Las ferias de libros en Cataluña: nota histórica e intento de clasificación

1 Introducción

Las ferias de libros son una herramienta de promoción del libro como producto cultural, que busca fomentar la promoción de la lectura, ayuda a la democratización del conocimiento y estimula la economía del sector. Son acontecimientos firmemente arraigados en nuestro país, prueba de ellos es el volumen y la variedad de las ferias ya existentes, así como la antigüedad de algunas de ellas. Sin embargo, no hay estudios que hayan abordado el tema de forma específica.

Con respecto a la historia de este tipo de ferias en nuestro país, podemos encontrar fragmentos y referencias en las obras de Ainaud de Lasarte (1976), Cendán Pazos (1989) y Martínez Rus (2001; 2003; 2013), así como en la prensa escrita. Además, se pueden añadir libros dedicados a evocar la Diada de Sant Jordi (fiesta de San Jorge) que incluyen referencias a la actividad entorno a la venta de libros, como es el caso de Entre llibres i roses, de Màrius Carol (1996). Unos años antes, Joan Crexell (1990) había documentado esta actividad durante la guerra civil a partir de la prensa de la época en su estudio sobre el libro en Cataluña durante la contienda. En este sentido, el presente artículo recoge una breve noticia histórica para, seguidamente, presentar un primer esbozo sobre la variedad y tipología de este tipo de actividades en Cataluña, una clasificación basada en algunos trabajos modernos que han tenido un impacto en las características que identifican diferentes tipos de ferias de libros. Así, Rivaud y Kloss (2000) han analizado las diferencias entre las ferias profesionales y las de público general —llamadas “populares” por los autores—, resaltando que, mientras las primeras se centran en el contacto entre los agentes económicos implicados, las segundas tienen una función de exhibición y venta al público, adoptando un rol más cercano al de una librería convencional. Moeran (2010; 2011), por su parte, ha estudiado desde la perspectiva antropológica a los actores implicados y las transacciones que se realizan. Una de las características que destaca de la cadena de valor es la segmentación del mercado que se expresa en las ferias. Esta segmentación viene dada por el tipo de producto —dando como ejemplos los libros infantiles o de viajes—; así como por el público al cual se dirige, distinguiendo entre académico, comercial, anticuario, estudiantes, etc. Uribe Schroeder (2012) clasifica directamente las ferias del libro en tres categorías principales, mezclando su alcance geográfico (internacional y nacional o local) y los objetivos de la feria. Por otra parte, López Villalobos (2014) las categoriza en públicas, privadas o alternativas, dependiendo de si el beneficio principal es político, económico o social. Ahora bien, parece que no hay un sistema de clasificación de las ferias de libros generalmente aceptado.

1.1 El concepto de feria del libro

El libro, como producto, tiene una doble condición de bien económico y bien cultural (Palma Martos; Martín Navarro, 2009; Bazán Babczonek, 2017). Su objetivo general es el comercio, la exhibición y la promoción del libro como mercancía cultural. La industria de la literatura y la edición, como cualquiera de las industrias culturales, tiene como objetivo, mediante las ferias, generar un impacto económico sobre el sector editorial, generando riqueza y empleo. Al mismo tiempo, el impacto cultural positivo en la sociedad se traduce en una generación de valores, significado e identidades (UNESCO, 2010).¹

Desde un punto funcional, una feria del libro se puede definir como un acto cultural con límite tanto temporal como espacial que se erige como punto de encuentro entre la oferta de los productores y distribuidores de productos editoriales y la demanda de los compradores intermediarios o finales (Ramírez Alvarado, 2015).

2 Noticia histórica de las ferias de libros

Las primeras ferias comerciales con el libro como producto predominante aparecieron a finales del siglo xv, a raíz de la reciente aparición de la imprenta y en respuesta al crecimiento empresarial de la profesión de librero y de la mercantilización en toda Europa. Estas ferias fueron convirtiéndose en grandes actos donde regularmente se reunían libreros, editores e impresores con el fin de adquirir material, intercambiar opiniones o discutir temas económicos y saldar deudas. Como resultado de este fenómeno algunos escenarios comerciales se convirtieron en lugares de referencia. Es el caso de las ferias de Frankfurt —en la actualidad la feria más importante por el volumen de expositores y visitantes—, Leipzig, Lyon y Medina del Campo (Rivaud; Kloss, 2000; Weidhaas; Gossage, 2007).

En Cataluña, el primer encuentro dedicado a la comercialización de libros debe situarse en el año 1926, cuando fue instituida en el Estado español la Fiesta del Libro Español, como resultado de las gestiones realizadas por el escritor y editor valenciano establecido en Barcelona Vicent Clavel Andrés. La fecha de celebración fijada fue la misma que la del nacimiento de Cervantes, el 7 de octubre, como día de exaltación y difusión del libro —exclusivamente en español— con el aliciente de la venta a pie de calle y con el descuento del 10 %. En 1929, la celebración de la Exposición Internacional tuvo un impacto positivo sobre la actividad en la calle durante la fiesta (Carol, 1996, p. 79). El año 1930 pasó a celebrarse el 23 de abril, fecha de la muerte de Cervantes, con el fin de alejarla de las compras de textos escolares de septiembre y que, coincidiendo con la primavera, podía considerarse una época más favorable para la realización de actividades al aire libre.² Sin embargo, en Cataluña tenía la particularidad de coincidir con Sant Jordi. La fiesta alcanzó un éxito notable en Barcelona, favorecida por la publicación de varias novedades literarias catalanas de gran aceptación popular.³ Es en este momento cuando se establece la costumbre de organizar actos de firmas de ejemplares por los autores. Con la República, la fiesta toma un carácter más popular y al mismo tiempo comercial, con puestos de libros en la calle de todo tipo y circulares de la Cámara Oficial del Libro a libreros y maestros, invitándolos a celebrar la fiesta del libro. La actividad comienza a extenderse a otros municipios como Badalona, Girona o Sabadell (Ainaud de Lasarte, 1976; Cendán Pazos, 1989).

