and professional practice. But the paper also reconsiders why LIS in Spain is crossing the boundaries in two ways. First, it examines interdisciplinarity in LIS and identifies some of the travel companions LIS has made on its journey across the boundaries; and second, it analyzes the negative social repercussions LIS has experienced. Finally, the paper proposes initiatives to mitigate the low visibility of LIS education and the profession as a whole.
Methodology: Data were gathered from the official agencies the Spanish Ministry of Education, Culture and Sports, the Instituto Nacional de Estadística (National Institute of Statistics, INE) and the Red de Centros y Departamentos de Información y Documentación (Network of University Centres and Departments of Information and Documentation, RUID). Further data were obtained from the annual reports of Spanish universities.
Results: We describe the current situation of undergraduate courses, master's degrees and doctoral programmes. Among other observations, we note the general decrease in the demand for LIS undergraduate studies and we propose that the increase in postgraduate studies is unsatisfactory. Finally we reflect on the challenges that these studies are currently facing in this country and suggest strategies that may be used to strengthen the position of both LIS education and the profession as a whole.
1 Introducción
Los estudios, la investigación y la propia profesión de biblioteconomía y documentación han experimentado un proceso de evolución constante. El momento actual no es una excepción. La palabra cambio forma parte de nuestro ADN. El principal motivo son los estrechos vínculos que establece con la tecnología a un doble nivel. Por un lado, porque la utiliza para supervisar, organizar y ofrecer servicios. Por otro, porque es la propia tecnología la que multiplica y diversifica la información, sus tareas y sus actores.
De hecho, actualmente las Ciencias de la Información son una intersección de información, tecnología y personas.
El principal objetivo de este artículo es ofrecer una visión general de la situación actual de los estudios de Biblioteconomía y Documentación en las universidades españolas. Ahora bien, quiere ir algo más allá reconsiderando por qué en España esta disciplina traspasa sus límites.
Se utilizan datos para indicar cuál es la situación actual en cuanto a la educación, la investigación, el empleo, el tipo de ofertas de trabajo y, en último lugar, los sectores de empleo y los perfiles más buscados, con especial atención a la interdisciplinariedad y a la identificación de nuestros compañeros de viaje.
En último lugar se presentan algunas reflexiones sobre los retos a los que se enfrentan actualmente estos estudios y se proponen las estrategias que se pueden aplicar para reforzar no solamente la educación, sino también el conjunto de la profesión en este país.
Los datos se han extraído de fuentes estadísticas oficiales (del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y del Instituto Nacional de Estadística) y de las memorias anuales de las universidades, y se han complementado con la información proporcionada por los miembros de la Red de Centros y Departamentos Universitarios de Información y Documentación (RUID).
2 La enseñanza de los estudios de Biblioteconomía y Documentación en España
Para empezar, considero que será útil analizar el origen de los estudios de Biblioteconomía y Documentación en España. Su desarrollo ha sido radicalmente diferente del que se ha producido en Estados Unidos y el Reino Unido, que tienen una larga experiencia, pero bastante parecido al de otros países europeos, donde los estudios universitarios empezaron en los años setenta y ochenta.
Aun así, en España había cierta tradición:
- La Escuela Superior de Bibliotecarias de Barcelona, que se fundó en 1915 (fue la segunda de Europa, al poco de la de Leipzig en 1914). No estaba vinculada a ninguna universidad. Era más bien una actividad profesional.
- La Escuela de Formación Técnica de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, fundada por la Biblioteca Nacional española en 1953.
Estos estudios iban dirigidos sobre todo a mujeres y a estudiantes universitarios de Humanidades.
En España los estudios universitarios de Biblioteconomía y Documentación aparecieron en 1982 con los primeros programas de diplomatura en el contexto universitario. Actualmente la enseñanza en este campo incluye un grado del Plan Bolonia, además de programas de máster y doctorado, que se ofrecen en quince centros (figura 1).
Al principio, los estudios de Biblioteconomía y Documentación solo estaban vinculados a las facultades de Humanidades, pero actualmente es cada vez más frecuente que se adscriban a las Ciencias Sociales, sobre todo en los estudios de Comunicación. Sin embargo, la situación cambia en el ámbito departamental, donde casi el 50 % no comparte esta disciplina con otras áreas, como se puede ver en la figura 1.
