Número 38 (junio 2017)

Nuevos ecosistemas en la biblioteca del siglo XXI. Investigación y propuestas para la futura Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona

 

[Versió catalana]


Guillermo Sevillano Bengoechea

Profesor asociado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura
Universidad Politécnica de Madrid
Socio fundador del estudio SUMA

Elena Orte Largo

Socia fundadora del estudio SUMA

 

Resumen

Objetivos: ¿por qué ir a una biblioteca hoy en día?, ¿qué prestaciones irremplazables puede ofrecer su espacio físico que hagan que el viaje merezca la pena? El texto presenta una investigación en desarrollo para redefinir el programa de la futura Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona, que sirve como reflexión global sobre la necesidad de alcanzar un nuevo consenso sobre cómo deben ser las bibliotecas públicas de nuestra era.

Metodología: el documento presenta unos breves ejemplos significativos del proceso de investigación y diseño, inspirado en la metodología de la teoría del actor-red, en el que se describen, traducen e hibridan situaciones locales y globales potencialmente trasladables a los equipamientos bibliotecarios con el objeto de añadir nuevas prestaciones programáticas.

Resultados: arquitectura y entorno, colección y actividades, usuarios y personal deben formar nuevos ecosistemas en los que lo háptico, lo corpóreo y lo atmosférico sustenten la función pública de la biblioteca como plataformas del conocimiento frente a la pujanza de las tecnologías de la información y la comunicación. La futura Biblioteca se propone, así, como una versión intensificada y singular de la ciudad que la rodea y de los hogares de todos sus vecinos. Si debe caracterizarla una colección, será la del repertorio de situaciones y ambientes únicos que harán del acceso, el intercambio y la producción de conocimiento una experiencia irremplazable. En última instancia, lo que dé sentido a sus espacios no tendrá cabida en un correo electrónico.

Resum

Objectius: per què anar a una biblioteca avui dia?, quines prestacions irreemplaçables pot oferir el seu espai físic que facin que el viatge valgui la pena? El text presenta una investigació en desenvolupament per redefinir el programa de la futura Biblioteca Gabriel García Márquez de Barcelona, que serveix com a reflexió global sobre la necessitat d'aconseguir un nou consens sobre com han de ser les biblioteques públiques de la nostra era.

Metodologia: el document presenta uns breus exemples significatius del procés de recerca i disseny, inspirat en la metodologia de la teoria de l'actor-xarxa, en el qual es descriuen, tradueixen i hibriden situacions locals i globals potencialment transportables als equipaments bibliotecaris amb l'objecte d'afegir-los noves prestacions programàtiques.

Resultats: arquitectura i entorn, col·lecció i activitats, usuaris i personal han de formar nous ecosistemes en els quals allò hàptic, allò corpori i allò atmosfèric sustentin la funció pública de la biblioteca com a plataforma del coneixement enfront de la puixança de les tecnologies de la informació i la comunicació. La futura Biblioteca es proposa, així, com una versió intensificada i singular de la ciutat que l'envolta i de les llars de tots els seus veïns. Si ha de caracteritzar-la una col·lecció, serà la del repertori de situacions i ambients únics que faran de l'accés, l'intercanvi i la producció de coneixement una experiència irreemplaçable. En última instància, el que doni sentit als seus espais no tindrà cabuda en un correu electrònic.

Abstract

Objectives. In this day and age, why should libraries continue to be physical spaces? What features of the traditional library can make our physical trip there worthwhile? This article reports on an ongoing project to redefine the programme of Barcelona’s future Gabriel García Márquez Library and reflects upon the need to re-evaluate the role of public libraries in general.

Methodology. The article examines some important examples of processes of research and design which take their inspiration from the methodology of actor network theory and which describe, transform and hybridize local and global situations that can be transferred to library installations and enable library programmes to offer users new features.

Results. The article concludes that the traditional library building must incorporate new ecosystems to bring together the various aspects of a centre, including its physical architecture, environment, collections and activities, users and staff. In our IT-driven era, the tactile, corporeal and atmospheric features of these ecosystems should be combined to sustain the public function of libraries as platforms of knowledge. The physical space of the library of the future can be understood as a kind of concentrated replica of the city community outside its doors and of the homes of the neighbours who are its users, recalling elements of that environment but also creating its own unique character. In this context, physical library holdings should be stores of unique situations and environments that make access to knowledge and the exchange and production of knowledge experiences that cannot be reproduced in virtual centres. In short, the value of the library’s physical spaces will go beyond what a simple email message might be able to explain.