En Madrid, los editores y libreros promovieron la Feria del Libro, que se celebra por primera vez en 1933 con una duración de una semana (del 23 al 29 de abril), con algunas casetas de venta ubicadas en el Paseo de Recoletos. En Barcelona, fue un poco más adelante, en 1937, cuando se sustituye el Día del Libro por la Feria del Libro, celebrándose durante tres días, del jueves 3 de junio hasta el día 5. La iniciativa tuvo un éxito considerable, a pesar del cambio forzado de fecha por los hechos de mayo las dificultades en la actividad cultural y comercial derivadas del conflicto bélico, incluido el parón de las imprentas y del sistema editorial en general (Crexell, 1990, p. 8–10, 30–31).⁴

Como resultado de las hostilidades militares, a las motivaciones habituales para fomentar la compra de libros se añadió la adquisición para enviarlos al frente ("En la feria del libro", 1937; Crexell, 1990, p. 10–11). De hecho, se conserva un póster de la celebración con el lema "Fira del llibre: 3, 4 i 5 de juny: cada ciutadà un llibre pels germans del front".⁵ La Feria del Libro del 1937 es la primera de este tipo de actividades en Cataluña de la que tenemos constancia. Por otra parte, durante la guerra, las conferencias y los programas radiofónicos —especialmente las lecturas— van adquiriendo un protagonismo importante.

En 1938, la celebración estuvo marcada por una mayor austeridad y una lógica reducción de las novedades editoriales.⁶ La situación bélica obligó a volver al formato de un único día, el miércoles 15 de junio, aunque como consecuencia de las peticiones recibidas la Comisión prolongó finalmente la venta durante el día 16 ("El día del libro", 1938). Así mismo, las actividades se extendieron tanto los días anteriores como los posteriores.

En 1939, una vez finalizada la guerra, se instauró una semana de actos académicos con motivo del Día del Libro. En Barcelona, el 27 de abril se instalaron puestos de venta delante de algunas librerías ("Ante la Fiesta del libro", 1939). También se dieron instrucciones sobre qué libros exhibir en los escaparates (Martínez Rus, 2013). En 1940, después de fijarse la Fiesta del Libro español para el día 23, diez días antes de la celebración fue cambiada al domingo 28 ("La Fiesta del libro aplazada", 1940). Y el 26 fue pospuesta otra vez hasta el 2 de mayo, haciéndola coincidir a la vez con una festividad de exaltación patriótica española y otra religiosa ("Ayer", 1940; "La fiesta de la independencia", 1940). El año 1941 se fija para el 24 de abril ("El próximo día 24…", 1941). El año 1942 se vuelve a hablar de Feria y los puestos de las librerías se montan los días 2, 3 y 4 de mayo, aunque el descuento del 10 % sólo puede aplicarse el primer día ("La Feria del libro", 1942). En 1945 la celebración regresó finalmente al día de Sant Jordi, sin embargo, a petición de los libreros, se prolongó hasta el 25 ("Ayer se celebró... ", 1945). El año 1946 hay un primer intento de organizar una feria del libro, pero el acontecimiento no logró el éxito esperado ("La 'i Feria del Libro de Barcelona'…", 1977). Las sofocantes condiciones económicas, la escasez de papel y la censura convirtieron en inútiles los esfuerzos, que no empezaron a arrancar hasta los años 50. En este contexto, el 20 de septiembre de 1951 nació la Fira del Llibre d'Ocasió Antic i Modern (la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno). Diseñada inicialmente como un acto incluido en la programación de las fiestas de la Mercè (fiesta local de Barcelona) de aquel año, poco tardó en consolidarse como un importante acto cultural en la Ciudad Condal (Elisabet Parra Comunicació, 2014). Así es como la más veterana de las ferias del libro del Principado ha alcanzado la 66ª edición en el año 2017.

Sobre el libro nuevo, el año 1977 libreros y editores organizaron la i Fira del llibre de Barcelona (i Feria del Libro de Barcelona), que se llevó a cabo entre el 10 y 19 de junio en el Paseo de Gracia.⁷ El propósito de la feria, según los organizadores, era facilitar la visibilidad de los fondos editoriales de tal manera que pudieran intervenir diferentes sectores culturales y sociales, ampliando las posibilidades de la fiesta del libro ("La 'i Feria del Libro de Barcelona'…", 1977). La feria se mantuvo en funcionamiento durante fechas más o menos similares, llegando a superar en su mejor momento los 200 expositores, hasta que en 1998 se llevó a cabo a principios del mes de julio, en el Moll de la Fusta (Barranco, 1998). El poco éxito de la nueva ubicación hizo que la feria volviera al año siguiente al Passeig de Gracia y de nuevo en las fechas más habituales (Vila-Sanjuán, 1999). El año 2001 se celebró la xxv edición, con el anuncio que, bajo un nuevo modelo, se trasladaría al recinto ferial de Montjuïc (Beltran 2001), como un intento de atraer más audiencia. Sin embargo, no fue hasta 2005 que reapareció, ahora como i Saló del Llibre (Salón del Libro) entre el 8 y el 13 de noviembre. La poca asistencia de público y el escaso apoyo del propio sector editorial hicieron que en 2007 se celebrara la última edición ("El Saló del Llibre deja de celebrarse", 2008).

Paralelamente a la Feria de Barcelona, y con una nuevas condiciones políticas y económicas, han aparecido más certámenes. Por la importancia cultural, cabe destacar la Setmana del Llibre en Català (Semana del Libro en Catalán), organizada por la Asociación de Editores en Lengua Catalana, una entidad constituida en 1978 que agrupa las empresas editoriales de los Países Catalanes que publican en catalán. La primera edición de la Setmana se celebró el año 1983 del 18 al 27 de febrero en la Estación de Barcelona Sants. En 1989 se trasladó a la Estación de Francia y al año siguiente en el recinto de las Drassanes de Barcelona. En 1999, la 17ª edición se celebró simultáneamente en Girona, Palma de Mallorca, Perpiñán y Tarragona con la finalidad de expandir su alcance. El año 2002 también se celebró en Nueva York, con diferentes actos de proyección internacional como la presentación del Año Verdaguer a los miembros del Casal Catalán de Nueva York y la inauguración de la exposición "Llibres sobre Gaudí" (Libros sobre Gaudí) en el Instituto Cervantes de esta ciudad americana, a cargo del Gremio de Editores de Catalunya. El año 2009 se trasladó la sede a Sant Cugat, dentro de un contexto de crisis de modelo organizativo. En 2010 volvió a Barcelona, al Parc de la Ciutadella, pero con celebraciones también en Sant Cugat y Lleida, con un cambio significativo de fechas, pasando de celebrarse en febrero o marzo a la primera quincena de septiembre, vinculándose desde entonces a la Diada Nacional de Catalunya. La edición del 2012 se trasladó a la Avenida de la Catedral, donde consiguió una asistencia de 100.000 personas que no ha sido superada aún. De hecho, atraer al público en general, y especialmente al público joven, es uno de los grandes desafíos de la Setmana. Por eso, durante los 10 días que dura actualmente, además de las lógicas presentaciones de libros y firmas de autores, se programan diferentes actividades como emisiones en directo de radio y televisión, espectáculos infantiles, mesas redondas, itinerarios literarios, talleres, recitales de obras y ruedas de prensa. También se entrega el Premi Trajectòria (Premio Trayectoria), que se otorga desde 1997 a un personaje que haya destacado por su actividad a favor de la cultura nacional ("Confirmat l'èxit…", 1984; La Setmana del Llibre en Català, 2011; ACN, 2012; Albet Guinart, 2015; Juanico, 2017).

