Julio Alonso Arévalo
Jefe de la Biblioteca de la Facultad de Traducción
y Documentación
Universidad de Salamanca
Grupo de investigación E-LECTRA
José Antonio Cordón García, Raquel Gómez Díaz
Profesores de la Facultad de Traducción y Documentación
Universidad de Salamanca
Grupo de investigación E-LECTRA
Resumen
Objetivo: El objetivo del estudio es hacer un diagnóstico del libro electrónico en las bibliotecas universitarias de Castilla y León, esto es, analizar el grado de incorporación a sus colecciones y su nivel de penetración, con el fin de articular sistemas de difusión y uso y planificar estrategias de futuro.
Metodología: Se han realizado distintas encuestas que tratan de compilar la información desde la triple perspectiva de los responsables de los servicios de adquisiciones, los bibliotecarios y los usuarios de libros electrónicos en las bibliotecas universitarias.
Resultados: Los datos obtenidos muestran como la tendencia seguida en las bibliotecas universitarias de Castilla y León son similares a las de otros países con mayor tradición en el uso de los libros electrónicos.
Abstract
Objective: The aim of the study is to offer a diagnosis of the use of e-books in the university libraries of Castilla y León, i.e. to analyse the degree of incorporation of e-books in their collections and their level of penetration, in order to develop systems of dissemination and use and to plan future strategies.
Methodology: various surveys were conducted in order to compile information from a three-way perspective: that of those responsible for acquisition services, that of the librarians and that of the users of e-books in the university libraries.
Results: The information obtained shows how the procedures followed by the university libraries of Castilla y León are similar to those in other countries with greater experience in the use of e-books.
1 Introducción
Las TIC han fortalecido y han favorecido las prestaciones de las bibliotecas en términos de calidad y capacidad de servicio; esto ha provocado un cambio del centro de gravedad, que ha pasado de la colección física a la colección virtual. Primero fueron las obras de referencia, posteriormente le tocó el turno a las revistas electrónicas, y el momento actual es el de la incorporación del libro digital, que complementa el círculo de lo que algunos han denominado la "tercera ola" de la revolución digital (Cordón García [et al.], 2010).
Aunque la lectura digital se viene practicando desde hace bastante tiempo, solo en lo últimos años esta tendencia se ha instituido como práctica consolidada e irreversible. No se debe olvidar que este tipo de lectura abarca un abanico amplio de contenidos, artículos de revistas, blogs, prensa, etc., con el único requisito de estar disponibles en un dispositivo electrónico, sea dedicado, como es el caso de un e-reader, o no (tableta, ordenador, móvil, etc.).
La incorporación de las distintas tecnologías a la biblioteca viene determinada, entre otros motivos, por un cambio en los modelos de aprendizaje, y en ellos la biblioteca tiene la posibilidad de adquirir un papel muy relevante y convertirse en un elemento clave de la enseñanza, ahora más flexible y mejor adaptada al alumno (Cordón García [et al.], 2012). Teniendo esto en cuenta, prácticamente todas las bibliotecas han diseñado, o lo están haciendo, plataformas para ofrecer sus productos digitales en línea, y es en este entorno donde el libro electrónico puede jugar un papel crucial. De ahí la importancia de conocer cómo se está implantando y aportar algunas estrategias que mejoren su incorporación.
1.1 El libro electrónico en la biblioteca universitaria
El libro electrónico no es una novedad en el ámbito académico. Su comercialización comenzó en los años noventa, junto a las revistas electrónicas, aunque su éxito y su aceptación fueron discretos. En aquellos años se utilizaba más como material complementario para la consulta y ratificación de un dato concreto, que como materia de estudio o de investigación (Stelle; Woodward, 2009). Sin embargo, esta tendencia se ha modificado en parte gracias a la disponibilidad de un mayor tipo de dispositivos que facilitan y flexibilizan la experiencia de la lectura (netbook, tabletas, e-reader, móviles).
En principio los libros electrónicos se presentaron en la biblioteca como "los solucionadores" de algunos de los grandes problemas que siempre han tenido las bibliotecas universitarias: el espacio, el deterioro y la reposición de materiales, la gestión de la colección, la disponibilidad de manuales múltiples, etc. Pero esto no ha resultado ser así, sino que el libro electrónico ha abierto la puerta a nuevos problemas: la variedad de modelos de adquisición; la diversidad de formatos; problemas de normalización, de selección, de gestión, o las limitaciones establecidas por los editores a través de sistemas DRM, a los que es necesario dar una respuesta.
El usuario y también los fondos de las bibliotecas universitarias responden a unas características concretas y por ello es necesario hacer estudios centrados en ellos para detectar cómo se está realizando esta implementación. Al respecto existen ya algunos estudios que muestran, por ejemplo, que las preferencias de los usuarios se orientan más al acceso a recursos en línea que al uso de libros y otros materiales en los locales de las bibliotecas. Asimismo muestran cómo se produce un incremento en el acceso a los recursos electrónicos en línea frente a un fuerte descenso en el número de préstamos de libros impresos realizados en las bibliotecas (Shen, 2011).
Figura 1. Graf. izdo. Descenso en el número de préstamos en BU en Estados Unidos. Graf. Dcha. Incremento del número de accesos a libros electrónicos
Además la llegada del libro electrónico a la biblioteca está propiciando la búsqueda de nuevas posibilidades para la gestión de la colección, así, por ejemplo, la OCLC se ha planteado un proyecto para estudiar la viabilidad de la gestión de la externalización por medio de proveedores de servicios compartidos de las colecciones de libros impresos de bajo uso de las bibliotecas universitarias, el proyecto también incluye la digitalización de libros impresos a gran escala (Malpas, 2011). Además, las propias editoriales y distribuidores que trabajan en el ámbito científico están planteando modelos de negocio orientados a facilitar la transición del modelo analógico al digital, como es el caso de Ebsco o de eBrary.
La explosión de ventas de libros electrónicos durante 2011 ha continuado su fuerte desarrollo. Los libros electrónicos representaron el 14 % del total de unidades vendidas en Estados Unidos en el segundo trimestre del año, en comparación con el 3 % en el mismo periodo de 2010 (Paxhia; Parsons, 2011). En el ámbito académico el 95 % de las bibliotecas universitarias estadounidenses disponen de libros electrónicos, con una media de 65.208 volúmenes por biblioteca (Library Journal, 2011). Además, uno de cada tres estadounidenses tiene de un dispositivo dedicado de lectura (Rainie [et al.], 2012), y el 33 % de los bibliotecarios universitarios estadounidenses consideran que los libros electrónicos han aumentado la circulación de materiales y han traído nuevos usuarios a la biblioteca.