Figura 1. España. Las Ciencias de la Información están adscritas a otras disciplinas (facultades / departamentos)
En algunos casos, la adscripción tiene que ver más con la estructura o la política de las universidades que con la disciplina en cuestión.
2.1 Antecedentes
Los estudios de Biblioteconomía y Documentación responden a la necesidad de contar con bibliotecarios formados profesionalmente al servicio de la Administración, especialmente para las bibliotecas públicas (Abadal, 1993). De hecho, la expansión de las bibliotecas públicas que tuvo lugar en los años ochenta, y sobre todo en los noventa (Hernández, 2001), comportó una demanda proporcional de estos estudios. Como puede observarse en la figura 2, el punto máximo histórico fue el curso 1999–2000: 4.859 estudiantes.
A principios de los años noventa la demanda creciente de los estudios de diplomatura justificó la ampliación de la formación a un segundo ciclo (licenciatura), inicialmente con resultados muy satisfactorios, a pesar de que el número de estudiantes empezó a decrecer en 2002 (figura 2). En cuanto a esta cuestión, véase el estudio más detallado de Moneda (2014a).
Figura 2. La evolución de los estudios universitarios en España (1982–2014)
2.2 Bolonia: espacio europeo de enseñanza superior (EEES)
El EEES se hizo realidad en 2007, y los anteriores planes de estudios se extinguieron o transformaron (en 2015 han dejado de existir en todas las universidades). Los estudios de grado del Plan de Bolonia (grado de Información y Documentación), que se ofrecen en doce centros, fueron una respuesta tanto a la disminución de la demanda como a las condiciones del mercado de trabajo: una disminución del número de ofertas públicas de empleo y un aumento equivalente en el sector privado (Montes López, 1995; ANECA, 2004; Tejada Artigas; Moreiro, 2003; Abadal; Borrego; Serra-Pérez, 2012).
El objetivo de los nuevos planes de estudios era ofrecer una educación que permitiera una mayor expansión profesional y una especialización más ajustada a la realidad (Morales Sanabria, 2012). Según García Marco (2009), los grados de Bolonia fueron una mejora importante al seguir las propuestas del movimiento iSchools.
El número de estudiantes universitarios de nuevo ingreso registró un aumento en comparación con el plan de estudios anterior, pero sin llegar a lograr las cifras de los años noventa, tal como puede verse en la figura 2. Entre 2001 y 2005 puede observarse una disminución de la demanda de los estudios de grado. Las razones son diversas: el posicionamiento, el número de becas disponibles y el notable aumento de precio en muchas regiones. No cuesta lo mismo estudiar en Valencia, Madrid o Cataluña (que han experimentado una subida del 33,3 %, el 38,1 % y el 66,7 % respectivamente), que en otros sitios de España, donde el aumento oscila entre el 0 % en Galicia y el 11,8 % en Murcia (Ortiz-Repiso, 2013).
El coste de la matrícula de los grados de Bolonia en las universidades públicas (según los precios de 2014–2015) fluctúa entre 2.364 y 6.064,80 euros. En cuanto a las universidades privadas, el precio puede llegar a 12.000 euros (MECD, 2013a).
Sería fácil y tentador —aunque no muy serio— establecer una relación causa-efecto entre precios y matriculaciones. Ahora bien, hay que hacer un análisis más global. Aun así, no hay duda de que el aumento del precio de la matrícula, la situación económica española, el débil posicionamiento, etc. han tenido un efecto negativo en la elección de los estudios.
2.3 Másteres
La oferta de másteres en el campo de la biblioteconomía y documentación es muy amplia. Hay 53 titulaciones, 27 de las cuales (49 %) son másteres oficiales y 28 (50,9 %), programas propios de cada universidad. Todas están incluidas en el ámbito de biblioteconomía y documentación en el sentido más amplio posible.
En cuanto a los temas de estudio (figura 3), los programas generalistas son los más comunes (biblioteconomía y documentación y archivística), seguidos de los programas de gestión (gestión de la información, gestión de contenidos, gestión del conocimiento, medios sociales, etc.) y museología. Los relacionados con bibliotecas escolares, documentación médica o documentación musical representan el porcentaje más bajo.
Figura 3. Másteres según el tema
No todos dependen de departamentos o facultades de biblioteconomía y documentación (figura 4).