 

1 Introducción

1.1 Motivación

Cuando comenzamos en nuestro estudio de arquitectura el proyecto de la futura Biblioteca Gabriel García Márquez en Barcelona, después de ganar el concurso, sentimos que no podíamos limitarnos a cumplir solamente con el encargo conseguido.

A ojos del jurado, la propuesta y el futuro proyecto solventarían de la manera más afortunada posible las exigencias arquitectónicas habituales del futuro edificio (definición del espacio, soporte estructural y envolvente, control de las relaciones con el entorno —accesos, vistas, etc.—, acondicionamiento del hábitat —iluminación, climatización, etc.—), pero en realidad no respondían a una serie de preguntas fundamentales que nos inquietaban y, en realidad, sobrevuelan cualquier promoción de espacio público. ¿Por qué ir a una biblioteca hoy en día? ¿Qué experiencias, situaciones y atmósferas pueden ofrecerse que no se encuentren en otras plataformas? ¿Qué prestaciones irremplazables puede ofrecer su espacio físico que hagan que el viaje hasta él merezca la pena?

Las últimas décadas, con la tercera revolución industrial y el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, han puesto en crisis no solo los modelos precedentes de biblioteca, sino hasta su propia función pública. Si prácticamente todo está disponible en línea, si los medios digitales permiten un mayor y más rápido acceso a la información, de naturaleza virtual, ¿qué ventajas competitivas ofrece el espacio físico de la biblioteca? Si sufrimos una saturación de datos, nuestro problema no es el acceso a la información. Entonces, ¿para qué ir a una biblioteca? La Biblioteca Pública de Aarhus ha desarrollado un proyecto llamado The Transformation Lab, precisamente diseñado para tratar de responder a estas preguntas. ¿Si todo está disponible en línea, para qué ir a una biblioteca? El número de artículos que inquieren en términos semejantes por el futuro de las bibliotecas es significativo (véanse, por ejemplo, Matthews, 2009; Agresta, 2014; Bisbrouck [et al.], 2003; Latimer; Niegaard, 2007; Diffley, 2012).

 

1.2 Equipo de trabajo

Hemos querido contribuir a esta discusión global con la investigación que venimos realizando en el último año y algunos de cuyos resultados se adelantan en este artículo. Con la participación de tres alumnos del Máster de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (Universidad Politécnica de Madrid) la contribución de una beca Universia del Banco Santander, el trabajo se ha plasmado en una serie de documentos que el Consorci de Biblioteques de Barcelona ha acogido con el entusiasmo suficiente como para que ahora nos encontremos colaborando con la institución y la Diputación de Barcelona en la redefinición y mejora del programa funcional de las futuras bibliotecas de la provincia, en una línea de trabajo que no consideramos ni mucho menos cerrada. Durante este tiempo, hemos combinado la experiencia de nuestro estudio en proyectos de bibliotecas (Biblioteca Central de Helsinki, Biblioteca Comarcal de Gran Tarajal en Fuerteventura, etc.) y el entusiasmo y talento de nuestros colaboradores investigadores, con la creencia de que las bibliotecas encarnan insuperablemente nuestra aspiración social de espacio público y la voluntad de capturar y desarrollar todo su potencial como elementos irremplazables de nuestro entorno construido.

 

1.3 Contexto de la investigación

La futura Biblioteca Gabriel García Márquez del barrio de Sant Martí de Provençals es una promoción del Ayuntamiento de Barcelona, promovida por BIMSA, empresa municipal de infraestructuras, y en la que participan el Consorci de Biblioteques de la ciudad y el distrito de Sant Martí como instituciones gestoras del equipamiento. Se trata de una biblioteca de barrio que se inserta dentro de la densa red municipal de bibliotecas locales que apuesta por una cercanía y relación con el vecindario al que sirve muy intensamente.

 

2 Etapas de la investigación

La investigación ha tenido las etapas fundamentales siguientes, que en este documento se presentan necesariamente abreviadas.

 

2.1 Fase investigadora: antecedentes globales y referencias locales


  1. Estudio de precedentes globales de bibliotecas públicas significativas, de donde se han extraído referencias de situaciones programáticas de interés potencialmente trasladables a la futura Biblioteca Gabriel García Márquez.