Según el informe "Situación actual y perspectivas del libro digital en España II", la lectura a través de dispositivos dedicados se estima que está en torno al 3,3 % en el último semestre de 2012 (Libro, 2012). Por ello queríamos conocer cuál es la realidad y las perspectivas del libro electrónico en las bibliotecas universitarias de Castilla y León.
2 Objeto y metodología del estudio
El objetivo del estudio es conocer la situación del libro electrónico en las bibliotecas universitarias de Castilla y León, así como la percepción y prácticas de los usuarios y los profesionales de las diferentes universidades. Para ello se seleccionaron las bibliotecas de las cuatro universidades públicas de Castilla y León y de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Para la recogida de información se diseñaron tres encuestas dirigidas a tres colectivos distintos. La primera, dirigida a los responsables de los servicios de adquisición, recopila información sobre usos y presupuestos de sus colecciones de libros electrónicos. Esta encuesta, con preguntas abiertas, fue enviada por correo electrónico a todos los responsables de las bibliotecas universitarias objeto de estudio, durante el mes de mayo de 2012. La tasa de respuesta fue del 100 %.
La segunda se dirigió al personal de las bibliotecas. En ella se recabó información acerca de la percepción de los bibliotecarios sobre el libro electrónico en su entorno de trabajo, los factores que impulsan su compra y la actividad de circulación en el público. Por último, con la encuesta dirigida a los usuarios de las mismas bibliotecas universitarias, se buscaba saber qué conocen y qué utilizan. Estas dos últimas encuestas se realizaron con la herramienta de Google Drive entre los meses de marzo y junio de 2012. Los datos así obtenidos han permitido la comparación con lo que ocurre en otros entornos. A pesar de que la tasa de respuesta no ha sido tan elevada como se esperaba (tan solo han cumplimentado 13 cuestionarios en el caso del personal de las bibliotecas y 58 cuestionarios en el caso de los usuarios) la validez de los datos es suficiente para vislumbrar cómo los bibliotecarios de las universidades de Castilla y León consideran el futuro del libro electrónico en sus bibliotecas. En cuanto a los usuarios, un dato significativo es que un porcentaje elevado de contestaciones corresponde al personal docente e investigador, con lo que las respuestas se han visto enriquecidas con opiniones de un sector que no suele aparecer en las mismas.
3 Situación de los libros electrónicos en las bibliotecas universitarias de Castilla y León
Con el objeto de arrojar una mayor claridad sobre las preguntas se establece el análisis de los principales datos de cada uno de los colectivos.
3.1 Encuesta a los responsables de los servicios
3.1.1 Adquisiciones
Las universidades de Castilla y León disponen de casi 7,5 millones de libros en sus bibliotecas. El libro electrónico aún representa una porción muy reducida en las colecciones con unos 28.000 ejemplares, lo que arroja una media de unos 5.500 libros por biblioteca, una cifra muy lejana de los 65.207 libros electrónicos de media que disponían las bibliotecas universitarias de Estados Unidos, según los datos proporcionados por el informe Ebook Penetration Reports 2011 (Library Journal, 2011).
La proporción de la inversión en libros electrónicos es aún muy baja en cuanto al presupuesto que las diferentes universidades invierten en adquisiciones generales, con una media del 2,33 % de la inversión total en adquisiciones, o un 4,92 % de la inversión en recursos electrónicos; en este sentido hay que tener en cuenta que las revistas se llevan la mayor parte de la inversión de los recursos electrónicos por lo que el porcentaje del presupuesto destinado a los libros electrónicos es muy pequeño. Como cifra comparativa las bibliotecas universitarias estadounidenses están invirtiendo ya una media del 7,2 % de los presupuestos en libros electrónicos. (Library Journal, 2011)
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Tabla 1. Representación de la inversión en libros electrónicos
Fuente: Encuesta a directores y responsables de servicios de adquisición
3.1.2 Acceso a los materiales
El acceso a los materiales electrónicos en las bibliotecas universitarias de Castilla y León se realiza a través de las plataformas de los diferentes distribuidores o editores que han integrado los recursos en el catálogo de las mismas. Además, algunas de las universidades también ofrecen libros y tesis doctorales a través de su repositorio institucional, como es el caso de la Universidad de Salamanca que mantiene un acuerdo con el servicio de publicaciones de la universidad para el depósito de este material publicado en formato electrónico, en CD-ROM, a través de la colección "Vitor". Todas las bibliotecas universitarias de Castilla y León pertenecientes al consorcio BUCLE disponen de algún tipo de mandato que obliga al depósito de las tesis doctorales en el repositorio institucional.
3.1.3 Los dispositivos de lectura
En cuanto a los dispositivos de lectura, las dos universidades de Salamanca ofrecen e-readers en préstamo. En la mayoría de los casos con tarjetas precargadas con libros clásicos, y en algún caso también con materiales especializados disponibles bajo licencias Creative Commons. Esta práctica es muy común en bibliotecas españolas, quizás por la escasa disponibilidad de contenidos, frente a lo que ocurre en bibliotecas universitarias estadounidenses, donde según el mismo informe de Library Journal tan sólo el 26 % de las bibliotecas prestan dispositivos lectores.
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Tabla 2. Sistemas de acceso a los libros electrónicos y disponibilidad de dispositivos
Fuente: Encuesta a directores y responsables de servicios de adquisición
3.1.4 Formatos y disciplinas cubiertas
En cuanto a los formatos de los contenidos en la mayoría de los casos se trata —como es habitual en el área científica— de documentos en formato PDF, aunque alguna plataforma ofrece materiales en el formato ePub, más utilizado para la literatura de ficción.
Según afirman los responsables de los servicios de bibliotecas, la mayoría de los usuarios leen estos documentos en la pantalla del ordenador, son pocos los usuarios que realizan aún la lectura de estos documentos en dispositivos dedicados. Sólo la Universidad de León ofrece tabletas a sus usuarios. En el caso de bibliotecas norteamericanas el 32 % de los lectores en el ámbito académico leen los contenidos ofrecidos por sus bibliotecas en dispositivos dedicados (16 % e-readers y un 17 % en tabletas).