Figura 4. Programas de máster de ByD en España
2.4 Nuevas leyes... más cambios
Parece que España está siempre inmersa en nuevas leyes de educación. A mí me gustaría vivir en un país con una política educativa estable, como el Reino Unido, Francia, Alemania o Escandinavia, pero la historia es como la genética: sus huellas son indelebles. A pesar de que los licenciados del Plan Bolonia aún no han obtenido el título, el Gobierno ya ha aprobado una nueva ley con diferentes normas para el ámbito educativo. No han pasado más de siete años desde la última reforma y ya estamos viviendo un nuevo cambio... otra vez. El nuevo Real decreto 43/2015 ofrece la posibilidad de adaptar los estudios de grado a modelos de tres años como en muchos países europeos. Dejando aparte la comodidad de hacer una carrera más corta, eso también dará lugar a la coexistencia de diferentes planes de estudios: tres años de grado + dos años de máster, cuatro años de grado + un año de máster y otras muchas combinaciones. Esto podría sembrar confusión entre las familias, las empresas y las propias universidades (Moreiro, 2015).
3 Investigación y tesis doctorales
Los programas de doctorado son la principal justificación académica de las universidades. En Estados Unidos son una práctica común desde la Segunda Guerra Mundial (Powell, 1995), pero en España no se implantaron hasta los años noventa. Fue entonces cuando la investigación en este ámbito empezó a prosperar. Los programas de doctorado se iniciaron en 1991. La primera tesis doctoral se defendió en 1995.
Figura 5. Tesis doctorales 1998–2014 (núm.: 385)
Este desarrollo (figura 5) ha provocado la aparición de una nueva generación de profesores e investigadores con planteamientos y métodos de trabajo diferentes de los que tienen los profesionales tradicionales. De hecho, como ya se ha mencionado, en 1995 se defendió la primera tesis doctoral, y hasta el año 2000 no se otorgó el título de doctorado a la primera persona que cursó todo el ciclo de estudios de Biblioteconomía y Documentación. Antes, los doctorados se cursaban en otros departamentos.
El ámbito de la biblioteconomía y la documentación pasó de ser un campo profesional centrado en la biblioteconomía a un ámbito académico centrado en la información y el uso. Y en 1992 empezaron a aparecer citadas en otros campos, especialmente la Informática y la Gestión Empresarial. Hay una relación natural entre la investigación y la ciencia. Cuanta más investigación se hace, más artículos se publican. Cuantos más artículos se publican en revistas internacionales, más fundamentos tiene el campo de estudio. Y, por último, cuanto más sólidos son los fundamentos de un ámbito más artículos se generan.
Se puede observar esta evolución en la figura 6. Estos datos se reflejan en la producción científica a escala internacional. Entre 2006 y 2008 dos revistas españolas fueron indexadas en Web of Science (WOS), lo cual dio lugar a un aumento en el número de artículos. Aunque si hubieran sido excluidas, la tendencia habría sido la misma.
Figura 6. Trabajos españoles a nivel internacional (2.205 artículos 1967–2014) (Fuente: WOS)
Al principio, los estudios de Biblioteconomía y Documentación en España estaban vinculados exclusivamente a las facultades de Humanidades, pero actualmente es cada vez más frecuente que se adscriban a las áreas de Informática o Ciencias Sociales. Las tendencias de investigación también han cambiado: mientras que los temas solían estar ligados a cuestiones prácticas relacionadas con operaciones de la biblioteca o eran puramente teóricos, hoy la bibliometría y la cienciometría ocupan un lugar predominante, así como los temas relacionados con la arquitectura de la información, la web semántica, los datos enlazados y los entornos digitales. Por otro lado, los equipos de trabajo son cada vez más interdisciplinarios.
La tendencia en los patrones de publicación también ha cambiado: si antes los artículos se publicaban mayoritariamente en español y en revistas españolas, ahora se publican más a menudo en inglés y en revistas internacionales.
Como podemos ver por el número de artículos incluidos en WOS, España se encuentra en una buena posición, tanto a nivel internacional (tercer país) como a nivel europeo (segundo) (figuras 7 y 8). Ocupa el tercer lugar del mundo y el segundo de Europa.
