Número 37 (diciembre 2016)

Fansubbing del español al chino: organización, roles y normas en la escritura colaborativa

 

[Versió catalana] [English version]


Leticia Tian Zhang

Doctoranda
Departamento de Traducción y Ciencias del Lenguaje
Universitat Pompeu Fabra

Daniel Cassany

Profesor
Departamento de Traducción y Ciencias del Lenguaje
Universitat Pompeu Fabra

 

Resumen

Objetivo: documentar y analizar la cooperación en línea de una comunidad digital que subtitula series y películas hispanas al chino, estudiando los roles y las funciones, la cadena de trabajo, los espacios virtuales, las estrategias de autorregulación y las cuestiones éticas, para conocer cómo se organizan en la red para cumplir satisfactoriamente una tarea multimodal y plurilingüe tan compleja.

Metodología: análisis cualitativo de contenido y análisis del discurso sobre un corpus compuesto mediante técnicas de la netnografía, que incluyen entrevistas semiestructuradas, observación participante y notas de campo.

Resultados: la comunidad tiene una estructura jerárquica. Una dirección reducida coordina a los demás miembros, que desempeñan distintas funciones (transcripción, sincronización, traducción) en el trabajo colaborativo sobre el producto subtitulado; aprovecha diferentes espacios virtuales (foro oficial, redes sociales, chats) para organizarse y promocionarse, y desarrolla un sistema completo de autorregulación, desde el reclutamiento hasta la formación y evaluación del rendimiento de cada miembro. Consideramos que los fansubbers son voluntarios cautos (elaboran su propia normativa para legitimarse), traductores y técnicos aficionados pero autónomos y serios (cooperan de manera eficiente en la red y ejercen un estricto control de calidad sobre los subtítulos), que se dirigen a audiencias activas y empoderadas en la era digital. Esa práctica revoluciona las modalidades tradicionales de lectura y escritura, recreando de manera original los productos mediáticos para satisfacer las necesidades emergentes de los espectadores.

Resum

Objectiu: documentar i analitzar la cooperació en línia d'una comunitat digital que subtitula sèries i pel·lícules hispanes al xinès; estudiar-ne els rols i les funcions, la cadena de treball, els espais virtuals, les estratègies d'autoregulació i les qüestions ètiques, i conèixer com s'organitzen a la xarxa per complir satisfactòriament una tasca multimodal i plurilingüe tan complexa.

Metodologia: anàlisi qualitativa de contingut i anàlisi del discurs sobre un corpus extret mitjançant tècniques de la netnografia, que inclou entrevistes semiestructurades, observació participant i notes de camp.

Resultats: la comunitat té una estructura jeràrquica. Una direcció reduïda coordina els altres membres, que exerceixen diferents funcions (transcripció, sincronització, traducció) en el treball col·laboratiu sobre el producte subtitulat; aprofita diferents espais virtuals (el fòrum oficial, les xarxes socials, els xats) per organitzar-se i promocionar-se, i desenvolupa un sistema complet d'autoregulació, des del reclutament fins a la formació i l’avaluació del rendiment de cada membre. Considerem que els fansubbers són voluntaris prudents (elaboren la seva pròpia normativa per tal de legitimar-se), traductors i tècnics aficionats però autònoms i seriosos (cooperen de manera eficient a la xarxa i exerceixen un control de qualitat estricte sobre els subtítols), que s'adrecen a audiències actives i apoderades en l'era digital. Aquesta pràctica revoluciona les modalitats tradicionals de lectura i escriptura, i recrea de manera original els productes mediàtics per satisfer les necessitats emergents dels espectadors.

Abstract

Objective. This paper documents and analyzes how the members of an online community of fansubbers collaborate to subtitle Hispanic series and films in Chinese. In order to understand how this community organizes itself on the Internet to satisfactorily complete such a complex multimodal and multilingual process, the paper focuses on the community members’ roles and chain of production, the virtual spaces in which they work, their self-regulation strategies and the ethical issues they face.

Methodology. The authors used qualitative content analysis and discourse analysis of a corpus composed with the help of netnographic techniques, including semi-structured interviews, participant observation and field notes.