En cuanto a la cobertura de las colecciones, se adecuan a las disciplinas que cubre cada universidad, y este criterio es uno de los referentes de cara a la selección de materiales. En el caso de la Universidad de Valladolid hay una selección más orientada a las disciplinas científico-técnicas Otras universidades —como Salamanca— cubren casi todas las áreas, aunque hay una mayor orientación a las áreas científicas. En cuanto a las proyecciones de futuro por disciplinas existe el convencimiento, común a todas las universidades, de que el desarrollo futuro del libro electrónico será más evidente en las áreas científico-técnicas.
3.1.5 Criterios de compra y modelos de adquisición
En cuanto a los criterios de compra, casi todas las bibliotecas del sistema apuntan como principal criterio el económico; en segundo lugar, aparecen criterios relacionados con la accesibilidad, disponibilidad, propiedad y adecuación de las colecciones. Casi todos los responsables ponen de manifiesto la importancia del acceso multiusuario.
Respecto a los modelos de adquisición preferidos existe unanimidad sobre la preferencia de la compra individualizada y a perpetuidad (Pick and chose), aunque en casi todos los casos las bibliotecas disponen de paquetes ofrecidos por los editores bajo suscripción anual, con licencias multiusuario casi siempre (Martín González; Pivetta, 2008).
Las cuatro universidades públicas disponen de colecciones de Elsevier, 3 de ellas de Ebsco, 2 de Springer. Otros distribuidores presentes son Dawson, NetBiblio, E-Libro y Ovid tal y como se muestra en la siguiente tabla.
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Tabla 3. Proveedores de libros electrónicos
Fuente: Encuesta a directores y responsables de servicios de adquisición
Una de las formas de adquisición que se están desarrollando en Estados Unidos es la cooperación a través de los consorcios creados para la adquisición de otros recursos electrónicos. En este sentido, las bibliotecas objeto de estudio pertenecen al consorcio BUCLE y adquieren de forma cooperativa los libros electrónicos de la colección "IEEE Xplore Digital Library. Conference Proceedings".
En lo que se refiere al rendimiento de las colecciones la mayoría de las bibliotecas universitarias no dispone de otros mecanismos de medición que los proporcionados por los propios editores o distribuidores, a veces carentes de modelos normalizados o basados en criterios diversos y poco claros. Solamente la Universidad de Salamanca está utilizando una herramienta de medición específica, ERM as a Service de la empresa SwetsWise.
3.1.6 Difusión de colecciones
Al igual que ocurre con otros estudios llevados a cabo, como el desarrollado en 2009 por JISC (JISC 2009), uno de los aspectos clave es el desarrollo de un plan de marketing para la difusión de las colecciones, ya que muchos de los usuarios ignoran la existencia de este tipo de fondos.
En casi todos los casos los libros se difunden a través del catálogo y plataformas de los editores (todas excepto Burgos), o a través de noticias en la web de la biblioteca (caso de las dos universidades ubicadas en Salamanca), pero solo la Universidad de Salamanca organiza cursos de formación sobre el libro electrónico y la lectura digital.
3.1.7 Libro electrónico y circulación de la colección
En cuanto a las proyecciones de futuro existe un criterio casi unánime de que las colecciones de libros electrónicos aumentarán (León y Universidad Pontificia) o al menos seguirán en la misma tónica en los próximos años en sus bibliotecas (Burgos y Valladolid), a pesar de la crisis económica general, que consideran que limitará fuertemente la capacidad de adquisición general de las bibliotecas universitarias de la región.
Según los responsables de los servicios y directores de bibliotecas el uso generalizado de los libros electrónicos se ve obstaculizado por una serie de factores, como los relativos a usos y costumbres de estudiantes e investigadores, los precios de los mismos, la poca disponibilidad de títulos de interés y, en menor medida, otras cuestiones relacionadas con la disponibilidad, accesibilidad, crisis económica y precios de los dispositivos de lectura.
A la pregunta sobre si el libro electrónico está teniendo un impacto importante sobre la circulación general de libros en las bibliotecas universitarias, la mayoría responden que aún no es evidente, pero que lo será en un futuro próximo. Los diferentes servicios de adquisiciones consideran que éstos representarán entre un 5 y un 15 % del presupuesto para los próximos 5 años, con un promedio de representación en los presupuestos destinados a adquisiciones del 10 %. Los datos planteados sobre esta misma cuestión para las bibliotecas de Estados Unidos, tomando como fuente el estudio de Library Journal, son del 18 % del presupuesto destinado a adquisiciones.
Previsión próximos 5 años | |
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Burgos |
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León |
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Salamanca |
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Valladolid |
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Promedio |
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Tabla 4. Previsiones de inversión en libros electrónicos
Fuente: Encuesta a directores y responsables de servicios de adquisición
3.1.8 Valoración de los atributos del libro electrónico
Por último se solicitó la valoración del 1 al 10 de los atributos relacionados con el libro electrónico, entre los atributos estaban la inmediatez, la accesibilidad, la disponibilidad, la movilidad y la usabilidad. Todos y cada uno de los aspectos fueron valorados por una puntuación que se acercaba o que superaba los 9 puntos, lo que pone de manifiesto el valor en alza que supone el libro electrónico en el futuro de las bibliotecas de la región.
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Valladolid |
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Promedios |
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Tabla 5. Valoración sobre los libros electrónicos
Fuente: Encuesta a directores y responsables de servicios de adquisición
En conclusión, el libro electrónico en la actualidad tiene una representación baja y un impacto muy limitado en las bibliotecas universitarias de Castilla y León, probablemente esta fotografía que hemos realizado para esta región sea extensible para la mayoría de las comunidades del territorio español. Aún quedan muchos aspectos por resolver como los relativos a modelos de licencias, limitaciones de uso o disponibilidad de contenidos. De cualquier modo es significativo el convencimiento sobre la implantación progresiva del libro electrónico en las bibliotecas, a pesar de la fuerte incidencia de la crisis económica en los presupuestos destinados a adquisiciones. Todos los responsables de las bibliotecas analizadas prevén que los libros electrónicos aumentaran en los próximos años y que tendrán un mayor impacto en la circulación.
3.2 Encuesta al personal de las bibliotecas
Para la encuesta realizada al personal bibliotecario, se tomó como ejemplo la desarrollada por la revista Library Journal (2011). Se buscaba conocer la percepción de los profesionales sobre los libros electrónicos, la política seguida en sus universidades y sus perspectivas de futuro. A pesar de que la tasa de respuesta no fue muy elevada (tan solo se recibieron 13 respuestas), sirve para obtener un perfil fiable, dado que están representados todos los sectores (8% de facultativos, 48% de ayudantes, 31% de técnicos y un 15% de auxiliares) en una distribución próxima a la propia estructura de las categorías profesionales existentes en las universidades. No se hace distinción de género puesto que no se considera relevante para el estudio.