Desde el punto de vista del volumen de visitantes debemos referirnos al Saló Internacional del Còmic de Barcelona (Salón Internacional del Cómic de Barcelona) que el año 2017 alcanzó la cifra record de 118.000 visitantes, llegando a colgar el cartel de entradas agotadas ("El Saló del Còmic consolida…", 2017). El Saló ofrece diferentes premios y una gran cantidad de actividades lo que ha ayudado a convertirlo en una Feria de referencia.

La primera edición de este certamen anual se celebró el año 1981 con el nombre de Saló del Còmic i de la Il·lustració de Barcelona (Salón del cómic y de la Ilustración de Barcelona) y tuvo lugar entre el miércoles 27 y el domingo 31 de mayo en el recinto ferial de Barcelona como una necesidad del sector profesional del cómic de reivindicar y promocionar la narrativa ilustrada como medio de comunicación. Las diferencias entre los organizadores provocaron que casi se celebrasen dos ferias con pocos días de diferencia. Esta duplicidad se evitó finalmente suprimiendo el 1r Saló Internacional del Dibuixant de Còmic i Arts Gràfiques de Sitges (Salón Internacional del Dibujante de Cómic y Artes Gráficas de Sitges). No obstante, el acuerdo final implicó cierta repartición de actividades y exposiciones entre Barcelona y Sitges (Ayuso, 1981; Martín, 1981).

La edición de 1982 se llamó Saló del Còmic i del Llibre Il·lustrat (Salón del Cómic y del Libro Ilustrado), volviendo a Saló del Còmic i la Il·lustració el siguiente año, manteniendo la sede de celebración en el recinto de la Feria hasta la edición de 1985. Después de un parón de dos años por motivos económicos, pasó a estar organizada por la Federación de Instituciones Profesionales del Cómic (FICOMIC), tomando el actual nombre de Saló Internacional del Còmic de Barcelona y trasladándose a las Drassanes de Barcelona donde permanecería hasta el año 1990. Entre 1991 y 1993 se situó en el Mercat del Born y durante las once ediciones de 1994 a 2004, se celebró en la Estación de Francia. Cuando se produjo este traslado la Feria ya estaba totalmente consolidada y se había convertido en un fenómeno de masas habiendo multiplicado por cuatro en una década los 20.000 visitante del año 1983. La reubicación de nuevo en la edición del 2005 al recinto ferial de Barcelona donde se sigue celebrando, permitió superar la barrera de los 100.000 visitantes. (Salón, 1982; Vila-Sanjuán, 1988; Vidal-Folch, 1993; Manzano, 1994; "El Saló del Còmic…", 2007).

Mientras que en la Setmana del Llibre en Català y el Saló del Còmic, aunque también tienen un componente profesional, gran parte del protagonismo recae en el público; sin embargo LIBER, Feria Internacional del Libro, es la principal feria profesional sobre el libro y el sector editorial en Europa en lengua española, a pesar que en las primeras ediciones también tenía una vocación de comercialización al gran público al permitir el acceso alguno de los días.⁸ Sus objetivos principales son promover la exportación y generar negocio en este sector editorial. Al margen de los stands de editoriales y empresas de servicios, el encuentro incluye muchas actividades como mesas redondas, conferencias de profesionales o lecturas de autores reconocidos. Los más de 10.000 visitantes tienen diversos perfiles profesionales como editores, libreros, distribuidores, autores, profesionales de las artes gráficas y multimedia, asociaciones profesionales, empresas de servicios y proveedores, bibliotecarios y documentalistas, y profesorado. Promovida por la Federación de gremios de Editores de España, alterna cada año su sede entre Madrid (IFEMA) y Barcelona (Fira de Barcelona), celebrándose habitualmente el mes de octubre. La última edición celebrada en Barcelona ha sido la xxxiv el 2016, mientras que en 2017 le tocó a Madrid ("LIBER 1984", 1984; Baulenas, 2014; Herranz, 2016; "Liber celebra…", 2017).

3 Marco legal y organizativo de las ferias de libros

Los libros y materiales asimilables, por su doble vertiente cultural y económica, tienen una considerable importancia en la vertebración de un país y por esta razón las administraciones públicas tienden a impulsar políticas que incluyen ayudas y subvenciones en la medida que pueden y perciben la importancia del sector editorial en la economía, pero también por el hecho de proveer a la sociedad de valores y conocimiento.

Hace falta considerar que las ferias, más allá de la exposición y venta de libros, tienen una vertiente social que se concreta en conferencias, debates, talleres, programas de radio y TV, entre otras actividades.

En cuanto a las ferias profesionales, son un escenario adecuado para reunir y relacionar los diferentes agentes implicados en el negocio editorial, estableciendo contactos, llegando a acuerdos y poniendo en marcha sinergias que tengan un impacto positivo en el sector económico, y de rebote en el conjunto de la sociedad.

En cuanto al marco normativo general de las ferias, en Cataluña, recientemente se ha regulado por la Ley 18/2017, de 1 de agosto, de comercio, servicios y ferias que, en lo que concierne al aspecto que aquí nos ocupa, no ha introducido variaciones respecto al anterior de 1994. La norma legal vigente define en el artículo 40 las ferias como "manifestaciones comerciales que tienen por objeto la exposición de bienes o la oferta de servicios para favorecer el conocimiento, la innovación y la difusión, promover contactos e intercambios comerciales y acercar la oferta de las diferentes ramas de la actividad económica a la demanda" (Cataluña, 2017). Además, deben cumplir dos características: tener una duración limitada en el tiempo y reunir una pluralidad de expositores. Sin embargo, esta regulación sólo se aplica a las ferias profesionales, dado que en el mismo artículo se excluyen explícitamente, entre otros, los mercados dirigidos al público en general con venta directa y retirada de mercancía, aunque puedan recibir la denominación tradicional de feria. El resto de ferias de libros quedan reguladas por el artículo 15, que se refiere a la venta de mercancías y prestación de servicios mediante estructuras o puestos desmontables o vehículos tienda y se establece que corresponde a los ayuntamientos, mediante las ordenanzas municipales, autorizar el funcionamiento en espacios de titularidad pública.