  2. Análisis de situaciones cotidianas locales (domésticas o de barrio), también potencialmente trasladable a la futura Biblioteca para dar respuesta a sus requisitos programáticos. Se trata de pequeños ecosistemas, con sus condiciones ambientales y redes de actores y agencias,1 que permiten explicar y desvelar prestaciones potenciales para los programas y situaciones que se darán en el conjunto de la Biblioteca Gabriel García Márquez. Más adelante se explican las agencias a las que nos referimos y se ilustran con algún ejemplo significativo.

    • La vía pública y el escaparate
    • Tomar el fresco y la tertulia
    • El patio
    • Atmósferas hápticas y sonoras
    • El paseo romántico
    • La experiencia de la información
    • Situaciones de lectura, subdividido en:
      • Esferas íntimas (lectura doméstica)
      • Lectura activa física
      • Atmósferas saludables (lectura en la naturaleza)
      • Atmósferas estimulantes (lectura en grupo)
      • Atmósferas portátiles (lectura en la multitud)

  3. Catálogo de eventos y actividades que podrían tener lugar en la biblioteca. Para cada posible programa se analizan dos versiones, una más formal y otra más informal, con el objetivo de hacer explícitas las diferentes prestaciones en cada pareja y desvelar la red de agencias que hacen posible e intensifican el carácter de cada una de ellas.

    • Evento ceremonial frente a evento informal
    • Plató de televisión frente a tertulia informal
    • Teatro formal frente a teatro callejero
    • Museo frente a mercadillo
    • Desfile frente a pasacalles
    • Laboratorios frente a talleres móviles

 

2.2 Fase de diseño: propuestas programáticas

Por último, se traducen, hibridan y subvierten los antecedentes analizados como propuestas para la futura Biblioteca Gabriel García Márquez. Se trata de respuestas prospectivas, que resultan operativas no tanto por ser irrefutables como por tratar de abrir nuevos horizontes y posibilidades. Se incorporan a una versión abstracta del espacio de la futura Biblioteca para proyectar las relaciones potenciales entre ellas. Las propuestas incluyen las situaciones programáticas siguientes, organizadas según el itinerario de acceso al edificio y recorrido por su interior.

  • El ágora/escaparate
  • El foro de ideas
  • La espiral de encuentros / El patio de los sentidos
  • El bosque encantado
  • El palacio de la lectura
  • Laboratorios

 

3 Metodología

3.1 Recolectar actores y agencias y describir redes de relaciones

En La construcción de los hechos científicos, Bruno Latour, antropólogo, sociólogo y padre de la teoría del actor-red, indica los procedimientos por los que los científicos construyen los hechos científicos, resaltando, por ejemplo, que el ensamblado del laboratorio, con todos sus agregados, resulta fundamental para sostener los ensamblados de los productos científicos. Basándose en eso se desarrolló el concepto de actor-red, la mónada de la que está hecho el universo. Todo, absolutamente todo lo que nos rodea, es un actor-red, tanto humanos como animales, vegetales, objetos, discursos. Lo cual quiere decir que ni es simplemente un actor, es decir, que actúa independientemente y sobreviviría en el espacio exterior, ni es solo una red, un resultado de fuerzas sobre las que no tiene elección. "Un actor-red es, simultáneamente, un actor cuya actividad consiste en entrelazar elementos heterogéneos y una red que es capaz de redefinir y transformar aquello de lo que está hecha" (Latour, 2008).

Así, la teoría del actor-red nos enseña la delicada dependencia de los objetos de estudio de los escenarios, agencias y redes en los que se producen. Las situaciones analizadas en la investigación no son esferas cerradas ni escenarios congelados. Se trata, más bien, de ecosistemas complejos, "territorios en disputa" con infinitas ramificaciones. No son situaciones estáticas "allá afuera", ni están construidas de hechos irrevocables, sino de asuntos que conciernen a múltiples actores. El conjunto de elementos heterogéneos que conforman los ensamblados analizados abarca a actores humanos (personal de la biblioteca, usuarios, vecinos, etc.) y no humanos (los propios elementos arquitectónicos,2 condiciones ambientales, temperaturas, niveles de presión sonora e iluminación, relaciones espaciales, etc.).3