3.2.1 Cambios en los usuarios
La encuesta pone de manifiesto que en las bibliotecas universitarias de Castilla y León la demanda de libros electrónicos es baja. Algunos usuarios preguntan ocasionalmente al personal bibliotecario respecto al tema, incluso algún usuario solicita que se adquiera algún material en formato electrónico De todos modos se percibe también —según los resultados de la encuesta— una tendencia a la baja en la demanda de libros tradicionales en préstamo. Menos de la mitad contestaron de los encuestados que algún usuario les ha preguntado si disponen de libros electrónicos. También es importante apuntar que gran parte del personal desconoce que su biblioteca tiene una política definida respecto a este tipo de material. En algunas de las respuestas se detecta una confusión entre el dispositivo de lectura (e-reader) y el archivo propiamente dicho (e-book), por lo que se sugiere que los responsables bibliotecarios desarrollen una política de formación e información sobre este fenómeno entre su propio personal.
Una de las cuestiones de interés planteadas se refiere a los cambios que ocasionará la inserción del libro electrónico en la práctica profesional. En este sentido, prácticamente el 60% de los encuestados consideran que la llegada del libro electrónico afectará en alguna medida a la práctica profesional; para otros, sólo se trata de un cambio de formato que no va a tener incidencia. Mientras que algunos profesionales apuntan hacia un futuro eminentemente digital, necesario por los propios sistemas de aprendizaje, más flexibles y adaptados a las necesidades de los usuarios, así como a los sistemas a la enseñanza virtual, otros profesionales apuntan a un cambio en la gestión de las colecciones, los presupuestos, procesos de adquisición, catalogación y las visitas presenciales de los usuarios a la biblioteca. Una parte importante opina que el libro electrónico facilitará el préstamo, y otros señalan las dificultades que plantea el DRM, así como la poca disponibilidad de títulos en formato digital.
Se planteó si el libro electrónico cambiaría la forma y los usos de lectura. En general, la mayoría considera que sí (92%), ya que aumenta las posibilidades de acceso y movilidad, además, integra recursos multimedia, lo cual influirá en los hábitos de lectura, especialmente en relación con la lectura científica, como ya ocurre con otros productos como las revistas electrónicas. También se apunta hacia otros sistemas de edición, como la copia fragmentada, la adquisición de capítulos e incluso se mencionan las diferencias de atención y percepción del usuario existente entre la lectura digital y la analógica.
3.2.2 Formatos de los libros electrónicos
Otro de los elementos que resulta de gran interés es ver las ventajas de cada uno de los formatos. El libro electrónico en general se asocia con accesibilidad, movilidad, inmediatez y espacio, y en menor medida con integración de elementos multimedia, legibilidad, perdurabilidad y ecología. El libro en papel se asocia generalmente a su nivel de autonomía, es decir, a la no necesidad de un dispositivo lector, a una mejor legibilidad y a la importancia de los elementos referenciales (paginación, tacto, olor, etc.). Debe destacarse que determinadas características se asocian a ambos tipos de formatos, como la legibilidad y la perdurabilidad. Pocos apuntan a la integración de recursos multimedia, y asocian el libro en papel con los libros de imágenes y fotografías. Casi todos los encuestados consideran que ambos soportes convivirán, aunque algunos de ellos destacan la importancia que tendrá el formato digital en la edición científica.
3.2.3 Uso de los dispositivos entre los bibliotecarios
El 54% de los bibliotecarios encuestados usan algún tipo de dispositivo de lectura dedicado: el 27% utiliza tabletas, un 55% usa lector de libros electrónicos (e-reader) y un 18% utiliza los dos. En cuanto a la percepción y experiencia de uso, aquellos que disponen de ambos tipos de dispositivos lectores manifiestan que utilizan el dispositivo de tinta electrónica para la lectura de placer, y que utilizan la tabletapara las tareas profesionales, como consulta de artículos, prensa, redes sociales, etc. Alguno de los encuestados comenta que aunque dispone de lector de libros electrónicos sigue leyendo en papel porque le resulta más placentero, aunque considera que la lectura electrónica es más práctica por cuestiones de movilidad, espacio, etc. Alguno de los encuestados dice que le resulta muy agradable la lectura en formato electrónico, pero se quejan de la falta de disponibilidad de títulos de libros que desearía leer.
3.2.4 Formación de los usuarios
En cuanto a la necesidad de formación de los usuarios de la biblioteca en el área de la lectura digital, el 92% de los encuestados declara que la consideran necesaria, sobre todo para aquellos usuarios de mayor edad ya que los "nativos digitales" están más familizarizados con los nuevos dispositivos. En todo caso se considera necesaria la orientación de la formación al uso de plataformas. Algunos bibliotecarios apuntan a la necesidad de un programa de formación como un medio de publicitación de los recursos de la biblioteca, que de otra manera difícilmente serían conocidos.
3.2.5 Libros electrónicos y circulación de los materiales
El 84% de los encuestados considera que el libro electrónico tendrán un efecto positivo en el aumento de la circulación de libros de la colección. Pero es necesario tener en cuenta factores como los sistemas de control como el DRM que limitan el uso de los libros, la incidencia de la crisis, la oferta de títulos y sobre todo los precios que establecen los editores y distribuidores, que incidirán negativamente en la adquisición de nuevos materiales y en la disminución de la circulación de libros impresos. Casi todos consideran que la llegada del libro electrónico mejorará la imagen de la biblioteca entre sus usuarios.
3.2.6 Conocimiento sobre la existencia de libros electrónicos en la biblioteca
Una cuestión planteada era si el personal de las bibliotecas universitarias de Castilla y León conocía la oferta de libros electrónicos de su centro. Según los datos proporcionados por los directores de los servicios de adquisiciones, todas las bibliotecas, en mayor o menor medida conocen la existencia de alguna colección, sin embargo la mitad de los bibliotecarios encuestados lo desconocen. Esto sugiere que las bibliotecas universitarias de Castilla y León deben de programar una política de formación e información del propio personal sobre el libro electrónico, usos, colecciones y perspectivas con el fin de prestar un mejor servicio y rentabilizar la inversión realizada.