Las ferias del libro son un elemento más en el sector y la industria del libro. El Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya (gobierno de Cataluña) colabora desde hace años diseñando políticas de ayudas dirigidas a la producción, la promoción y la difusión tanto a los creadores como a la industria editorial.

El Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC, Instituto Catalán de las Empresas Culturales) es el organismo gubernamental encargado de impulsar la creatividad artística y la producción, distribución y difusión de los contenidos culturales, mediante el desarrollo de las empresas culturales y fomentando el consumo y la ampliación de mercados para la cultura catalana. Desde el Área del Libro del ICEC se trabaja para reforzar el mercado interior fortaleciendo la oferta y haciendo crecer la demanda, al mismo tiempo que se incentiba la accesibilidad a los contenidos editoriales mediante herramientas tecnológicas. Para alcanzar estos objetivos se llevan a cabo diferentes líneas de actuación:

• Concesión de ayudas singulares y subvenciones de concurrencia pública.
• Colaboración y acción directa con entidades del sector para fomentar el apoyo a la promoción en el extranjero a través de la participación en ferias y encuentros internacionales.
• Facilitando el acceso de las empresas a los mercados internacionales.

Desde el año 2006 también se lleva a cabo un plan de apoyo a las ferias del libro en Cataluña para reforzar la industria editorial catalana a través de la colaboración entre profesionales y el impulso de estrategias para acercar el libro a todos los públicos y dar visibilidad al libro en catalán. Este plan de ferias del libro pone énfasis en el alcance territorial, la diversidad temática, el acercamiento al público y una distribución lo más apropiada posible de las ferias dentro del calendario anual. Según datos del Departamento de Cultura, se otorgaron 703.000 euros en concepto de ayudas singulares a diferentes ediciones de 9 ferias del libro celebradas en territorio catalán entre los años 2012 y 2014 (Serrano; Verdú, 2015). En el año 2016 la subvención fue para 6 ferias (y un congreso, el Fòrum Edita Barcelona) con un importe global de 245.104 euros (Institut Català d'Empreses Culturals, 2017, p. 58 y 212).

Otra inyección económica que beneficia tanto a ferias como a bibliotecas es el proyecto de adquisición de proximidad para compra en ferias del libro de los ámbitos territoriales de las bibliotecas públicas. El Departamento de Cultura impulsa que las bibliotecas públicas compren libros en las ferias y salones de Cataluña. Esto beneficia por un lado a las ferias, garantizando una cantidad de ingresos adicional, y por otro a las bibliotecas, que podrán ampliar su catálogo y disponer de las novedades editoriales con mayor celeridad que la habitual. En 2016 contó con una dotación de 59.000 euros (Generalitat de Catalunya, 2016), mientras que en 2017 se presupuestaron 90.000 euros (Pla de lectura 2020, 2017).

En Cataluña, las ferias con más trayectoria están organizadas por organizaciones gremiales ligadas a los sectores editoriales y libreros, un modelo que predomina en Europa. Por lo tanto, son sus asociados quienes asumen los gastos generados por el encuentro, subvenciones aparte. Sin embargo, en otros países hay ferias de considerable importancia que no siguen este modelo. Por ejemplo, en Estados Unidos la American Library Association (ALA) Book Fair es una feria organizada desde el sector bibliotecario paralelamente al congreso anual de la ALA. Y en Iberoamérica es más usual que las ferias estén organizadas por las universidades, como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que se creó en 1987 por iniciativa de la Universidad de la ciudad homónima (Ramírez Alvarado, 2015). En nuestro país, en los últimos años han aparecido varias ferias en las cuales los agentes impulsores son administraciones públicas locales, asociaciones culturales o colectivos de naturaleza diversa.

4 Distribución de las ferias del libro de Cataluña

En Cataluña hay gran cantidad de ferias del libro de diferentes especialidades y repartidas por todo el territorio catalán. Se pueden encontrar desde grandes celebraciones que se realizan en Barcelona, como el Saló del Còmic, La Setmana del Llibre en Català⁹ o la Fira del Llibre d'Ocasió Antic i Modern, hasta otros más modestos en cuanto a infraestructura y volumen de visitantes, como la Fira d'Editorials Independents Liberisliber en Besalú (Feria de Editoriales Independientes) o el Mercat del Llibre de Poesia de Folgueroles (Mercado del Libro de Poesía). Ahora bien, la actividad de las ferias no ha devaluado la popularidad del 23 de abril como la fiesta del libro por excelencia. Así mismo, Sant Jordi no se acostumbra a considerar una feria, puesto que adopta un modelo organizativo diferente. Extendida por toda la geografía nacional, solo hace falta acordar con los ayuntamientos el permiso para ocupar las calles con los puestos, hasta siendo un mero particular (Orúe, 2012).¹⁰

Respeto a las ferias propiamente dichas, el Instituto Catalán de las Empresas Culturales (ICEC) elabora desde 2014 y con carácter anual un directorio con una selección representativa de ferias del libro que se celebran en Cataluña.¹¹ Uno de los hechos que evidencia este directorio es la considerable expansión de ferias por todo el territorio, aunque la distribución no es uniforme, como tampoco la población. Destaca naturalmente Barcelona, pero también se aprecia una cierta concentración en las comarcas de Girona y una menor presencia en las comarcas centrales y del noroeste. Ahora bien, la dispersión comarcal de ferias, la antigüedad de algunas de ellas y la diversidad temática de éstas —dedicadas al mundo del cómic, la poesía, la novela, el libro de montaña o el libro viejo entre otros— permiten afirmar que en Cataluña ha arraigado la tradición de las ferias en torno al libro.