La descripción, además, pretende ir un poco más allá del primer círculo de evidencias. Se representan pequeños ecosistemas, siguiendo los postulados de la teoría del actor-red, aplanando el mundo, no desde un punto de vista político, sino desde el punto de vista del sociólogo que intenta explicar cuáles son los elementos que hacen posible una situación dada. Es decir, no se proyectan sobre los escenarios de estudio jerarquías ni estructuras preconcebidas, sino que se describen los actores y agencias que lo sustentan, y sus líneas de acción enlazadas que terminan por conformar la red del ecosistema. Se representa la forma en la que se relacionan objetos y sujetos, o mejor, "actores humanos y no humanos", todos ellos de "pleno derecho" (Callon, 1995),4 y sus acciones vinculadas. Dichos actores, con todos sus agregados, resultan fundamentales para sostener los ensamblados de las situaciones analizadas. Por último, es necesario prestar especial atención a lo corpóreo, lo ambiental (Rahm, 2009)5 y lo háptico (Pallasmaa, 2006); todo aquello, en definitiva, que incumbe al espacio físico y no es reemplazable por vías digitales.

Por ejemplo, ante la voluntad declarada de que los vecinos del barrio "hagan suyo el espacio" de la arcada de la entrada de la futura Biblioteca, para que el lugar muestre actividad e interés de los vecinos y consiga nuevos enrolamientos, se propone mirar cómo y en qué condiciones los vecinos se apropian del pequeño espacio contiguo de sus casas para "tomar el fresco" o qué recursos utilizan los comerciantes para que sus escaparates repercutan en el espacio de la calle. El espacio público ofrece muchas veces tantos incentivos como obstáculos para su ocupación y uso para reuniones cotidianas e informales, que exigen una red de condiciones ambientales y agencias precisas que hagan posible que los actores se congreguen y la situación tenga lugar.

Las reuniones al fresco se producen con el cobijo de sombras y umbrales, al amparo del calor (en el horario de tarde, en lugares amplios, pero sobre todo frescos, donde existe movimiento del aire); pero también con la coartada de una actividad común y la distracción de un evento (niños que juegan o gente que pasa). Solo así los vecinos se apropian del espacio público en el umbral de sus propiedades privadas y sacan sus sillas a la calle. Y es que solo bajo la concurrencia de esa red de agencias se da ese fenómeno perseguido (por los diseñadores con apetito y a veces por las autoridades con horror) en el que los vecinos hacen suyo el lugar.

Propuesta de diseño del ágora-escaparate, en la que se hibridan las situaciones locales de referencia "tomar el fresco", la "tertulia" y el "escaparate"

Figura 1. Propuesta de diseño del ágora-escaparate, en la que se hibridan las situaciones locales de referencia "tomar el fresco", la "tertulia" y el "escaparate"

Análisis de situaciones locales; "tomar el fresco" y la "tertulia"

Figura 2. Análisis de situaciones locales; "tomar el fresco" y la "tertulia"

Análisis de situaciones locales; el "escaparate"

Figura 3. Análisis de situaciones locales; el "escaparate"

 

Así, a veces la labor resulta como la de un escenógrafo, que describe cuáles son los elementos básicos que capturan y propician una situación. Y es importante no obviar ningún elemento de atrezo que posibilita la construcción de la escena (mobiliario y escenarios, utilería de ambiente, objetos indispensables proporcionados por la biblioteca, etc.), tanto como atender a las relaciones espaciales y las condiciones atmosféricas. Otras veces la labor es la de un científico que describe los ciclos y relaciones ecológicas que se dan en determinadas situaciones que actúan como pequeños ecosistemas.

 

3.2 Hacer explícito para reproducir

Como hemos dicho, el objetivo es desvelar, revelar —hacer explícitos,6 en definitiva— los elementos, agentes y actores que dan sustento a nuestro entorno construido. Y, como creadores (léase arquitectos, bibliotecarios o dinamizadores sociales), el propósito es hacerlo de modo que podamos operar, modificar y construir con ellos; crear lazos y nuevas asociaciones y, así, enrolar nuevos actores. Cada actor al que se desea enrolar necesita su propia narrativa, un medio por el que pueda crear un lazo con aquello que se desea mantener o activar. Es lo que se llama vehículo de traducción. Pero no hay traducción sin pagar un peaje y no hay traducción sin transformación (Latour, 2008). A la vez, siempre hay algo que se mantiene a lo largo de la cadena de transformaciones. Por ejemplo, en la cadena casa + familia = hogar familiar, no podemos pensar que casa o familia pueden permanecer invariables para formar esa nueva asociación perdurable en el tiempo que es el hogar familiar. Como le recuerda el zorro al principito de Saint-Exupéry, "domesticar" su naturaleza inhumana es la forma de crear lazos entre ellos.