Figura 2. Conocimiento sobre la existencia de libros electrónicos en las bibliotecas
Encuesta al personal de la biblioteca
3.2.7 Disposición de la colección
En cuanto a la disposición de la colección, la respuesta resulta confusa, ya que una buena parte está respondiendo que la disposición es a través del OPAC cuando a lo que se refieren es a los propios dispositivos. Por lo tanto los datos que se proporcionan en esta ocasión no tienen mucha validez, ya que en todos los casos los libros se ofertan al menos a través de las plataformas de los distribuidores. Sin embargo una buena parte del personal de la biblioteca desconoce esta circunstancia.
Figura 3. Disposición de la colección libros electrónicos en las bibliotecas
Encuesta a personal de la biblioteca
3.2.8 Formatos
En lo relativo a los formatos, sorprende que un tercio de los bibliotecarios desconozca esta información. Aunque los dos tercios que contestaron a esta cuestión respondieron que fundamentalmente se ofertan en formato PDF, más habitual de la literatura científica que el estándar EPUB, que es el formato más utilizado en la literatura recreativa.
Figura 4. Formatos de la colección de libros electrónicos en las bibliotecas universitarias
Encuesta a personal de la biblioteca
3.2.9 Áreas de conocimiento
En cuanto a las áreas de conocimiento, más de la mitad de los encuestados consideran que las ciencias (ciencias puras, medicina, ingeniería y arquitectura) serán las disciplinas en las que más se generalizará el uso de los libros electrónicos. Coincide con la respuesta del apartado anterior de los encargados de los servicios de adquisiciones. Una proporción importante, un 27%, apunta a las humanidades, concretamente las literarias, si bien parece se refieran a libros de ficción en lugar de a libros científicos, y a la capacidad de leer en dispositivos de tinta electrónica y no en tabletas, ya que indican que los libros científicos necesitan color o fotografías y consideran que no son aptos para el formato digital. Esta opinión muestra un desconocimiento importante de las posibilidades de este formato y de los dispositivos para integrar imágenes a gran resolución y elementos multimedia como hiperenlaces, animaciones, video o realidad aumentada.
Figura 5. Disciplinas que aumentarán el uso de libros electrónicos
Encuesta a personal de la biblioteca
De forma unánime, se considera que el formato digital aumentará en los próximos años, si bien algunos de los encuestados matizan que no lo hará en la proporción esperada debido a la crisis en la que estamos inmersos. También en este apartado consideran que el formato digital coexistirá con el formato impreso.
3.2.10 Factores que dificultan el uso de los libros electrónicos
En relación con la cuestión anterior están los motivos que impiden que los usuarios de las bibliotecas universitarias aún no utilicen más libros electrónicos. En este sentido más de la mitad de los bibliotecarios indicaron que aún no existe una oferta adecuada por parte de las editoriales en cuanto a títulos de interés para el estudio o la investigación, o títulos en idiomas distintos del inglés, como principal factor para favorecer el uso de libros electrónicos en las bibliotecas universitarias. Otra de las causas de este escaso o nulo uso está relacionada con un desconocimiento, por parte de los usuarios, de los libros de que dispone la biblioteca y, en menor medida, con cuestiones relacionadas con los procesos de adquisición, falta de dispositivos o licencias excesivamente restrictivas.
Figura 6. Factores que dificultan el uso de libros electrónicos
Encuesta a personal de la biblioteca
3.2.11 Atributos de los libros electrónicos
Finalmente se pidió a los profesionales de las bibliotecas universitarias de Castilla y León que evaluasen los atributos que se asocian con el libro electrónico, teniendo en cuenta la inmediatez, la accesibilidad, la disponibilidad o la movilidad, mediante preguntas cerradas que debían puntuar entre 0 y 5, en las que cero es un atributo menor. En todos los casos, el valor mínimo de estos atributos es como mínimo de 3 puntos, y el valor de la movilidad y en la usabilidad son, respectivamente, los más puntuados, ya que más de dos terceras partes de los encuestados los valoran por encima de 3 puntos.
3.3 Encuesta a los usuarios
El tercer sector al que nos dirigimos fue a los usuarios. A pesar de que la tasa de respuesta no fue muy elevada (60 respuestas), dados los resultados los datos se pueden considerar válidos. La distribución por géneros fue equilibrada, un 53% hombres y un 47% mujeres.
La media de edad de los encuestados fue alta, en torno a los 37 años, ya que las categorías de usuarios que contestaron a las cuestiones eran en su mayoría profesorado (90%), y en menor medida bibliotecarios (8%) y alumnos (2%). Esto tiene que ver con las posibilidades de difusión de la encuesta y las diferentes políticas sobre distribución de listas de las universidades. Se puede decir que es una encuesta válida para analizar el perfil de los docentes e investigadores de las bibliotecas universitarias de Castilla y León. Respecto a las áreas de conocimiento de los encuestados, el perfil es muy equilibrado entre ciencia y tecnología (43%) y ciencias sociales y humanidades (57%).
3.3.1 Tenencia de dispositivos
En cuanto a qué dispositivos dedicados a la lectura tienen los usuarios, los resultados indican que más de la mitad de los encuestados disponen de uno (el 53%), sean tabletas o lectores de tinta electrónica. Esta cuestión aporta dos datos importantes, el primero es que en el ámbito académico hay más personas que disponen de dispositivos lectores que en la media de la población y por otra parte probablemente también las personas que disponen de dispositivo son más inclinadas a contestar a una encuesta sobre libros electrónicos.
En cuanto al tipo de dispositivo, la mitad disponen de tabletas, y la otra mitad de dispositivos de tinta electrónica (e-readers). En cuanto a las marcas la más popular es el iPad de Apple, con el 39% de los entrevistados, y sólo un 11% que dispone de una tableta con sistema Android (Samsung, Motorola, Assus, etc.). En cuanto a los e-readers, los más usados son Kindle de Amazon (19%) y Sony Reader (17%). Es significativo que el 11% utilicen el teléfono móvil como dispositivo lector.
Figura 7. Tipo de dispositivo
Encuesta a usuarios
3.3.2 Finalidad del uso del dispositivo
Respecto a la finalidad de uso del dispositivo de lectura, la mayoría lo utilitza para la lectura de textos científicos: artículos de revista, libros o informes técnicos. También un número importante de los encuestados lo utilizan para la lectura de ocio, consultar Internet, lectura de revistas divulgativas y en menor medida para jugar o leer cómics. Este hecho pone de relieve que la lectura digital es una actividad más amplia que la lectura de libros electrónicos —aunque su desarrollo ha venido impulsado por éstos—, ya que estos dispositivos, especialmente las tabletas y los ordenadores, se usan para leer todo tipo de contenidos. Por ejemplo en el caso de España, según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros de 2011,el número de lectores digitales es del 52,7%, aunque los que utilizan un dispositivo dedicado son el 3,9% de los usuarios (FGEE, 2012).