Results. The community was found to have a hierarchical structure, where a small group of managing members coordinated the others, who completed different tasks (e.g., transcription, synchronization, translation) in the overall collaborative project. The community took advantage of existing virtual spaces (e.g., official forums, social networks, online chats) to organize and promote its work and to develop a complete system of self-regulation, from recruitment to further training and evaluation with performance management. The authors conclude that fansubbers are cautious volunteers who make their own rules to protect and legitimize their community, which consists of freelance translators and technicians who are amateurs but who take their work seriously. These volunteers collaborate efficiently on the Internet, maintaining strict quality standards in their subtitling, and are supported by active audiences. Empowered in the digital age, this community is revolutionizing traditional modalities of reading and writing, recreating media products in an original way to meet the emerging needs of viewers.

 

1 Introducción

La traducción audiovisual es una tarea lingüística sofisticada, sobre todo entre dos idiomas tipológicamente lejanos, como es el caso de las series de televisión y las películas españolas subtituladas y traducidas al chino. Suelen realizar esa tarea equipos profesionales altamente cualificados, con suficientes recursos tecnológicos y lingüísticos y unos costes elevados que sufragan las televisiones e, indirectamente, los miles de telespectadores. Pero en la comunidad fansub realiza esa tarea un grupo heterogéneo de aficionados (fans), de modo amateur, gratuito y en línea; no poseen la formación o los recursos de los profesionales, pero aportan su pasión por las obras populares, su interés por la lengua y la cultura del país y su compromiso con la comunidad. Con todo ello llevan a cabo un trabajo colaborativo sofisticado, que produce eficazmente decenas de episodios subtitulados, que agradan a un número creciente de seguidores en Internet.

Este fenómeno se conoce como fansubbing (abreviatura de fan-subtitling en inglés) y a los subtituladores, como fansubbers. También llamamos fansubs a sus productos, que pueden ser cualquier tipo de obra audiovisual (serie, película, documental), siempre traducida por aficionados. En español, este vocablo anglófono también se usa con naturalidad (Ferrer Simó, 2005).

En China, por la restricción del gobierno sobre la importación de productos culturales extranjeros, el fansub se ha convertido en una vía de acceso conveniente —y a veces única— a la cultura foránea. En los últimos años, gracias a la diseminación de los programas de subtitulación y edición digital, los fansubbers chinos han florecido y han traducido productos mediáticos procedentes de casi todo el mundo.

Nos proponemos analizar cómo se organizan en línea los fansubbers para resolver eficazmente una empresa de tamaña complejidad: transcribir en español y traducir con subtítulos al chino películas y series españolas que simulan registros orales rápidos y coloquiales. Esa cuestión ha pasado casi desapercibida hasta los últimos años (Martínez García, 2011) y todavía más en la combinación lingüística español-chino. Los estudios previos tratan el fansubbing como algo estático, describiendo o bien las particularidades discursivas de la traducción o bien las tecnologías involucradas en la producción y distribución de fansubs (Li, 2015).

En nuestro caso, consideramos que los fansubs representan una suerte de "inteligencia colectiva" (Lévy, 1997), que extiende la capacidad productiva de la comunidad, puesto que libera a los individuos de las limitaciones de su memoria, y permite al grupo actuar sobre conocimientos de alcance más amplio. Por ello centramos nuestro estudio en la descripción y el análisis de sus prácticas de cooperación en línea. Adoptamos una perspectiva dinámica, global y émica para describir y comprender la organización de la comunidad, sus tareas multimodales y plurilingües y su identidad digital.

Por un lado, examinamos cómo se estructura la comunidad; cuáles son los roles y funciones que desempeña cada miembro; en qué lugares de la red interactúan; de qué manera reclutan a nuevos miembros y cómo los entrenan y regulan, y cómo entienden su tarea de traducción en relación con la traducción comercial. Por otro lado, exploramos por qué estos medios contribuyen (o no) a la inteligencia colectiva del grupo; hasta qué punto los fansubbers están motivados, son productivos y se empoderan (o se autolimitan) como jóvenes fans, voluntarios y afiliados a un grupo amateur en la era digital y globalizada.

 

2 Marco teórico

Nuestro estudio interdisciplinario toma como punto de partida, en primer lugar, la investigación sobre fans, que considera que una de las características esenciales del fansubbing es la productividad (Fiske, 1992; Hills, 2013). Según Wirman (2007), aparte de producir significados, interpretaciones e identidades, los fans crean textos culturales, nuevos y alterados. Los fan texts (como fanfiction, fanzines u otras formas de fan art) son objetos de estudio populares en las investigaciones sobre fandom, el reino (kingdom) de los fans. Dependiendo del grado de devoción o fanatismo, los productores varían entre fans, sectarios o entusiastas, hasta asimilar cualidades profesionales (Abercrombie; Longhurst, 1998; Sandvoss, 2005).