 

3.3 La dificultad de diseñar nuevos ecosistemas

Diseñar el espacio físico de la futura Biblioteca Gabriel García Márquez no es un procedimiento científico, sino más bien una labor política, en cuanto composición del medio común. Es una labor no objetivable, que responde a un cierto estado de las cosas (que se presentan como materia controvertida frente a, por ejemplo, los hechos científicos), que captura unas aspiraciones sociales e institucionales y se materializa con unos recursos limitados. La metodología seguida no pretende arrojar conclusiones irrevocables, sino alimentar el deseo de redefinir y mejorar el programa bibliotecario y abrir nuevas puertas en las posibilidades de diseño de unos ecosistemas que se perciben obsolescentes.

 

4 Un retrato de la biblioteca pública en el siglo xxi

4.1 Algunas metáforas caducas y la biblioteca como condensador social

Como ya hemos apuntado, la biblioteca, aún espacio público institucionalizado, no puede aspirar a ser solo un estuario, un puerto físico de refugio que ofrece un ámbito silencioso, aséptico, neutro, descontaminado de políticas e interacciones sociales, donde el conocimiento se preserva en una forma pura y desideologizada.

Las bibliotecas no pueden acabar convertidas en morgues del conocimiento donde se almacena la sustancia inanimada de los libros. Cuantos más santuarios y contenedores fríos se construyan, más usuarios correrán a buscar el calor de sus casas y la versatilidad de sus tabletas electrónicas, más actores e interesados preferirán el potencial de los foros virtuales para sus encuentros e interacciones.

La flexibilidad es otra de las recetas obsoletas. Las bibliotecas deben ser capaces de evolucionar y adaptarse a su entorno, pero la intensidad de las experiencias y atmósferas que debe ofrecer diariamente demanda unos tiempos y recursos (más propios del teatro o de los centros comerciales con sus campañas de temporada) que son ajenos a los conceptos antiguos de flexibilidad. Mientras todas las situaciones posibles tengan cabida, ninguna estará teniendo lugar.

La biblioteca pública, en cambio, convertida en institución dinámica, tiene la capacidad de dar carta de naturaleza a fenómenos sociales que se producen continuamente en su entorno y que, si antaño parecían quedar fuera de sus márgenes, hoy podrían asegurar su supervivencia.

La biblioteca es capaz de actuar como un auténtico condensador social, capturando e intensificando situaciones que fomentan la experiencia de la información, el intercambio y la producción de conocimiento. Y es que, para que las bibliotecas públicas sean realmente "nuestras universidades de la esquina" (Edwards, 2002),7 necesitamos ser capaces de traducir las prestaciones que ofrecen los diversos espacios, físicos y virtuales, en los que ya ocurren estas tres funciones e incorporarlas a nuestras instituciones e intensificarlas con un carácter único.

 

4.1.1 Las experiencias de la información y su intercambio

Otro caso paradigmático es el de la "experiencia de la información", que puede ser radicalmente distinta en unos casos y otros. No es lo mismo ver un monólogo en casa que ir a un teatro, aunque el contenido sea el mismo. Y lo que hace la experiencia distinta es un conjunto de condiciones que son potencialmente trasladables al espacio de la biblioteca pública, debidamente abstraídas. La preparación para el evento, la anticipación de este en la cola del teatro, la participación con otros, la atmósfera de contagio y estímulo en el patio de butacas y la continuidad posterior del evento, que se extiende y se comparte en un bar, son situaciones que pueden tener lugar en una biblioteca, que deberían recogerse en los programas funcionales y que realmente hacen que el viaje a la biblioteca merezca la pena. Algunos hasta pagan por ello.

Lo mismo podríamos decir del intercambio de conocimiento. No es lo mismo colgar una entrada en Facebook que opinar en una tertulia formal entre vecinos en una biblioteca, en una atmósfera bien caldeada, con una escenografía adecuada, con el apoyo de una parte de la colección de soporte de consulta y fondo escénico. Los estímulos y las interacciones como nuevo ecosistema y, por ello, la intensidad de la experiencia son radicalmente distintos.