Figura 7. Número de artículos en revistas de ByD (WOS) (2000–2014) por países (núm.: 42.061)
Figura 8. Número de artículos en revistas de ByD (WOS) (2000–2014) por países europeos (núm.: 12.567)
Ardanuy y Urbano (2015) presentan resultados similares en su estudio, en el que utilizan Scopus como fuente de datos: el ranking es parecido a los resultados de WOS (figura 9).
Figura 9. Autoría: cuota de participación de los países europeos en comparación con EE. UU. y el resto del mundo (2010–2014). Fuente: Ardanuy y Urbano (2015)
4 ¿Cómo se percibe la interdisciplinariedad en España?
La interdisciplinariedad se apropia de conocimientos de otras disciplinas e integra esa información para generar nuevos conocimientos y significados. Esta actividad, que contradice lo que han aprendido a hacer muchos investigadores tradicionales, es necesaria porque el conocimiento es cada vez más interdisciplinario y el traspaso de límites es habitual.
Boix Mansilla, Miller y Gardner (2000) están interesados por el tipo de conocimiento a que dan lugar los estudios interdisciplinarios. Según ellos, los individuos demuestran que tienen una comprensión disciplinaria "cuando utilizan el conocimiento y los modos de pensar de disciplinas como la historia, la ciencia o el arte para crear productos, resolver problemas y ofrecer explicaciones que se hacen eco de las obras de los expertos en la disciplina". Por el contrario, los individuos demuestran una comprensión interdisciplinaria "cuando integran los conocimientos y los modos de pensar de dos disciplinas o más para crear productos, resolver problemas y ofrecer explicaciones de una manera que no habría sido posible con los medios de una sola disciplina".
Numerosos estudios han señalado el importante papel de los antecedentes y el contexto de cada disciplina en la interdisciplinariedad de los estudios de Biblioteconomía y Documentación. Como afirma Saracevic (1999): "en las ciencias de la información la interdisciplinariedad se introdujo, y se está perpetuando hasta hoy, por las diferencias de contexto de las personas que abordan los problemas que se plantean".
Se podría argumentar que la presencia simultánea de personas de diferentes contextos indica simplemente la proximidad de las disciplinas (es decir, la multidisciplinariedad) y no constituye en sí misma la interdisciplinariedad. Aun así, si consideramos que el producto final de una tesis es la integración de estos contextos múltiples, entonces podría decirse que la composición de los comités es un indicador de la interdisciplinariedad. Como ha observado Holland, en las iniciativas educativas, "recae en el estudiante la responsabilidad de integrar los enfoques disciplinarios que se le planteen".
La biblioteconomía y documentación es interdisciplinaria de forma natural, si bien a veces cuesta verlo. A continuación se analiza brevemente el grado de interdisciplinariedad desde dos puntos de vista: los planes de estudios y las publicaciones científicas.
Moneda (2014b) ha publicado un trabajo notable sobre el tema. Esta autora demuestra que la interdisciplinariedad en los estudios de grado es del 34 %. Sostiene que la interdisciplinariedad varía según las asignaturas incluidas en el programa. Llega al 70 % en la formación básica y va decreciendo a medida que el plan de estudios se especializa. En la formación no obligatoria, el porcentaje es del 32 %. Finalmente, en la formación obligatoria, el porcentaje solo llega al 15 %. Las tecnologías de la información son el tema troncal en lo relativo a la interdisciplinariedad.
En relación con las publicaciones, algunos autores señalan que contienen un alto grado de interdisciplinariedad. Esto se debe al gran número de artículos que se publican en revistas que no pertenecen al ámbito de la biblioteconomía y documentación, sino de la medicina y la química. Aun así, eso no significa que los equipos sean interdisciplinarios, puesto que los autores son investigadores especializados en biblioteconomía y documentación. Además, en biblioteconomía y documentación se incluyen a menudo citas de otros ámbitos académicos, pero otros ámbitos no nos citan a nosotros.
5 Mercado de trabajo
No es sorprendente que el número de personas desocupadas en nuestro sector se haya incrementado desde 2009, a raíz de la crisis económica en España (figura 10). El grupo de edad más afectado ha sido el de los jóvenes de entre 25 y 35 años. La tasa de paro actual en España es del 26 % (InfoJobs, 2014).