Para Jenkins (2006), la productividad constituye uno de los componentes clave de la cultura participativa: los fans se organizan a menudo en forma de comunidades en línea, en las que se sienten libres y valorados para crear, compartir e intercambiar su trabajo artístico. Desde una perspectiva intercultural, varias investigaciones realizadas en el campo de la comunicación hacen hincapié en la influencia del fansubbing en la distribución global de productos culturales (Barra, 2009; Lee, 2011); en el territorio chino se cree, además, que representa la cibercultura del país, y sirve de vía rápida para su integración en el proceso de globalización (Tian, 2011).

En segundo lugar, el fansubbing constituye también la manifestación más relevante de la traducción de fans (Cintas; Sánchez, 2006). Este tipo de traducción audiovisual se relaciona con las prácticas letradas vernáculas (Barton; Hamilton, 2012), que se refieren a la escritura y lectura realizadas en ámbitos personales y privados, dentro del campo de los nuevos estudios de la literacidad. Algunos autores resaltan el carácter amateur de los "subtítulos hechos por fans para fans" (Ferrer Simó, 2005; González, 2007), mientras que estudios más recientes argumentan que la calidad de ciertos fansubs alcanza casi la profesional, o incluso la complementa o la beneficia o promociona (Ortabasi, 2007; Martínez García, 2011).

Por último, señalamos que con el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación y la Web 2.0 (por ejemplo, redes sociales, wikis, blogs) se han diversificado las prácticas letradas, como es el caso del fansubbing. De acuerdo con Barton y Lee (2013), las prácticas letradas en las TIC son fuente de la creatividad, invención y originalidad y así se valoran en la cultura mediática. Esto es crucial para entender por qué nuestros participantes se afilian a comunidades digitales tan particulares, desarrollan nuevas categorías de prácticas letradas (paralelas a las dominantes, reguladas y prestigiadas por instituciones oficiales) e incluso, con ello, buscan construir, recrear y reivindicar su propia identidad digital.

 

3 Metodología

Adoptamos la perspectiva de la netnografía (Kozinets, 2010; Li, 2015), que adapta la etnografía tradicional al contexto virtual en el que emergen las comunidades fan. Siguiendo a Kozinets (2010), primero identificamos el campo de estudio, que denominamos "The Burrow" (TB), por muestreo de conveniencia: nuestra informante principal —que llamamos Kiwi— es amiga de la primera investigadora. Kiwi se incorporó al grupo en 2013, trabajó sucesivamente como transcriptora y traductora, y ahora dirige uno de los subgrupos. Su mediación facilitó la entrada en la comunidad y el contacto con dos informantes secundarios relevantes: el subadministrador de idioma español Moisés y el administrador general Shin.

Asimismo, varias búsquedas en la red (aprovechando Baidu)1 confirmaron la idoneidad de esta comunidad como objeto de estudio. TB tiene su propio artículo en Baidu Baike,2 según el cual el grupo tiene más de seis años de historia y una productividad sorprendente (por ejemplo, 9 series subtituladas, correspondientes a 328 episodios; 13 series en curso en varios idiomas; 40 películas); también disfruta de un número estable (varios miles) de seguidores, que muestran su apoyo con comentarios positivos, reenvíos o "me gusta" en distintos foros. Finalmente, TB cuenta con un subgrupo específico para series y películas hispanas, lo cual se ajusta a nuestro futuro proyecto de investigación doctoral.

En la recogida de datos, los tres informantes se complementan en las entrevistas y los chats por sus distintos roles y tipos de trabajo en la comunidad; por otro lado, empleamos la observación participante siguiendo el proceso de reclutamiento y ejerciendo funciones de fansubber. Esto posibilitó adoptar una visión émica y poder realizar una triangulación metodológica (Denzin, 1970), con las que llegamos al siguiente corpus, muy amplio y heterogéneo, recopilado de manera cíclica (Androutsopoulos, 2013) entre febrero y junio de 2016: 162 documentos y otros contenidos multimedia generados por miembros del grupo (sitios y páginas web, episodios y películas subtitulados, normas y declaraciones grupales); 31 artefactos multimodales producidos como fansubber (correos electrónicos y test, vídeos originales, subtítulos e historial de chat); 9 entrevistas semiestructuradas en profundidad, realizadas presencialmente con Kiwi (3 horas) y por chat con Shin y Moisés (9.079 caracteres3 y 13 imágenes); 50 conversaciones asíncronas por chat con los 3 informantes (7.056 caracteres, 4.190 segundos de mensajes de voz y 4 imágenes), y 30 páginas de notas de campo.