Análisis de situaciones; la "experiencia de la información"

Figura 4. Análisis de situaciones; la "experiencia de la información"

 

4.2 La biblioteca es una extensión de la ciudad

La biblioteca pública es una extensión de la ciudad y una versión intensificada de las situaciones que se dan en ella. Podemos considerarla como un paisaje plegado en el interior de la biblioteca de situaciones domésticas y urbanas, más o menos locales o globales. Por su parte, todos los ciudadanos son, a su vez, bibliotecarios (archiveros, conservadores y expertos) de su propio mundo (Van de Wiel; Bey, 2010).8 De este modo, el aura institucional de la biblioteca puede dejar de servir funciones simbólicas y representativas y transformarse en escenario de empoderamiento y transmisión de prácticas sociales pretéritas y contemporáneas, cotidianas y eventuales, que garanticen un mejor acceso, intercambio y producción del conocimiento.

 

4.3 Espacio público definitivo, lugar de eventos y encuentros

Lo público se define como la probabilidad de un encuentro inesperado (Van der Velden, 2010). Ir a la biblioteca es un viaje de interacciones. Uno busca libros como busca encuentros. En una biblioteca hoy en día se encuentran revistas y CD como se encuentra trabajo o una nueva orientación para la vida, la posibilidad de abordar problemas sociales o actividades políticas. La biblioteca no debe ser tanto un depósito de objetos que el usuario va a buscar de forma específica como un entramado de múltiples itinerarios con un gran potencial transformador. No importa tanto el destino como el trayecto recorrido.

 

4.4 La biblioteca es el hogar de todos

El corolario de esta intensificación de lo público de la biblioteca no deriva en el espacio universal, objetivo e impersonal, sino más bien al contrario. La biblioteca pública se configura como un espacio acogedor donde cada uno puede encontrar su lugar, su rincón. La tradición nórdica, en ese sentido, es clara: las bibliotecas públicas se configuran como intensificaciones del espacio doméstico. Uno supera la objeción de diferencias culturales cuando entiende que la noción no aparece como negación de lo público, sino como fórmula para permitir a los usuarios hacer suyo el espacio por medio del fomento y la proliferación de prácticas cotidianas y domésticas.

 

5 Conclusiones provisionales

5.1 Una biblioteca física, háptica y atmosférica

Defender la pertinencia de la biblioteca implica apostar por todo aquello que no es sustituible por medios electrónicos y virtuales. Hoy en día, no es posible defender la importancia de estos espacios públicos sin confiar en su condición física y en el tejido social ligado a su materialidad. Aunque las bibliotecas no sean solo medios de acceso a la información, son espacios que conforman nuestro entorno físico, dentro de los cuales construimos nuestra sociedad. Su corporeidad debe ser tan irremplazable como nuestras calles y plazas, nuestros hogares y los espacios que compartimos con otros. En las últimas décadas quizá las bibliotecas han perdido los programas que gestionaban con exclusividad y daban sentido originario a su existencia, pero por el camino han pasado a convertirse en catalizadores y condensadores sociales, cuya relevancia no se basa en la exclusividad o gratuidad de sus funciones, sino en la intensidad espacial única, gracias a los recursos institucionales, con que convergen y proliferan programas que podrían darse en cualquier otro lado.

Por ejemplo, existen mil sitios donde se puede estudiar, pero el estudiante percibe "en todo su ser" que, si estudia en una atmósfera consagrada a esa actividad, sometiendo a la mente mediante la disciplina corporal, con el estímulo de una escenografía adecuada y con el contagio de otros en su misma situación, su disposición y resultados serán mejores.

Análisis de situaciones; atmósferas estimulantes: estudio en grupo

Figura 5. Análisis de situaciones; atmósferas estimulantes: estudio en grupo

 

Así, por el camino de esta investigación hemos descubierto que potenciar desde la arquitectura todo aquello que no es transmisible por medios digitales, todo lo háptico, lo corpóreo y lo atmosférico, es la mejor apuesta que podemos hacer como contribuidores al espacio bibliotecario; la "biblioteca háptica", con su colección de aromas y texturas, su atmósfera acústica, que enmascara y promueve conversaciones e interacciones, y su atención a la disposición de los cuerpos y sus relaciones. Entendemos que, exagerando nuestra postura, desde la gestión de la colección puede tener más sentido tener una biblioteca de aromas, sabores y texturas que cuatro ejemplares de obras de Shakespeare, disponibles gratuitamente en Google Books, con miles de comentarios, enlaces y fuentes secundarias.