Al margen de la Fira del Llibre d'Ocasió Antic i Modern de Barcelona, que como se ha dicho es la más antigua, existen otras bien consolidadas con más de 30 años a la espalda, como es el caso del Saló Internacional del Còmic o La Setmana del Llibre en Català. Por otra parte, la proliferación de nuevas ferias es un indicador del interés que despiertan y la utilidad que ofrecen. De hecho, la figura 1 permite ver cómo en los últimos años se ha disparado el número de ferias aparecidas, convirtiéndose en una herramienta más de promoción económica y cultural ligada a territorios o sectores culturales.

Figura 1. Distribución cronológica de la aparición de las ferias de libros en Cataluña

Sin embargo, también desaparecen, incluso con larga trayectoria, como es el caso ya mencionado de la Fira del Llibre de Barcelona (véase la tabla 2). Asimismo durante el 2017 no se han celebrado la Fira del Llibre Prohibit de Llagostera, la primera de estas características en Europa, ni la Vila del Llibre de Bellprat ni la Fira del Llibre de Música i la Partitura aunque estas dos últimas estaban anunciadas en el directorio del ICEC.

Hay otras ferias alrededor del territorio que no están incluidas en dicho directorio. Aunque resulta difícil realizar una recopilación sistemática,¹² la tabla 1 muestra la relación de todas aquellas ferias de las que tenemos constancia y que se han celebrado en 2017, dado que todas tienen carácter anual. Caso aparte es LIBER que alterna sedes entre Barcelona y Madrid y que la edición de 2017 ha tenido lugar en la capital de España.¹³ Por otra parte la tabla 2 recoge ferias desaparecidas durante la última década. Suman un total de 39 actos feriales.

El sistema de ordenación de las tablas 1 y 2 es cronológico. Se observa que el período de celebración de los actos comprende desde el mes de marzo hasta el mes de diciembre, exceptuando el mes de agosto coincidiendo con el período de vacaciones más habitual. Barcelona reúne una buena parte de las ferias, dado su peso demográfico en el conjunto nacional (41 % de las celebradas en 2017), pero se encuentran ferias en 18 comarcas más, destacando el Maresme que acoge 3.

Tabla 1. Ferias de libros celebradas en 2017

Tabla 2. Ferias de libros desaparecidas

La figura 2 muestra la distribución de frecuencias de antigüedad de las ferias que se han realizado en 2017 en Cataluña. A grandes rasgos se observan tres grupos: aquellas recientemente iniciadas o con pocas ediciones, marcadas con una forma oval roja; aquellas que ya tienen una trayectoria consolidada (en verde), y las que ya hace más de tres décadas que se realizan (en azul), que incluye la decana, la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno, aunque no aparece reflejada en el gráfico.

Figura 2. Distribución en frecuencias del número de ediciones de las ferias del libro, excluida la Feria del Libro de Ocasión Antiguo y Moderno

5 Tipología de las ferias de Cataluña

Para describir los diferentes tipos de ferias y en ausencia de una clasificación canónica se ha optado por un esquema que considera cuatro dimensiones y que intenta recoger los aspectos analizados por varios especialistas ya citados (Rivaud; Kloss, 2010; Moeran, 2010, 2011; Uribe Schroeder, 2012; López Villalobos, 2014).

1. Alcance geográfico. En este caso la categoría puede tomar dos valores: internacional o regional, atendiendo a la proyección y al origen geográfico de la mayoría de los actores implicados. Se podría diferenciar aún otra categoría, pero a menudo es difícil discriminar claramente entre regional y local.

2. Público objetivo. Profesional o general. Naturalmente una feria puede ir dirigida a dos tipos de públicos, a veces en fechas u horarios diferentes.

3. Producto. Aquí los valores que puede tomar la variable que representa la dimensión son muy amplios ya que tienen que considerarse el género y la materia (novela gráfica, poesía, feminismo…), la forma y el soporte (artístico, papel, libro electrónico…), la procedencia comercial (nuevo, usado), la antigüedad, la forma de producción (industrial, autoeditado, artesanal), etc.

4. Responsabilidad gestora. Esta dimensión discrimina los diferentes perfiles organizacionales, impulsores y promotores, más allá de los apoyos económicos que se puedan recibir. En este caso se pueden encontrar como responsables a administraciones públicas; organizaciones gremiales y asociaciones profesionales relacionadas con el libro; editoriales independientes; librerías de manera independiente; empresas de organización de actividades culturales; entidades culturales (asociaciones y fundaciones), y, finalmente, colectivos de personas sin vinculación legal, pero con intereses conjuntos específicos.

Atendiendo a estas cuatro dimensiones mencionadas, la tabla 3 ejemplifica el uso en las ferias de libros de Cataluña, tanto de las que han tenido actividad durante el 2017 como las desaparecidas. Vistas de manera global, la inmensa mayoría tienen —o han tenido—un ámbito geográfico regional y van dirigidas a un público general. En cuanto al producto, hay bastante diversidad, según el aspecto observado. Si nos fijamos en la procedencia comercial, predomina claramente el libro nuevo (72,7 %), 11,4 % ofrecen sólo libros antiguos o de ocasión y el resto admiten todas las variantes. Un 25 % de las ferias tienen una orientación temática concreta, mientras que el resto tienden a ser genéricas. En un 18,2 % de los casos corresponden a géneros o subgéneros literarios concretos (poesía, novela gráfica y novela histórica). Y un 11,4 % de las ferias presenta un producto dirigido a un público de una franja de edad concreta (libro infantil y juvenil). Con respecto a la responsabilidad gestora, predomina la presencia de entidades culturales (véase la tabla 4), especialmente de asociaciones culturales.¹⁴ También es frecuente que la gestión corresponda a gremios de editores, libreros o distribuidores. Como resulta lógico, especialmente en poblaciones pequeñas, también son frecuentes las administraciones públicas. Ahora bien, este volumen global tiene una distribución desigual según el tipo de gestión. De hecho, como muestra la figura 3, la presencia de colectivos en la gestión es reciente.

Tabla 3. Clasificación de las ferias de libros de Cataluña atendiendo a sus características

Tabla 4. Presencia en ferias de los diferentes tipos de responsables de la gestión

Figura 3. Distribución en frecuencias de tipos de responsabilidad gestora en función del año de aparición de la feria

6 Conclusiones

En Cataluña, las ferias de libros en este momento son un tipo de actos vistos con valor cultural e impacto económico significativo, sea directo o indirecto, como lo prueba la expansión los últimos años de esta tipología de ferias promovidas por agentes diferentes.