Todo el corpus ha sido procesado informáticamente y una parte se ha traducido para presentarla aquí. Partimos de un análisis preliminar y cualitativo de contenido (Cáceres, 2008) sobre dos temas clave: la organización y la práctica. Clasificamos los datos y procedimos a la codificarlos siguiendo las categorías propuestas por Valero-Porras y Cassany (2016), en este mismo volumen: las funciones, los espacios, las herramientas y la normativa ética. Asimismo, nos inspiraron trabajos del fansub chino (Tian, 2011; Li, 2015), que explican el proceso de reclutamiento y las estrategias de autorregulación. Por último, adoptamos la perspectiva del análisis de discurso para interpretar las identidades digitales de los fansubbers.

 

4 Resultados

4.1 La comunidad

Creada en 2012, "The Burrow" (TB) se dedica a traducir principalmente telenovelas y películas en inglés y español, de calidad y reconocimiento en el extranjero, que aún no han llegado oficialmente al país asiático. Entre su producción destacan series clásicas de diversa procedencia como The Lost Worlddel Reino Unido, Física o química de España o Yo soy Betty, la fea de Colombia. El grupo prioriza la calidad del producto (rigor y coherencia de subtítulos y traducción) a la rapidez de actualización (publicar series de moda al poco tiempo de emitirse en los países de origen).

TB tiene unos doscientos cincuenta miembros activos, repartidos en tres subgrupos: español, inglés y posproducción (figura 1). El "subgrupo español" constituye la mitad de la comunidad (125 miembros), con fansubbers de China continental y Taiwán, además de un español y una colombiana; la mayoría vive en China, pero también hay estudiantes y trabajadores en México, Venezuela, Colombia y Chile. Según el administrador Shin, los subgrupos español e inglés siguen el mismo proceso de subtitulación y traducción de originales hispanos o anglófonos, respectivamente, y el tercero se encarga de componer los complejos productos multimodales de salida (con un audio en español, subtítulos en español en alfabeto latino y traducción al chino con sinogramas). Dentro del subgrupo español, 20 miembros traducen noticias de periódicos como El País o El Mundo, y el resto (aproximadamente 105) son fansubbers de series y películas. Han subtitulado tres temporadas de una serie y tienen otras cuatro en proceso, que incluye Física o química —nuestro campo de observación.

 

Figura 1. Composición de la comunidad (elaboración propia)

Figura 1. Composición de la comunidad

 

4.2 Organización en línea

4.2.1 Roles y funciones

En la comunidad distinguimos una organización jerárquica con dos grados: el nivel directivo y el de los subtituladores. El administrador del grupo (组长), que también se presenta como "boss", se halla por encima de los subadministradores de cada subgrupo (inglés, español, posproducción) y del "director" o "supervisor" responsable de cada obra (总监). Además de asumir las tareas propias de su posición, se encarga de otros asuntos (reclutamiento, reuniones mensuales, elaboración de normas y declaraciones, moderación de chats).

Los demás miembros realizan tareas específicas según su rol, de manera secuencial y cooperativa, en el ciclo de producción de un fansub o episodio subtitulado y traducido. El original de la serie lo localiza y descarga el personal de fuente (片源君), normalmente en los servidores de BitTorrent (sitio web para compartir documentos multimedia bajo seudónimos). El original se envía al grupo correspondiente, que inicia el proceso colaborativo de subtitulación, bajo la tutela del director:

  • Los transcriptores convierten el audio hablado del vídeo original en formato escrito con un procesador de textos (generalmente Word). Es un trabajo exigente por el nivel lingüístico avanzado que requiere. Los fansubbers han desarrollado con la práctica una serie de estrategias para remediar las dificultades de comprensión oral de diálogos rápidos y coloquiales (por ejemplo, disminuir la velocidad de reproducción, utilizar subtítulos de referencia). También deben respetar escrupulosamente ciertas convenciones de escritura (formato unificado de tipografía) estipuladas para facilitar la comprensión y la inserción posterior del texto en el vídeo, que realizan otros miembros.