3.3.3 Aplicaciones utilizadas en la lectura
iBooks de Apple para IPad es la aplicación de lectura más utilizada, con un 38% de los casos, seguida de aquellos usuarios que no usan ninguna aplicación específica, porque cuando leen en formato digital lo hacen sobre dispositivos de tinta electrónica (e-readers). Otras aplicaciones de lectura utilizadas son PDF notes y similares, que son las aplicaciones más adecuadas para la lectura científica sobre formatos PDF, permitiendo anotar, subrayar, enviar y subir a la nube en un 10% de los casos; finalmente se usa la aplicación de lectura de Amazon disponible para iPad en un 8%.
Figura 8. Aplicaciones utilizadas para la lectura
Encuesta a usuarios
3.3.4 Nivel de conocimientos acerca de los recursos
Asimismo nos interesaba conocer cuál nivel de conocimientos que los usuarios consideran que tienen sobre los recursos de su universidad. A este respecto, un 42% indica que es bueno, aunque más de la mitad (56%) considera que es escaso o pobre. Solamente en un 2% de los casos correspondiente a la categoría profesional bibliotecaria consideran que es excelente. De aquí se deriva la necesidad de una mejor política de difusión y formación en el uso y conocimiento de los recursos electrónicos de las universidades, como ya se ha puesto de relieve en otros apartados de este estudio.
Sobre si el usuario sabe si su biblioteca dispone de colecciones de libros electrónicos, es muy significativo que un 42% desconoce que su biblioteca tiene libros electrónicos, y dado que, tal y como se ha mostrado, las universidades están invirtiendo en estos recursos, es necesario establecer una política de formación e información de cara a un mejor aprovechamiento de estos recursos.
En cuanto a la utilización de los libros electrónicos, el 65% declara que nunca ha utilizado libros electrónicos de su biblioteca. Lo que da idea del bajo nivel de penetración que tiene el libro electrónico entre los usuarios de las bibliotecas universitarias de Castilla y León. Entre aquellos que lo utilizan (un 35%), la frecuencia de uso es muy baja, normalmente la mayoría de ellos lo utiliza menos de una hora por semana. Sólo un 2% lo utiliza más de 10 horas semanales.
Figura 9. Uso de los libros electrónicos de la universidad
Encuesta a usuarios
Asimismo se solicitó a aquellos que no utilizaban libros electrónicos que indicaran los motivos, con distintas respuestas no excluyentes. La respuesta más contundente fue que no sabían dónde encontrarlos en el web de la biblioteca. Esta respuesta nos lleva a incidir en la necesidad de desarrollar políticas para corregir esta deficiencia. Así mismo destacan respuestas sólo disponen de libros para otras áreas (16 respuestas), preferencia por los libros de papel (14 respuestas), no es necesario utilizarlos (14 respuestas) y que la oferta aún no es atractiva (12 respuestas)
Figura 10. Nivel de conocimiento de los recursos de su universidad
Encuesta a usuarios
En cuanto al tipo de recursos que los usuarios emplean en sus actividades los libros electrónicos tienen una frecuencia de uso menor que otros recursos —tal y como se muestra en la figura siguiente—, a diferencia de los libros impresos, que utilizan 59 de los 60 usuarios que respondieron a la encuesta, o las revistas electrónicas, las obras de referencia en línea o la prensa en línea, con un nivel de uso cercano al 90% en todos los casos, tanto para las tareas de trabajo como para el uso personal.
Figura 11. Uso de recursos por tipos
Encuesta a usuarios
3.3.5 Uso de los libros electrónicos
Los libros electrónicos los usan para docencia e investigación 23 de los 60 usuarios que respondieron a la encuesta. Otros 16 los utilizan únicamente para lectura recreativa. Y no utilizan libros electrónicos 13 de los 60 encuestados. Es decir, el 44% está utilizando libros electrónicos con fines de trabajo o investigación, y un 31% lo hace para la lectura recreativa. Un 25% de los encuestados no utiliza nunca libros electrónicos. Hay que tener en cuenta que el libro electrónico está iniciando su andadura frente a otros recursos ya consolidados como es el caso de las revistas electrónicas, o la prensa en línea, donde encontramos significativas preferencias por el uso del formato electrónico respecto al impreso, que serían más acusadas si se hubiera medido la frecuencia de uso de ambas.
3.3.6 Fiabilidad atribuida a los libros electrónicos
Otro aspecto interesante es conocer el nivel de fiabilidad que los usuarios conceden a estos recursos. La medición está estimada sobre 60 puntos, que es el número de contestaciones recibidas. Según este análisis, se otorga a los libros electrónicos un alto nivel de fiabilidad, y ocupa el cuarto lugar respecto al resto de recursos. El mayor nivel de fiabilidad lo tienen los libros impresos (56 puntos), seguidos de las revistas y revistas electrónicas (54 puntos) que obtienen el mismo nivel de confianza tanto en el formato impreso como en el digital. El libro electrónico (43 puntos) aún está a 11 puntos respecto al nivel de confianza que los usuarios otorgan a los libros impresos. Aunque el nivel de confianza es mucho mayor del otorgado a otros productos digitales como blogs (9 puntos), podcasts (16 puntos), Wikipedia (24 puntos) o prensa digital (38 puntos). Aunque hay que decir que el libro y las revistas en general obtienen un nivel más alto de confianza general por lo que tanto en su formato impreso como digital son productos sometidos a arbitraje por parte de expertos.
Figura 12. Nivel de fiabilidad que se atribuye a los libros electrónicos
Encuesta a usuarios
3.3.7 Dispositivos utilizados para la lectura
Respecto a los dispositivos utilizados para la lectura digital entre los usuarios del ámbito científico, casi el 70% cuando lee en formato digital lo hace en la pantalla del ordenador, un 13% utiliza un e-reader y un 19% utiliza tabletas, con más posibilidades para la lectura científica, ya que permiten visualizar adecuadamente cuadros e integrar mejor que la tinta electrónica recursos multimedia como hiperenlaces, vídeo, animación, etc.