Figura 10. Tasa de paro (Eurostat). Fuente: MECD (2014a)
Según el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE, 2014a; 2014b), en 2014 en este sector había 2.704 personas desocupadas y 3.982 que tenían trabajo. El balance puede parecer positivo, pero, de todos estos puestos de trabajo, solo el 62,9 % pertenecía a sectores relacionados con la profesión (archivos, bibliotecas y museos), y la mayoría trabajaba en condiciones precarias. El resto tenía un contrato, también precario, en empleos tan diversos como vendedores, camareros, conserjes o personal administrativo.
Se han llevado a cabo numerosos estudios desde diferentes perspectivas para analizar el estado de la cuestión y la mayoría han llegado a conclusiones similares. Me referiré a los más recientes. Abadal (2012; 2014) ha analizado las ofertas de trabajo de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universitat de Barcelona entre 2009 y 2010, y 2011 y 2012. Martín González (2014) ha estudiado las de la Universidad de Salamanca. Merlo Vega (2011) y Hernández Sánchez (2014) han llevado a cabo un estudio sobre los profesionales de la información en España. También hay que mencionar los trabajos de Marquina (2013), Cobarsí (2014), Moneda (2014a), Moreiro (2014) y Tejada (2014) en este contexto.
Tejada, Chacón y Moreiro (2014) han analizado las ofertas de trabajo de Iwetel de 2008 a 2013 (641 ofertas). Sus análisis demuestran una disminución estable y constante, tal como puede verse en la figura 11.
Figura 11. Evolución del número de ofertas de trabajo por año: 2008–2014 Iwetel (641 ofertas). Fuente: Tejada [et al.] (2014)
Las ofertas de empleo proceden principalmente de Madrid (42,4 %), Barcelona (11,6 %) y el País Vasco (10,3 %). Estas tres comunidades representan el 64,3 % de todas las ofertas. De estos puestos de trabajo, solo el 9 % son contratos permanentes, el resto son trabajos para menos de un año (61 %) o algo más (32 %). Desgraciadamente, las ofertas de trabajo solo son limitadas y temporales. Por otro lado, muy a menudo no se especifican las necesidades, los requisitos o las condiciones laborales.
5.1 Tipo de perfil y características de los centros
Se encuentra trabajo sobre todo en los sectores tradicionales, pero está apareciendo con fuerza un nuevo sector en el ámbito digital: portales web, bibliotecas digitales, gestión, etc. La disminución de las ofertas de trabajo en la Administración se refleja en todos los estudios.
El perfil profesional que se exige está experimentando un cambio. Las características básicas son las siguientes:
- Las ofertas no se dirigen solamente a los graduados en Biblioteconomía y Documentación.
- Internet y las redes sociales son los campos en los que se sigue contratando a gente, a veces compitiendo con otros grados. Las ofertas de trabajo son cada vez más específicas y se exige una gran especialización.
Por esta razón, asociaciones, universidades y centros de formación ofrecen numerosos cursos de capacitación:
- Dispositivos móviles
- Redes sociales
- Gestor de contenidos
- Optimización de buscadores (SEO)
- Marketing en línea
- Medios sociales y gestión de comunidades (community management)
- Computación en la nube (cloud computing)
- Marketing de contenidos (content marketing)
- Mercado web de servicios freelance
- Arquitectos de la información
- ...
5.2 Nuevos puestos de trabajo
Como puede verse en el estudio Perfiles profesionales del sistema bibliotecario español (Consejo de Cooperación Bibliotecaria, 2013), la realidad es que los servicios de biblioteca necesitan perfiles híbridos con funciones y responsabilidades que a menudo van más allá del ámbito de la biblioteconomía y la documentación. Quizás la razón no es tanto que vayan más allá de nuestra disciplina, sino más bien que evolucionan al compás de la tecnología y de las prácticas sociales que se derivan de ella.
El estudio Perfiles profesionales más demandados en el ámbito de los contenidos digitales en España 2012–2017, elaborado por la Fundación de Tecnologías de la Información (2012), se centra en estas cuatro profesiones:
- Marketing digital
- Gestor de comunidades
- Programador
- Diseñador
Hay que señalar que en este informe solo tres perfiles están explícitamente relacionados con el grado de Información y Documentación: gestor de contenidos, asesor de e-salud y arquitecto de contenidos.