 

Figura 2. Captura de pantalla de transcripción

Figura 2. Captura de pantalla de transcripción

 

  • Los correctores remarcan los posibles errores del contenido y del formato en el texto transcrito, e intentan descifrar los mensajes marcados en forma "XXX", que son palabras rápidas o difíciles que no captó el transcriptor.
  • Los timers se encargan de sincronizar el texto transcrito con el vídeo, de manera que las líneas se muestren y se oculten en el fotograma oportuno. Utilizan el programa profesional Aegisub, que permite crear documentos con subtítulos del formato .srt o .ass. También deciden cuándo es necesario modificar la longitud de las líneas transcritas para adaptarlas a la capacidad de cada pantalla. Al principio esta operación puede consumir bastante tiempo, pero con la experiencia y el uso de teclas de acceso directo se agiliza y el timer llega a adquirir mucha destreza.

 

Figura 3. Captura de pantalla de timing

Figura 3. Captura de pantalla de timing

 

  • Los traductores también usan Aegisub para buscar la transferencia lingüística escrita al chino del español hablado y transcrito, en la ventana derecha de textos del programa. El código "\N" se introduce para que los caracteres cambien de línea cuando aparezcan en el vídeo. La traducción en chino mandarín debe ser comprensible y debe respetar ciertas normas: no se traducen las interjecciones redundantes, se omiten las puntuaciones no emocionales como "," o ".", aunque también se valora y promueve cierto grado de recreación libre. En general una persona se encarga solo de un tipo de tarea, pero excepcionalmente es posible que un traductor que haya aprobado el test de transcriptor (véase 4.3) ejerza esa tarea y viceversa.  

 

Figura 4. Captura de pantalla de traducción

Figura 4. Captura de pantalla de traducción

 

  • Los editores controlan la calidad del contenido y el estilo de la traducción, y revisan la sincronización entre vídeo y escritura. Suelen ser "perfeccionistas", con buenos conocimientos lingüísticos y técnicos, para poder realizar las modificaciones necesarias en Aegisub.

En este punto, cuando el director de la obra tiene el subtítulo bilingüe sincronizado y revisado, lo entrega al subgrupo de posproducción para producir y distribuir la versión final:

  • Los typesetters ajustan la tipografía de las letras españolas y los caracteres chinos de acuerdo con el estilo típico de TB mediante Aegisub. Asimismo, añaden los títulos de crédito (seudónimos de todos los fansubbers participantes) al lado de los nombres de los productores del episodio (figura 5). Por último, siguen la práctica común de añadir su código ético al inicio de la serie (4.4).

 

Figura 5. Captura de títulos de crédito de 听写 (transcriptores)

Figura 5. Captura de títulos de crédito de 听写 (transcriptores)

 

  • Los encoders codifican los documentos de vídeo y de subtítulos en un único archivo, que en TB suele ser .mp4, para que se visualice fácilmente en todo tipo de soporte. Se emplea el programa profesional MeGUI para optimizar la calidad del vídeo con un peso razonable, evitando las posibles distorsiones auditivas o visuales mediante cálculos y cambios de diferentes parámetros.
  • Por último, el directivo responsable de la serie sube el nuevo episodio a su foro y redacta un resumen atractivo, pero sin spoiler para informar a los fans. Dependiendo de las necesidades específicas, algunos fansubbers también realizan actividades artísticas para la promoción de la comunidad (por ejemplo, diseño del logo).

 

4.2.2 Espacios

La práctica del fansubbing se extiende en varios espacios, que a su vez sirven como plataformas para que los seguidores accedan a las actualizaciones e interactúen con la parte productora. Estos son los espacios más usados:

  • Foro oficial de TB. Es un foro abierto multifuncional que se dedica a: 1) el almacenaje y la publicación inmediata de todos los episodios subtitulados clasificados según la serie; 2) los subforos destinados a productos de películas, videoclips, novelas, periódicos y revistas; 3) las zonas de discusión libre para preguntas, consejos y peticiones de traducción de obras por los fans; 4) "temas importantes" como las normas, las declaraciones éticas, los requisitos de reclutamiento, las soluciones de posibles problemas técnicos sobre el foro y las descargas; 5) el "salón de famosos" (名人堂) para otorgar créditos a los "miembros de honor" (荣誉组员), y una sección especial de promoción de otros grupos fansub del mismo tipo (estilo clásico).