En cuanto a las preferencias entre la versión impresa y electrónica de un documento, no hay diferencias entre quienes utilizan preferentemente la versión digital (31%) y quienes eligen la versión impresa (29%).
Figura 13. Uso del libro electrónico y en papel
Encuesta a usuarios
3.3.8 Capacidades de los libros electrónicos
En cuanto a las capacidades que los usuarios asignan tanto a los libros electrónicos como a los impresos, los encuestados consideran que los electrónicos son más adecuados para preservar el medio ambiente, además de ser mejores en cuanto al acceso a los contenidos, capacidad de realizar búsquedas, facilidad para compartir, facilidad para guardar y porque presentan mayores posibilidades de navegabilidad, de manera que resultan muy adecuados si se manejan varios al mismo tiempo. Además es más fácil organizarlos, copiar contenidos, y son más adecuados a la hora de tomar notas. Sin embargo consideran que en formato impreso la oferta de títulos es mayor, son más fáciles de usar, más legibles, más aptos para una lectura secuencial, mejores para subrayar y en general se les otorga un mayor grado de usabilidad que a los digitales.
Figura 14. Valoración de los atributos de los libros electrónicos y en papel
Encuesta a usuarios
3.3.9 Aspectos que favorecerán el uso
Según los usuarios para favorecer el uso del libro electrónico es necesaria una mejor oferta de títulos, de mayor actualidad, a precios más asequibles, en plataformas que faciliten el acceso y con hiperenlaces multimedia a otros recursos. Un precio más reducido y cuestiones como la posibilidad de copiar o compartir contenidos también favorecerían su uso.
Figura 15. Razones que favorecerán el uso de los libros electrónicos
Encuesta a usuarios
3.3.10 Acceso a los libros electrónicos
Más de la mitad de los usuarios encuestados inician la búsqueda de libros electrónicos a través de Google o de otro motor de búsqueda (53%), un 21% lo hace en la página de algún distribuidor o editor web, un 12% en páginas piratas P2P y un 8% a través de páginas web. Un 6% inicia la búsqueda a través de otros medios.
Figura 16. Acceso a los libros electrónicos
Encuesta a usuarios
La mayor parte de los usuarios señala que han conocido la existencia de los libros electrónicos gracias a Google y otros motores de búsqueda (20%), un 17% por medio del catálogo de la biblioteca, un 16% a través de la prensa, un 14% a través de la web de la biblioteca y otro 14% a través de los bibliotecarios. Y menos efectivo fueron otros métodos como carteles, redes sociales y otros colegas.
Figura 17. Fuentes para conocer la disponibilidad de los libros electrónicos
Encuesta a usuarios
La mayoría considera de vital importancia las actividades de formación e información sobre libros electrónicos y otros recursos de información que proporcionan las bibliotecas, para un 84% es muy importante, para un 12% es importante, y solamente un 4% la considera de poca o ninguna importancia. Por lo tanto, se pone de manifiesto la necesidad de orientar un plan de formación e información en los aspectos formativos e informativos.
3.3.11 Herramientas para la formación e información
Según los usuarios las mejores herramientas para informar y formar a los usuarios sobre libros electrónicos son los tutoriales de aprendizaje —por su carácter autónomo y disponibilidad continua— seguidos de la atención personalizada del bibliotecario (34%) y los cursos de formación dedicados en un 17% de los casos. Menos importancia le otorgan a los cursos y a los videos instructivos o las guías en papel.
3.3.12 Conocimiento de formatos
En cuanto a los formatos documentales, el más conocido sigue siendo PDF, también es el más habitual en el ámbito académico, seguido del estándar para libros electrónicos EPUB, que conocen menos de la mitad de los encuestados, y otros formatos como los utilizados por la empresa Amazon como Mobi y AZW.
4 Conclusiones
- Se hace imprescindible el desarrollo de un política activa de información y de formación de los usuarios en todos los niveles, dado el elevado nivel de desconocimiento que presentan estos sobre las colecciones de libros electrónicos que poseen las bibliotecas universitarias.
- La demanda de libros electrónicos es baja en las bibliotecas universitarias de Castilla y León (65% nunca han utilizado libros electrónicos de su biblioteca). Entre los usuarios (un 35%), la frecuencia de uso es escasa (menos de una hora por semana). Sólo un 2% los utiliza más de 10 horas semanales. Esto refuerza la percepción anterior, más teniendo en cuenta el previsible incremento de las colecciones en los próximos años.
- También los profesionales de las bibliotecas de las universidades de Castilla y León consideran que la inserción del libro electrónico en las bibliotecas cambiará la práctica profesional, ya que casi el 80% de los encuestados consideran que la llegada del libro electrónico afectará en alguna medida a su trabajo. Los cambios afectarán a la forma y usos de lectura, por las posibilidades de acceso y movilidad, así como por la integración de recursos multimedia.
- Es necesaria la formación de los usuarios en materia de lectura digital aunque los sistemas de lectura digital son cada vez más intuitivos, y que las nuevas generaciones de lectores están perfectamente familiarizados con ellos.
- La poca oferta de títulos, los precios elevados, los sistemas que restringen su uso constituyen los factores determinantes del poco uso y circulación de los libros electrónicos, según todos los grupos de encuestados. Este conjunto de problemas se resolverá cuando las editoriales especializadas vayan incrementando su oferta a las bibliotecas y articulen un modelo de negocio viable para las mismas.
- Accesibilidad, inmediatez, movilidad y usabilidad representan los aspectos mejor valorados de los libros electrónicos entre los encuestados; en estos aspectos se coincide con todos los estudios desarrollados en otros ámbitos.
- Se otorga a los libros electrónicos un alto nivel de fiabilidad, de forma que ocupan el cuarto lugar respecto al resto de recursos. El libro electrónico (43 puntos) aún está a 11 puntos de los libros impresos respecto al nivel de confianza. Aunque el nivel de confianza es mucho mayor del otorgado a otros productos digitales
- En cuanto al tipo de recursos que utilizan para investigación o para trabajos de clase, los libros electrónicos están todavía muy lejos de la frecuencia de uso de otros recursos, como los libros impresos, que utilizan 59 de los 60 usuarios que respondieron a la encuesta, o las revistas electrónicas, las obras de referencia en línea o la prensa en línea, con un nivel de uso cercano al 90% en todos los casos, tanto para las tareas de trabajo como de uso personal.
- El 44% está utilizando libros electrónicos para el trabajo o la investigación, y un 31% lo hace para la lectura recreativa.