En cuanto al impacto directo, hace falta relativizar la importancia. Si hacemos caso a las cifras del informe Hàbits de lectura i compra de llibres a Catalunya correspondiente al año 2016 (Institut Català de les Empreses Culturals, 2017a), las ferias ocupan el 5º lugar habitual en la compra de libros no de texto en población de más de 14 años, con un porcentaje del 7,6 %, sin diferir demasiado la situación en años anteriores. Pero la cifra considera de manera agregada la fiesta de Sant Jordi y las diversas ferias. Y año tras año leemos en la prensa la importancia porcentual respecto el total de ventas anuales que otorga el Gremio de Libreros a las ventas de Sant Jordi, con cifras actuales alrededor del 7 %.¹⁵ Ahora bien, varias ferias en poblaciones pequeñas o relativamente alejadas de Barcelona y de los grandes núcleos urbanos catalanes buscan un impacto indirecto al atraer población foránea a la localidad donde se realizan y dinamizar la economía local a través del consumo de los servicios ofrecidos durante la feria o posteriormente, gracias a la promoción turística que puede significar.

Desde una perspectiva global, algunas ferias cuentan con años de historia y han sabido hacer frente a contratiempos de factores diversos. Uno de los puntos significativos para su supervivencia es el grado de especialización respecto el producto. Ofrecen al público la oportunidad de conocer y acceder a un extenso volumen de producción sobre un determinado tema, territorio o formato. Es el caso, por ejemplo, de la Fira del Llibre Ebrenc (Feria del Libro de la Zona del Ebro) que reúne la producción, la edición, los actores que promocionan, venden y leen libros hechos por autores o entidades de la zona del Ebro o que son de temática relacionada con la zona del Ebro. Otras ferias, como la Literal, ayudan a despertar el espíritu crítico de la sociedad con la combinación de venta de libros de ciencias sociales y la organización de charlas por parte de activistas. Las ferias organizadas por colectivos alternativos ofrecen al público la oportunidad de conocer productos de difícil acceso precisamente por estar fuera de los circuitos comerciales convencionales.

Pese a que el atractivo principal de estas ferias continúa siendo los libros y otros documentos en soporte papel, no son la única forma de transmisión cultural de la que dispone nuestra sociedad. En este sentido, las ferias se ven obligadas a integrar otros elementos tecnológicos. La posible generalización del uso del libro electrónico, o al menos su uso bastante masivo, puede forzar a una readaptación significativa de las ferias, dado que en caso contrario podrían quedar reducidas a actos para coleccionistas y nostálgicos.

Bibliografía

ACN (2012). "L'interès pels títols sobre la història de Catalunya creix a la Setmana del Llibre en Català". Ara (16 septiembre). <https://www.ara.cat/suplements/llegim/Setmana_del_Llibre_en_Catala-Diada_0_775122665.html>. [Consulta: 14/11/2017].

Ainaud de Lasarte, Josep. M. (1976). Els cinquanta anys del Dia del Llibre. Barcelona: Gremi d'Editors.

Albet Guinart, Marcel (2015). "La Setmana del Llibre en Català, perilla la seva continuïtat a l'avinguda de la Catedral?". Blog de l'Escola de Llibreria (30 julio). <https://fbd.ub.edu/edl/ca/la-setmana-del-llibre-en-catala-perilla-la-seva-continuitat-lavinguda-de-la-catedral>. [Consulta: 14/11/2017].

"Ante la Fiesta del libro" (1939). La Vanguardia (22 abril), p. 12.

"Ayer" (1940). La Vanguardia (27 abril), p. 5.

"Ayer se celebró en toda España la 'Fiesta del libro'" (1945). La Vanguardia (24 abril), p. 9.

Ayuso, Mariano (1981). "La feria de las vanidades". Sunday Comics. Revista sobre estudios e investigación de la historieta, n.º 9, p. 63.

Barranco, Justo (1998). "Mejor en sábado. La Fira del Llibre arranca con dificultad". La Vanguardia (5 julio), p. 56.

Baulenas, Lluís A. (2014). "Liber 2014, moral alta en temps de pirates". Ara (11 octubre). <https://llegim.ara.cat/Liber-moral-alta-temps-pirates_0_1228077226.html>. [Consulta: 12/10/2017].

Bazán Babczonek, Joanna (2017). IPA Global Book Fair Report 2017. [Ginebra]: International Publishers Association. <https://www.internationalpublishers.org/images/industry-news/2017/IPA_Global_Book_Fair_Report_2017.pdf>. [Consulta: 12/10/2017].

Beltran, Mercè (2001). "Un paseo lleno de libros". La Vanguardia (8 junio), p. 51.

Carol, Màrius (1996). Entre llibres i roses: setanta anys d'una festa ciutadana. Barcelona: Magrana; Federación de Gremios de Editores de España.

Cataluña (2017). "Llei 18/2017, d'1 d'agost, de comerç, serveis i fires". DOGC, núm. 7.426, 3 d'agost de 2017.
<http://portaljuridic.gencat.cat/ca/pjur_ocults/pjur_resultats_fitxa/?action=fitxa&mode=single&documentId=794501&language=ca_ES>. [Consulta: 11/11/2018].

Cendán Pazos, Fernando (1989). La Fiesta del Libro en España: crónica y miscelánea. Madrid: Fundación Germán Sánchez Ruipérez; Pirámide.

"Confirmat l'èxit popular de la Setmana del Llibre" (1984). Avui (13 marzo), p. 26.

Crexell, Joan (1990). El llibre a Catalunya durant la Guerra Civil. Barcelona: Publicacions de l'Abadia de Montserrat.

Dujovne, Alejandro; Sorá, Gustavo (2010). "Un hecho de política cultural: Argentina en la República Mundial de la Edición". A: Fallace, Magdalena (coord.). Feria del Libro de Frankfurt. Argentina, País invitado de honor 2010. Buenos Aires: Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, p. 217–223.

"El día del libro" (1938). La Vanguardia (16 junio), [suplement gràfic, p. 2–3].

"El próximo día 24 se celebrará la Fiesta del libro" (1941). La Vanguardia (4 abril), p. 2.

"El LIBER busca empènyer la venda de llibres" (2014). Barcelona.Cat. Barcelona: Ajuntament de Barcelona. <http://ajuntament.barcelona.cat/barcelonallibres/ca/noticia/el-liber-busca-empzunyer-la-venda-de-llibres#.WtH3jGuIC9I>. [Consulta: 12/10/2017].

"El Saló del Còmic alcanza por primera vez los 100.000 visitantes" (2007). La Vanguardia (23 abril), p. 41.