Asimismo, con más de diez mil personas registradas, hallamos varios mecanismos para dinamizar y fidelizar a los seguidores. Por ejemplo, cada vez que un usuario inicia su sesión, tiene que marcar su estado de ánimo y optativamente añadir algunas palabras, de tal modo que se registran también algunos datos personales. La entrada diaria en el foro añade créditos y "moneda" al perfil, lo que ayuda a subir la categoría de la membresía para poder disfrutar de funciones avanzadas dentro del foro.

  • Sina Weibo (新浪微博), Baidu Tieba (百度贴吧), Douban (豆瓣小组), y la cuenta oficial de Wechat (微信公众号). TB tiene base en estas plataformas accesibles por las redirecciones en el foro. Son redes sociales y foros de uso amplio en China, en los que también se publican, aunque con menor frecuencia, las novedades y actualizaciones mientras se interactúa con los fans, quienes tienen diferentes costumbres acerca de la selección de plataformas sociales.
  • Grupo cerrado de chat en QQ y Wechat. Mediante la mensajería instantánea china QQ, el grupo establece distintos grupos privados de discusión según la estructura organizacional (por ejemplo, chat para los directivos, para cada subgrupo y serie en particular). Aquí se gestionan las tareas del fansubbing, se aclaran dudas lingüísticas, técnicas y socioculturales, se comparten recursos digitales y se presentan a los nuevos miembros o se anuncian las expulsiones. QQ también ofrece correo electrónico y la creación de listas de distribución automáticas a partir de los contactos de chats, lo cual facilita la repartición y la entrega de las tareas.

Algunos de estos grupos se han extendido al Wechat, plataforma emergente y preferida por muchos jóvenes, que consideran más informal, divertida y heterogénea. Allí se comparten y discuten todo tipo de noticias y temas sociales relacionados con el mundo hispánico, pero también se cotillea, se gastan bromas e incluso se han llegado a establecer relaciones fuera de línea entre amigos conocidos en la comunidad.

 

4.3 Reclutamiento y gestión del rendimiento

El proceso de reclutamiento permanece activo durante todo el año, para que el grupo pueda incorporar el mayor número posible de efectivos. Para motivar, se publicita que, aunque no haya recompensa por el trabajo de fansubber, los miembros disfrutan del acceso a abundantes recursos audiovisuales y de una membresía exclusiva del foro.

El protocolo de reclutamiento consta de dos pasos. Primero, todos los interesados envían su solicitud por medio de correo electrónico, y el administrador los evalúa con preguntas acerca de su disponibilidad, experiencia, motivación, etc. Aprobado este cuestionario, el solicitante se une al grupo de chat en QQ de los evaluados, donde recibe un documento sobre la normativa comunitaria que ha de leer y aceptar para continuar con la evaluación.

En la segunda ronda hay que completar un test dependiendo del puesto al que se aspira. Se trata de una muestra del trabajo normal (por ejemplo, cuatro minutos de vídeo original para transcribir o de trece minutos para traducir), con originales que cambian periódicamente. Asimismo, se suministra el tutorial de los programas necesarios, y con ello el candidato debe practicar las convenciones de escritura y las operaciones técnicas, aparte de demostrar la propia competencia lingüística. Según la calidad de la respuesta, los subadministradores anuncian la aprobación o denegación de los candidatos en el grupo de chat.

Los candidatos aceptados se integran: seleccionan una serie que les guste para traducir, se incorporan a los chats correspondientes y se les presenta al grupo. Durante dos meses se someten a un periodo de prueba en el que deben resolver activamente las tareas encomendadas, con seriedad y puntualidad; solo después de ese periodo se convierten en miembros oficiales. Si por cualquier razón algún miembro tiene que excusarse temporalmente, puede hacerlo mediante la petición de un permiso al director, que es algo establecido y corriente; en caso contrario (por ejemplo, entrega con retraso o pérdida de contacto después de advertencias) se le expulsa.

De un modo similar, se hace seguimiento de todos los miembros con un sistema de gestión del rendimiento (término usual en el mundo empresarial, que vincula rendimiento personal con salario). En TB, se toman en cuenta aspectos como la cantidad de tareas terminadas, la asistencia a las reuniones virtuales y los errores detectados mutuamente entre subgrupos o por parte de fans (por ejemplo, errores lingüísticos y de tipografía). Este último mecanismo se denomina 捉虫 ('capturar gusanos') y premia al descubridor de errores y penaliza a su responsable. Una vez al mes, el director contabiliza los puntos de cada miembro de su grupo en una tabla (figura 6) que presenta en la reunión virtual; al final del año, la persona y el subgrupo con mayor nota acumulada obtienen gratificaciones (regalos, acceso a más recursos, reconocimiento del grupo).