- Preguntados sobre qué creen que favorecería un mayor uso de libros electrónicos, las respuestas se encaminan hacia una mejor oferta de títulos disponibles, y sobre todo más títulos de actualidad, con precios más asequibles, en plataformas que faciliten la capacidad de acceso, y que dispongan de hiperenlaces multimedia a otros recursos.
- Se constata una necesidad de una mejor política de difusión y formación en el uso y conocimiento de los recursos electrónicos de las universidades. La gran mayoría considera de vital importancia las actividades de formación e información sobre libros electrónicos y otros recursos de información que proporcionan las bibliotecas
5 Bibliografía
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Fecha de recepción: 18/12/2012. Fecha de aceptación: 13/03/2013.
Apéndice I
Encuesta a encargados de adquisiciones
- Nombre de su biblioteca
- Puesto de trabajo
- ¿Cuál es el número total de volúmenes en todas las materias de su biblioteca?
- ¿Cuál fue el presupuesto total de la biblioteca para adquisiciones (impresa y digital) para el curso 2010/2011?
- ¿Dispone su biblioteca de libros electrónicos? ¿Cuántos?
- ¿De qué manera ofrece su biblioteca libros electrónicos a los usuarios?
- Plataformas
- OPAC (Catálogo)
- E-readers
- Repositorio
- ¿En qué formato se ofrecen los e-books?
- EPUB
- Ambos
- Otros
- ¿Qué dispositivo(s) utilizan sus usuarios con más frecuencia para leer libros electrónicos?
- Ordenador
- E-reader
- Tabletas
- Smartphones
- Otros
- ¿Qué categorías de libros electrónicos se ofrecen a los usuarios de su biblioteca?
- ¿En qué disciplina(s) considera que se va a proyectar un mayor crecimiento de libros electrónicos en los próximos 2 a 3 años?
- ¿Qué factores influyen en la decisión de comprar un libro electrónico para su institución?
- ¿Cómo suelen los usuarios encontrar los e-books en su biblioteca?
- OPAC
- Plataformas
- Publicidad
- Servicios de información
- ¿Se realiza alguna campaña de promoción y uso?
- ¿Qué tipos de modelo de compra suele utilizar la biblioteca para la adquisición de libros electrónicos?
- ¿Su biblioteca realiza la adquisición de libros electrónicos a través de un consorcio?
- ¿Con qué modelo de licencia de uso de libros electrónicos trabaja su biblioteca?
- ¿Disponen de datos de circulación de libros electrónicos en su biblioteca?
- ¿Circulan en su biblioteca tarjetas con libros precargados en dispositivos de lectura?
- En comparación con este año académico, se puede esperar del próximo año que la circulación de títulos de libros electrónicos vaya a aumentar, permanecer igual o disminuir?
- Igual
- Aumentar
- Disminuir
- ¿Qué impide a los estudiantes y profesores la lectura de contenidos en libros electrónicos de su biblioteca?
- ¿Con qué frecuencia los usuarios informan de problemas técnicos cuando se descargan un libro electrónico?
- ¿Consideras que la popularidad de los libros electrónicos está teniendo un impacto en el uso de libros impresos?
- ¿Cómo están representados los e-books en el presupuesto de la adquisición de su biblioteca?
- ¿Qué porcentaje del presupuesto de adquisiciones de la biblioteca representan en la actualidad los libros electrónicos?
- ¿Qué porcentaje del presupuesto de adquisiciones de la biblioteca considera que representarán los libros electrónicos en los próximos 5 años?
- ¿De qué proveedores adquiere sus libros electrónicos la biblioteca?
- ¿Cuál es su proveedor preferido de e-book para su biblioteca?
- ¿Dispone su biblioteca de repositorio institucional?
- ¿El repositorio institucional dispone de libros electrónicos? Diga cuál es la cantidad y el porcentaje respecto a otros tipos de documentos.
- ¿Existe algún tipo de mandato de depósito para las tesis doctorales?
- Por favor, evalúe la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 10).
- Inmediatez
- Accesibilidad
- Disponibilidad
- Movilidad
- Usabilidad
Apéndice II
Encuesta de percepción entre personal bibliotecario
- ¿Has detectado algún cambio en tus usuarios relativo a la solicitud o preguntas acerca de los libros electrónicos? ¿Podías indicarnos en qué sentido se ha producido?
- ¿Consideras que la inserción del libro electrónico en las bibliotecas cambiará la práctica profesional? ¿Puedes razonar brevemente la respuesta?
- ¿Consideras que el libro electrónico cambiará la forma de lectura y consulta de monografías por parte de los usuarios? ¿Nos puedes indicar tres o cuatro actividades en las que crees que ocurrirá esto?
- ¿Puedes indicarnos tres o cuatro virtudes del libro electrónico y tres o cuatro del libro en papel? ¿Cómo piensas que evolucionarán ambos?
- ¿Utilizas algún tipo de dispositivo de lectura electrónica? En caso positivo, ¿nos puedes comentar brevemente cuál es tu percepción y tu experiencia de los mismos?
- ¿Crees que es necesario formar a los usuarios en el uso de los nuevos dispositivos y de las plataformas de acceso a los contenidos electrónicos?
- ¿Crees que la incorporación del libro electrónico va a ser positivo en cuanto a mejorar la circulación de los libros en tu biblioteca?
- ¿Dispone tu biblioteca de libros electrónicos? ¿Cuántos?
- ¿De qué manera ofrece su biblioteca libros electrónicos a los usuarios?
- En qué formato se ofrecen los e-books?
- ¿En qué disciplina(s) consideras que se va a proyectar un mayor crecimiento de libros electrónicos en los próximos 2 a 3 años?
- ¿Consideras que en los próximos años la circulación de títulos de libros electrónicos vaya a aumentar, permanecer igual o disminuir?
- ¿Qué impide a los estudiantes y profesores la lectura de contenidos en libros electrónicos de tu biblioteca?
- ¿Consideras que la popularidad de los libros electrónicos está teniendo un impacto en el uso de libros impresos?
- Por favor, evalúa la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 5). (Inmediatez)
- Por favor, evalúa la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 5). (Accesibilidad)
- Por favor, evalúa la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 5). (Disponibilidad)
- Por favor, evalúa la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 5). (Movilidad)
- Por favor, evalúa la importancia de los siguientes atributos teniendo en cuenta un libro electrónico (0 / 5). (Usabilidad)
- Biblioteca a la que perteneces
- Categoría profesional
- Eres...
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