Según la Comisión Europea, se espera que hacia el año 2017 habrá 700.000 ofertas de trabajo digital en Europa (FTI, 2012). Muchos de los perfiles técnicos o empresariales de la industria de contenidos digitales son transversales, lo cual puede ser una gran oportunidad para los especialistas en biblioteconomía y documentación. Por lo tanto, habrá que estructurar o adaptar los programas de formación existentes para situarlos en el contexto de la campaña "E-Skills for Jobs" y su manifiesto (Comisión Europea, 2014).
Figura 12. Perfiles profesionales con más demanda en el campo de los contenidos digitales en España, 2012–2017. Fundación de Tecnologías de la Información (FTI, 2012)
6 Conclusiones y debate
En España, sin embargo, no todo el monte es orégano. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, parece que vuelve a haber descenso en el número de estudiantes universitarios, un descenso como el que vivimos antes de la crisis económica. Por lo tanto, se podría decir que el crecimiento en el número de universitarios tuvo lugar entre los cursos 2008 y 2012. Un periodo que fue excepcional a raíz de la crisis económica, la adaptación al EEES y los nuevos másteres oficiales, que hicieron aumentar el número de estudiantes hasta llegar a la estabilización de 2012–2013.
En el ámbito de biblioteconomía y documentación, el número de estudiantes todavía ha disminuido más que en otras áreas. Las principales razones hay que encontrarlas en la actual crisis económica, las políticas gubernamentales y una falta endémica de reconocimiento social de la profesión.
Se logran resultados excelentes en publicaciones internacionales y, aun así, el número de estudiantes disminuye, el empleo es inestable y precario: parece una contradicción. Hemos formado a buenos investigadores y profesionales, pero no conseguimos aumentar la visibilidad de lo que hacemos.
El coste de los estudios en las universidades públicas varía según la región con algunas diferencias muy significativas. Los ciudadanos españoles tienen que pagar diferentes cuotas simplemente por el lugar en donde viven.
Uno de los principales objetivos de la implementación de los estudios de grado fue adaptar el mercado de trabajo a una nueva realidad profesional. A partir de los datos analizados, podemos concluir que este objetivo no se ha logrado del todo. Aunque parecía que se estaba produciendo un ligero aumento, actualmente la matrícula dibuja, en general, una curva descendente y el porcentaje de estudiantes que abandonan los estudios antes de graduarse es más alto de lo que nos gustaría.
La baja visibilidad social de los estudios y de la profesión, que ahora se ha convertido en endémica, es una de las debilidades más importantes. No deja de ser paradójico que nuestros estudios ya no tengan demanda en una sociedad dominada por la información y por nuevos perfiles profesionales.
Estas son algunas de las medidas que pueden ayudar a mejorar la situación (algunas pueden encontrarse en Ortiz-Repiso; Calzada; Aportela, 2013):
- Revisión y actualización de los planes de estudios. Muchos expertos nacionales e internacionales ponen de relieve esta necesidad (Bustelo, 2014; Cobarsí, 2014; Connaway, 2014; García Marco, 2014; Moreiro, 2014; Taladriz, 2014; Ortiz-Repiso, 2013; Marchionini, 2012; Partridge, 2011).
- Revisión de la oferta de másteres especializados.
- Establecimiento de alianzas estratégicas con otras áreas: colaboraciones internacionales y curriculares, etc.
- Marketing profesional en las empresas: acciones dirigidas a sensibilizar a las empresas en cuanto a nuestra profesión.
- Acciones para desarrollar la imagen de la profesión en la sociedad en conjunto: incremento de la visibilidad en los medios de comunicación, participación en acontecimientos, artículos, entrevistas, etc.
- Acciones para incrementar la visibilidad en Internet, especialmente en las redes sociales.
- Desarrollo de acciones conjuntas de promoción entre universidades / asociaciones profesionales: portal de información, vídeos, etc.
La situación actual tendría que preocupar (y ocupar) no solamente al entorno académico, sino a toda la profesión. Es obvio que sin graduados no habrá profesionales. Esto significa que, en el futuro, los puestos de trabajo, incluso más a menudo de lo que pasa hoy, los ocuparán personas con perfiles inadecuados.
7 Bibliografía
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Notas
* Este trabajo se basa en una ponencia presentada en el III Seminario Internacional de Docencia e Investigación en Biblioteconomía y Documentación (LIS-ER), junio de 2015. Tanto las diapositivas como el vídeo están disponibles en http://bd.ub.edu/liser/content/programme#sthash.hBXUEc32.dpuf.