Análisis de situaciones; propuesta de componentes de un espacio háptico y sonoro

Figura 6. Análisis de situaciones; propuesta de componentes de un espacio háptico y sonoro

 

Trate el lector escéptico, si no, de enviar por correo electrónico unas determinadas condiciones ambientales, un aroma, una sensación en la piel, una emoción en la boca del estómago o, en definitiva, todas las prestaciones que hacen que las experiencias del conocimiento en la biblioteca puedan ser radicalmente distintas de lo que ocurre en Internet o fuera de sus puertas.

Una biblioteca hoy en día es, ante todo, una colección de ambientes, y lo que da sentido al espacio de la biblioteca, en definitiva, no tiene cabida en un correo electrónico.

 

5.2 RFID y navegación doméstica

La apuesta por lo físico no es una negación de lo virtual. Al contrario. El espacio físico debe incorporar todas las prestaciones del mundo digital que sea posible. La tecnología de RFID permite una versatilidad en la colección que puede emular las prestaciones de Amazon. Como usuarios, queremos navegar por la colección de la biblioteca con la comodidad que lo hacemos sentados en nuestros salones por medio de Google Books; para lo que la colección podría dejar de tener una ubicación fija9 (Dijkstra, 2010).

Carritos móviles "inteligentes"

Figura 7. Carritos móviles "inteligentes"

 

5.3 Nuevos consensos y nuevos ecosistemas

La necesidad de redefinir las prestaciones que aporta el espacio físico, lo corpóreo, alcanza todas las capas imaginables. Nos encantaría tener una solución sencilla que nos pusiera a todos a salvo, pero los antiguos estándares se están quedando obsoletos a velocidad de vértigo.

La redefinición del programa bibliotecario es una reflexión en la que debemos intervenir equipos pluridisciplinares en los que participamos usuarios y representantes vecinales, personal bibliotecario especializado y de apoyo, técnicos especialistas, arquitectos, ingenieros —de estructuras, instalaciones y tecnología bibliotecaria—, consultores acústicos para el acondicionamiento del espacio, escenógrafos y diseñadores de interiores, e incluso sociólogos y especialistas en espacios comerciales y neuromarketing…

No estamos hablando de ingeniería social, sino de tener una sensibilidad extrema cuando trabajamos con nuestro entorno construido. Estamos hablando de una reflexión que afecta no solo a las bibliotecas, sino a la red física de espacios públicos sobre la que construimos nuestra sociedad y que está puesta en crisis por la emergencia de medios digitales y foros virtuales. La biblioteca está tan amenazada por Google Books como la plaza por Facebook.

Se trata de alcanzar en cada caso un nuevo consenso en el que arquitectura, colección, actividades, usuarios y entorno formen una red cohesionada; un nuevo ecosistema. Como equipo de trabajo, podemos abordar un área programática, identificar una serie de situaciones que tienen la capacidad de redefinir e intensificar sus condiciones. Podemos identificar el conjunto de agencias y actores que hace posible esa situación e hibridarlo con lo ya conocido para mejorar las prestaciones de los tipos programáticos.

Por ejemplo, la biblioteca, en cuanto a espacio de acceso e intercambio del conocimiento, es un foro de ideas. Como ágora, rivaliza con los foros virtuales y las redes sociales, pero también con las tertulias que ocurren fuera de sus puertas en bares y plazas; con las consultas de médicos y psicólogos; y con el sofá de nuestras casas. Todas esas interfaces ofrecen prestaciones que la biblioteca debe ser capaz de asimilar. La biblioteca ofrece un soporte físico institucional capaz de traducir estos fenómenos dentro de sus puertas y realzarlos e intensificarlos.

La Biblioteca Gabriel García Márquez como foro de ideas e interacciones

Figura 8. La Biblioteca Gabriel García Márquez como foro de ideas e interacciones
 

En definitiva, sabemos que las bibliotecas no son templos de acceso al conocimiento y se están transformando en instituciones con la capacidad de intensificar lo que ocurre en la ciudad y también lo que ocurre en nuestras casas. Si las bibliotecas son santuarios, lo son en construcción permanente. En las catedrales antiguas no se quitaban nunca los andamios, porque retirarlos significaba que se consideraban acabadas y perfectas y aquella pretensión no era sino un insulto a Dios.