"El Saló del Còmic consolida el seu rècord de visitants" (2017). El Punt Avui (2 abril). <http://www.elpuntavui.cat/cultura/article/19-cultura/1109932-el-salo-del-comic-consolida-el-seu-record-de-visitants.html>. [Consulta: 12/10/2017].

"El Saló del Llibre deja de celebrarse", 2008. La Vanguardia (10 mayo), p . 40.

Elisabet Parra Comunicació (2014). 64a Fira del Llibre d'Ocasió, Antic i Modern. Dossier de premsa. <https://elisabetparracomunicacion.files.wordpress.com/2014/09/140919-dp-fira-del-llibre-docasic3b3.pdf>. [Consulta: 12/10/2017].

"En la feria del libro" (1937). La Vanguardia (3 junio), [suplemento gráfico, p. 2–3].

Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura (1936). Decret [de 26 d'agost de 1936] per a estructurar, unificant-lo, el règim editorial de Catalunya i fer que responguin al nou esperit; per a resoldre el problema social gravíssim que planteja l'absoluta paralització dels afers editorials, impressors, relligadors, enquadernadors, repartidors, comissionistes, viatjants, cobradors i personal administratiu. DOGC, núm. 241, 29 agost 1936, p. 1228. <http://dogc.gencat.cat/web/.content/continguts/serveis/republica/1936/19360241.pdf>. [11/11/2018].

Generalitat de Catalunya (2016). "Llibres per a les biblioteques públiques". <http://web.gencat.cat/ca/actualitat/detall/Llibres-per-a-les-biblioteques-publiques>. [Consulta: 12/10/2017].

Herranz, Maria Dolors (2016). "Fira de Barcelona organitza a l'octubre Liber, la major trobada del llibre en espanyol". Liber.es. Barcelona: Fira de Barcelona, 31 de març. <http://www.liber.es/ca/notas-de-prensa/-/prensa/detalle/7054921/np-liber-2016>. [Consulta: 12/10/2017].

Institut Català de les Empreses Culturals (2016). Memòria de l'Institut Català de les Empreses Culturals 2015. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura. Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC). <https://issuu.com/icec_generalitat/docs/160628_memo__ria>. [Consulta: 12/10/2017].

— (2017a). Hàbits de lectura i compra de llibres a Catalunya Informe de resultats 2016. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura. Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC). <https://issuu.com/icec_generalitat/docs/ha__bits_de_lectura_i_compra_de_lli>. [Consulta: 12/10/2017].

— (2017b). Memòria de l'Institut Català de les Empreses Culturals 2016. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura. Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC). <https://issuu.com/icec_generalitat/docs/memo__ria2016>. [Consulta: 12/10/2017].

Juanico, Núria (2017). "La Setmana del Llibre en Català bat rècords de facturació amb un 14 % més de vendes que el 2016". Ara (19 septiembre). <https://llegim.ara.cat/actualitat/Setmana-Llibre-Catala-record-facturacio_0_1872412868.html>. [Consulta: 12/10/2017].

"La 'i Feria del Libro de Barcelona' se abrirá el próximo viernes" (1977). La Vanguardia (8 junio), p. 33.

"La Feria del libro" (1942). La Vanguardia (4 abril), p. 3.

"La fiesta de la independencia" (1940). La Vanguardia (3 mayo), p. 1.

"La fiesta del 2 de mayo" (1940). La Vanguardia (1 mayo), p. 4.

"La fiesta del libro aplazada" (1940). La Vanguardia (19 abril), p. 5.

La Setmana del Llibre en Català (2011). Barcelona: Associació d'Editors en Llengua Catalana, actualització 2017. "Història de la Setmana del Llibre en Català". <http://www.lasetmana.cat/qui-som>. [Consulta: 14/11/2017].

"LIBER 1984" (1984). Avui (27 septiembre), p. 24–29.

"Liber celebra su 35 aniversario en Madrid" (2017). Ifema.es. Madrid: IFEMA, <http://www.ifema.es/liber_01/InformacionGeneral/Presentacion/index.htm>. [Consulta: 12/10/2017].

López Villalobos, Dayana (2014). "¿Ferias o mercados? Representaciones sobre el libro, la lectura y la escritura en el marco de las ferias del libro". Quórum académico, n.º 11, p. 112–134.

Manzano, Emilio (1994). "El Saló del Cómic abre sus puertas en la estación de França". La Vanguardia (5 mayo), p. 41.

Martín, Antonio (1981). "Ante el Salón del Cómic y la Ilustración. Un certamen para todos". La Vanguardia (27 mayo), p. 45.

Martínez Rus, Ana (2001). La política del libro sobre la Segunda República: socialización de la lectura. Tesi doctoral. Universidad Complutense de Madrid. <http://www.ucm.es/BUCM/tesis/ghi/ucm-t25567.pdf>. [Consulta: 12/10/2017].

— (2003). "La política del libro y las ferias del libro de Madrid (1901–1936)". Cuadernos de historia contemporánea, vol. 25, p. 217–234.

— (2013). "Expolios, hogueras, infiernos. La represión del libro (1936–1951)". Represura, n.º 8. <http://www.represura.es/represura_8_febrero_2013_articulo2.pdf>. [Consulta: 12/10/2017].

Moeran, Brian (2010). "The book fair as a tournament of values". Journal of the Royal Anthropological Institute, vol. 16, no. 1, p. 138–154.

— (2011). "The book fair as a tournament of values". A: Moeran, Brian; Strandgaard Pedersen Jesper (eds.). Negotiating Values in the Creative Industries: Fairs, Festivals and Competitive Events. Cambridge: Cambridge University Press, p. 119–144.

Nopca, Jordi (2016). "Les vendes per Sant Jordi creixen un 3 %, i el 54 % són en català". Ara.cat (29 abril). <https://www.ara.cat/cultura/vendes-Sant-Jordi-creixen-catala_0_1567643288.html>. [Consulta: 12/10/2017].

Orúe, Eva (2012). "Ferias del libro. El contacto directo con el lector". Delibros, n.º 264, p. 30–33.

Palma Martos, María Luisa; Martín Navarro, José Luis (2009). "El mercado del libro en España 1989–2006. Un análisis económico". Estudios de economía aplicada, vol. 27, n.º 1, p. 223–250.

Pla de lectura 2020 (2017). Vol. 1. Barcelona: Generalitat de Catalunya. <http://www.govern.cat/pres_gov/AppJava/docrel/nota-premsa/contingut/download/217293.htm>. [Consulta: 12/10/2017].