 

​Figura 6. Tabla de puntos de Kiwi traducida

Figura 6. Tabla de puntos de Kiwi traducida

 

4.4 Normativa ética

Frente a la polémica jurídica y académica de si su práctica es o no legal (Hatcher, 2005; He, 2014), los fansubbers chinos crean su propio código ético para protegerse y legitimarse. Mientras en España se suele considerar el fansubbing como una actividad ilegal (Ferrer Simó, 2005), la ley actual en China, según Shin, tolera la traducción de obras audiovisuales para fines no comerciales —aunque admite que podría tratarse solo de una laguna jurídica de la que se aprovechan los fansubbers. Por ello, la idea fundamental de que no existen ni beneficios ni remuneraciones se expone y reitera en numerosas ocasiones y documentos grupales.

Bajo esa premisa, el grupo no subtitula originales que se han importado comercialmente al país, o sea, que ya poseen una versión oficial traducida o doblada, ni tampoco originales elegidos por otros grupos. Esas reglas no escritas —pero muy aceptadas— evitan conflictos con empresas comerciales y con otras comunidades de fansubbers. Asimismo, el grupo educa a su audiencia en el uso legítimo de los fansubs: al inicio de cada obra hallamos una "declaración solemne" que advierte, entre otros puntos, de la existencia de leyes de protección de los derechos del autor y de la conveniencia de optar por la copia legal. Dentro del grupo, también se ruega a los miembros recién incorporados que reconsideren los compromisos legales y el riesgo asociado que conlleva su afiliación "autónoma y voluntaria" a la comunidad. Con ello el grupo procura mantenerse al margen de la responsabilidad ante posibles disputas legales.

Por último, cada episodio menciona al inicio a todos los fansubbers que han colaborado en el episodio, identificados con su seudónimo en TB (figura 5), junto con los creadores de la serie. Es la forma usual para indicar la propiedad intelectual: nadie puede reclamar individualmente su posesión, pero todos quedan satisfechos con regalar su producto a la comunidad y a los seguidores. No obstante, en la Web 2.0 (con recursos sencillos para localizar y descargar), los fansubs son especialmente vulnerables a las acciones deshonestas. Por ejemplo, en una ocasión otra comunidad de fansub "robó" los subtítulos de TB de una película muy popular para usarlos por su cuenta. Más recientemente, un vendedor en Taobao4 grabó y vendió discos con copias de episodios subtitulados por la comunidad, para beneficio personal. Estas incidencias han concienciado a todos los subtituladores sobre la importancia de proteger su propio derecho de propiedad, mientras intentan sobrevivir y legitimarse en un contexto social todavía confuso en la definición de la práctica.

 

5 Discusión y conclusiones

Nuestro análisis de esta comunidad china de fansub muestra una organización fluida y eficiente de trabajo en equipo y en línea. Encontramos una estructura claramente jerárquica, rasgo poco corriente en el trabajo colaborativo basado en el bien común (Benkler, 2006). En la gestión de la comunidad, detectamos subordinación de los subtituladores a su director, de estos a los subadministradores y de estos últimos al administrador Shin. Algunas herramientas organizativas son los tests de acceso, el periodo de prueba que siguen los novatos, y la gestión del rendimiento que establece la dirección para controlar el comportamiento de sus miembros. Los directores adoptan actitudes casi profesorales (Ito, 2012) ante sus tareas organizativas y de revisión, lo cual refuerza su estatus de fans veteranos y detentores del capital subcultural (Thornton, 1996), que estaría fuera del alcance de los fans corrientes, simpatizantes o amantes del fansub.

Sobre las actividades propias del fansubbing, detectamos un proceso altamente productivo con un notable grado de autonomía: las tareas se distribuyen de acuerdo con la competencia técnica o lingüística (transcripción, sincronización o traducción) de cada miembro, en vez del estatus derivado de su posición en el organigrama (por ejemplo, como administrador, Shin es especialista en operaciones computacionales, pero conoce poco del mundo hispánico); los traductores también tienen derecho a seleccionar la serie para subtitular, según sus intereses, a cambiar de rol dentro de la comunidad o a reducir el volumen de trabajo aceptado siguiendo procedimientos establecidos. La coexistencia del modelo jerárquico y el trabajo colaborativo da origen a lo que Meng y Wu (2013) y Rong (2015) denominan construcción híbrida, en la que los fansubbers negocian constantemente cuál de los dos modelos deben adoptar.