Una biblioteca pública hoy en día es, ante todo, una intensificación del barrio que la rodea y de los hogares de todos sus vecinos; una colección, sí, pero una colección de ambientes y situaciones únicos que intensifican el acceso, el intercambio y la producción de conocimiento. Y cuando dudamos, procuramos recordar que, en última instancia, lo que da sentido a sus espacios no tiene cabida en un correo electrónico.

 

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—— (2009). The Making of a building: a pragmatist approach to architecture. Oxford: Peter lang.

 

Notas

1 La teoría del actor-red (véase la nota 3) ha desarrollado el concepto de actantes para referirse a actores-red humanos y no humanos en un ecosistema (una diferenciación que ha sido motivo de numerosos conflictos en la sociología). En el presente texto, los actores-red se denominan, de forma comúnmente extendida, como actores, en el caso de los típicamente humanos, y agencias, para los no humanos.

2 Es significativo, en este sentido, el catálogo de elementos arquitectónicos contenido en la exposición Elements de la Bienal de Arquitectura de Venecia, comisariada por Rem Koolhaas (Koolhaas [et al.], 2014). Aunque debe notarse que en el caso de la investigación se ha prestado más atención a la red de relaciones entre elementos que a su consideración como objetos autónomos.

3 Recurso recurrente de la investigación (y no solo del proyecto en realización) es el manual sobre la arquitectura bibliotecaria y su compendio de recomendaciones de Santiago Romero, que se utilizan como marco de referencia técnico proyectual (véase Romero, 2003).

4 Para poner en contexto todos los términos sociológicos con los que se describen actores humanos y no humanos, véase la explicación paradigmática que realiza M. Callon del papel que desempeñan vieiras y pescadores y el intercambio de roles y relaciones entre ellos.

5 La atención a las condiciones atmosféricas del espacio ha experimentado en los últimos años una renovada intensidad con el estudio y representación de variables termodinámicas. Arquitectos como Philippe Rahm, especialmente, han incorporado a sus dibujos técnicos representaciones de formas de energía y ondas que la investigación toma prestados intentando capturar las condiciones de temperatura, humedad, niveles de presión sonora, etc. que definen un espacio (véase también Rahm; Décosterd, 2005).

6 El concepto de explicitación, de hacerse explícito, de revelarse —con v—, de manifestarse, ha sido desarrollado por el filósofo alemán Peter Sloterdijk. Algo que obviamos, lo implícito, que damos por sentado, se hace visible a través de agentes, fenómenos, etc. de explicitación. En esta investigación queremos hacer lo mismo.

7 Las bibliotecas son, por supuesto, centros de aprendizaje. "La biblioteca es nuestra universidad de la esquina", dijo el secretario de Estado de Cultura del Reino Unido en el año 2000. Si verdaderamente es el caso, para ello tienen que producirse tres actividades clave relacionadas en torno al conocimiento: acceso a este, reflexión o producción e intercambio.

8 La investigación utiliza la hipótesis inversa de la desarrollada por Ester van de Wiel y Jurgen Bey en su artículo de 2010 "Public Space as Public Library". En él, se plantean como hipótesis de trabajo si la línea Hofplein en Holanda fuera considerada toda ella una biblioteca. Se preguntan cómo sería una biblioteca, si todo lo que se halla en el espacio (tiendas, hospitales, cafeterías, parques, etc.) fuera considerado parte de la colección. La ciudad aparece como biblioteca, ya que un espacio público bien mantenido que sigue las reglas de una biblioteca está constantemente organizando e intercambiando conocimiento.

9 En "The Learning Jungle", Rients Dijkstra y Jason Hilgefort exploran las posibilidades de disponer de un sistema difuso de almacenamiento, utilizando sistemas de identificación de radiofrecuencia, con módulos pequeños de almacenamiento, usados para configurar espacios, permanentemente reconfigurables y adaptados a una actualidad siempre cambiante, que facilita la interacción con los usuarios y estimula las relaciones cruzadas, el merodeo por el espacio y los descubrimientos y las sorpresas.

 


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