Ramírez Alvarado, María Matilde (2015). "La Feria del Libro y sus funciones". Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, n.º 109, p. 47–53.

Rivaud Morayta, Amelia; Kloss Fernández del Castillo, Gerardo (2000). "De ferias, bibliotecas, pasado, futuro, justicia, democracia y otros temas… Reflexiones sobre una visita a la reunión anual de la American Library Association". Educación y biblioteca, n.º 116, p. 20–26.

"Salon del Cómic y del Libro Ilustrado". La Vanguardia (24 febrero), p. 26.

Serrano, Álvaro; Verdú, Manel (2015). "Pla nacional de lectura 2012–2016". DeCultura, núm. 29. <http://dadesculturals.gencat.cat/web/.content/dades_culturals/09_fulls_decultura/arxius/29_DeCultura_PNL.pdf>. [Consulta: 12/10/2017].

Torner, Carles (2009). "Una diplomàcia cultural paradoxal?". Via. Valors, idees, actituds: revista del Centre d'Estudis Jordi Pujol, núm. 9, p. 119–132.

UNESCO (2010). Políticas para la creatividad. Guía para el desarrollo de las industrias culturales y creativas. [Buenos Aires]: UNESCO; AECID. <http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/CLT/images/UNESCOCulturalandCreative
Industriesguide_01.pdf >. [11/11/2018].

Uribe Schroeder, Richard (2012). "Origen de las ferias del libro". A: Uribe Schroeder, Richard; Zapata López, Fernando; Jaramillo Hoyos, Bernardo; dos Santos Piúba, Fabiano; Torres Cadena, Mónica; Rueda Azcuénaga, Juan Carlos; Boix-García, Marifé; Herrero de Consiglio, Mónica. Las ferias del libro. Manual para expositores y visitantes profesionales. Bogotá: CERLAC, UNESCO, p. 21–31.

Vidal-Folch, Ignasi (1993). "'Barcelona ya tiene el salón internacional del cómic más importante del mundo'. Entrevista a Joan Navarro, director del Saló del Còmic de Barcelona i de Glénat". La Vanguardia (9 abril), p. 28.

Vila-Sanjuán, Sergio (1988). "El Saló Internacional del Còmic acoge en las Drassanes el homenaje del tebeo de Barcelona". La Vanguardia (27 mayo), p. 67.

— (1999). "Latidos de la indústria cultural". La Vanguardia (28 mayo), p. 3 (suplemento Libros).

Villarino Pardo, María del Carmen (2016). "Estrategias y procesos de internacionalización Vender(se) y mostrar(se) en ferias internacionales del libro". A: Galnes Santos, Iolanda; Luna Alonso, Ana; Montero Küpper, Silvia; Fernández Rodríguez, Áurea. La traducción literària. Nuevas investigaciones. Granada: Comares, p. 73–92.

Weidhaas, Peter; Gossage, Carolyn (2007). A History of the Frankfurt Book Fair. Toronto: Dundurn Press.

Notas

¹ Ahora bien, es necesario no olvidar que las ferias son también una herramienta política. Por ejemplo, la presencia en la actualidad de muchos países en las ferias de libros internacionales sirve a las estrategias de política y diplomacia cultural (Torner, 2009; Dujovne; Sorá, 2010; Villarino Pardo, 2016).

² Aunque parece que tal día en Barcelona las lluvias eran frecuentes, según recoge de forma quejosa La Vanguardia ("En la feria del libro", 1937).

³ Por ejemplo, la Llibreria Catalònia admitió haber vendido alrededor de 20.000 volúmenes, casi la mitad de ellos en catalán.

⁴ La situación fue considerada tan grave que el Govern tuvo que publicar un decreto de organización y reactivación encargando la tarea a la Agrupació d'Escriptors Catalans (Generalitat de Catalunya. Departament de Cultura, 1936).

⁵ Colección Carteles del Pabellón de la República (UB); C-5370. Versión digital disponible en: <http://mdc.cbuc.cat/cdm/ref/collection/pavellorepu/id/816>. [Consulta: 12/10/2017].

⁶ A pesar de esto, la actividad comercial parece que fue todo un éxito. La obra más vendida fue Aloma, de Mercè Rodoreda, Premio Joan Crexells de 1937, del cual se hizo una tirada de 4.000 ejemplares (Crexell, 1990, p. 35–36).

⁷ Este no fue el primer intento gremial. Tres o cuatro años antes ya se había intentado poner en marcha una feria de estas características en el Born, pero sin éxito.

⁸ En ediciones posteriores se han utilizado otros recursos para acercar LIBER al gran público. Por ejemplo, en la edición de 2014 el público no profesional podía entrar a partir de las 4 de la tarde ("El LIBER busca…", 2014).

⁹ Sin embargo, hace falta aclarar que no siempre se ha hecho en Barcelona o, al menos, de manera exclusiva.

¹⁰ Tampoco se pueden considerar ferias los diferentes mercados semanales de coleccionismo o productos de segunda mano como el Mercado Dominical de Sant Antoni, en Barcelona, el más emblemático de Cataluña.

¹¹ Las diferentes ediciones se encuentran disponibles en: <https://issuu.com/icec_generalitat/stacks/ba2456ba27f645ce9c6add77731e8b60>. [Consulta 12/10/2017].

¹² Al margen existen iniciativas realizadas en contextos concretos como la Fira del Llibre Prohibit (Feria del Libro Prohibido) dentro de la Setmana del Llibre Prohibit (Semana del Libro Prohibido), en el Born de Barcelona (7 de junio de 2015), y, el Mercat del Llibres Prohibits (Mercado de Libros Prohibidos), dentro de la Setmana de la Cultura Prohibida, también en el Born (28 y 29 de mayo de 2016).

¹³ En la tabla no se han incluido ferias dedicadas básicamente al intercambio de libros y material como las de Figueres, Palafolls o Castelló d'Empúries que tienen esencialmente otra función. Por el mismo motivo quedan excluidas las ferias de intercambio de libros que generalmente se realizan en fechas cercanas a la fiesta de Sant Jordi.

¹⁴ Hace falta considerar que a veces la responsabilidad gestora recae en más de una organización, por lo que el número de responsabilidades supera al de ferias.

¹⁵ Véase, por ejemplo, el artículo de Jordi Nopca (2016) en el periódico Ara.