Creemos que es en esta afiliación voluntaria, basada en una iniciativa intelectual común, en la que se refrenda la "inteligencia colectiva" del colectivo. Cada individuo pone a disposición del resto sus conocimientos y habilidades, de manera organizada y flexible (Lévy, 1997). Así un gran grupo de fans puede hacer lo que incluso el aficionado más comprometido no podría alcanzar: acumular, retener y recircular continuamente cantidades sin precedentes de información relevante (Baym, 1999). En la comunidad fansub, esa información no solo se crea e intercambia, como en otros grupos laxos de fans —basados en el interés compartido, en la atención a las obras de moda o en la fuerza de las redes sociales—, sino que también se reinvierte en las actividades productivas de traducción y subtitulación, como sugiere la creación de tutoriales y bases de datos de errores y vocabulario (por ejemplo, compartir y enseñar programas técnicos y recursos lingüísticos), a modo de productividad instrumental (Wirman, 2013).

Desde una perspectiva más amplia, este estudio ilustra cómo el nuevo entorno digital revoluciona el desarrollo de la inteligencia colectiva, puesto que contribuye a superar los límites geográficos y temporales de comunicación entre fans y da lugar a lo que Hills (2002) conceptualiza como "fandom justo a tiempo". Nuestros fansubbers se adhieren a la definición, dados los variados espacios virtuales que aprovechan para organizarse y promocionarse (por ejemplo, QQ para comunicarse entre sí; foro oficial y redes sociales para contactar con los seguidores; enciclopedias en línea para crear autopresentaciones). Como apunta Jenkins (2006), desde los textos distribuidos por la red hasta los contenidos multimodales, lo que cambia no solo es el formato, sino también los canales y las plataformas, por medio de los cuales las audiencias activas están más empoderadas que nunca, para participar y colaborar en la creación e interacción digital.

Además, mediante el análisis del código de acción que formulan los fansubbers y sus motivaciones para la práctica, revelamos una interacción compleja entre la dinámica de arriba abajo del poder institucional y corporativo sobre la producción y distribución mediática, y la fuerza de abajo arriba de la actividad fan con el objetivo de crear y distribuir contenidos según sus intereses (Li, 2015). Si bien la situación legal es precaria, como en muchos otros países, los fansubbers pretenden evitar atentar contra los intereses de terceros; aspiran a contribuir a educar a su audiencia, y logran legitimarse en la tensión que conlleva la convergencia de los medios de comunicación (Jenkins, 2006). Esto también concuerda con Lee (2011), quien sugiere que, en el universo fan, el concepto de derechos de autor difiere del discurso oficial, y está vinculado con el entendimiento y la interpretación subjetiva del consumo cultural.

Por último, nos gustaría indicar algunas líneas futuras del trabajo. Una cuestión que no hemos podido abordar es la motivación de los fansubbers. Según nuestros datos, hay un primer interés personal en el aprendizaje del idioma y la cultura española, seguido por propósitos más psicológicos o sociales, como los de desarrollar una identidad friki, afiliarse a un grupo cool o admirado, o entrar en contacto con especialistas del fansub. Con todo, se requieren más datos e informantes para completar y describir estos motivos y para averiguar cuestiones más específicas, como si afecta o no y de qué manera a la práctica del fansubbing, si facilitan la construcción de una identidad colectiva del grupo o si se resisten a la regulación mediática. Finalmente, queda por explorar la repercusión que tiene esta práctica vernácula en la mejora de la competencia lingüística e incluso en sus posibilidades didácticas dentro de la enseñanza formal.

 

Bibliografía

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Notas

1 Es el motor de búsqueda más popular en idioma chino.

2 Es la enciclopedia colaborativa en línea más grande en idioma chino.

3 Para calcular el volumen de este corpus con referentes occidentales, anotemos que los caracteres son ideogramas y que se suele considerar que un carácter chino equivale a entre 1,5 y 1,8 palabras en inglés.

4 Plataforma china de compra y venta particular, similar a eBay

 


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