Número 35 (diciembre 2015)

Perfil profesional en las bibliotecas públicas: visión de los mismos bibliotecarios

 

[Versió catalana]


Maria Delmàs-Ruiz

Graduada en Información y Documentación
Universitat Oberta de Catalunya

Alexandre López-Borrull

Profesor
Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación
Universitat Oberta de Catalunya

 

Resumen

El perfil profesional de los bibliotecarios ha ido evolucionando a lo largo de los años, en consonancia con los cambios que han afectado a la biblioteca pública. En este artículo se analiza cómo es este perfil actualmente, desde la óptica de los mismos profesionales. Se obtiene así una visión de las competencias más valoradas hoy en día, y se detectan las facetas del perfil que requieren más incidencia formativa. Como resultado del análisis se ha identificado la necesidad de perfiles especializados, que también se podría suplir con la incorporación de profesionales complementarios. Finalmente, aunque el perfil profesional de bibliotecario se adapta en gran medida a la nueva realidad de las bibliotecas públicas, también se identifican las carencias percibidas por los profesionales.

Resum

El perfil professional dels bibliotecaris ha anat evolucionant al llarg dels anys, en consonància amb els canvis que han afectat la biblioteca pública. En aquest article s'analitza com és aquest perfil actualment, des de l'òptica dels professionals mateixos. S'obté així una visió de les competències més valorades avui en dia, i es detecten els vessants del perfil que requereixen més incidència formativa. Com a resultat de l'anàlisi s'ha identificat la necessitat de perfils especialitzats, que també es podria cobrir amb la incorporació de professionals complementaris. Finalment, tot i que el perfil professional de bibliotecari s'adapta a grans trets a la nova realitat de les biblioteques públiques, també s'identifiquen les mancances percebudes pels professionals.

Abstract

The professional profile of the public librarian has evolved in response to the changes that constantly affect public libraries. In this article we analyze what the public librarian’s job involves from the point of view of the professionals themselves. This allows us to examine the competences that are most highly valued and identify those areas in which professionals require more specific training. Our results indicate that there is a need for librarians with more specialized profiles, but that this need could also be satisfied by incorporating professionals whose profiles were complementary or overlapping. Finally, although the professional profile of the librarian is adapting to the needs of the modern public library, we can detect certain weaknesses, which the professionals themselves also perceive.

 

1 Introducción

Las bibliotecas públicas de hoy son el resultado de unas profundas transformaciones que han tenido lugar durante los últimos años. Actualmente, no sólo disponen de un fondo documental, que se ha ido ampliando con el paso del tiempo, sino que ofrecen una serie de servicios y llevan asociada una importante función social. Una dimensión social que no es nueva, ya que forma parte del ADN del servicio bibliotecario (Alòs-Moner; Bailac; Hernández-Sánchez, 2015). De esta forma las bibliotecas públicas actuales no son espacios reservados a la lectura o al estudio individual, sino que son puntos de encuentro para el intercambio cultural, la participación y la interacción, la cohesión social y el aprendizaje comunitario, entre otros usos.

Es numerosa la literatura científica que ha analizado estos cambios y las correspondientes adaptaciones de las bibliotecas y de los profesionales que trabajan en ellas. Ya en los años noventa, Anglada (1993) advertía que "el futuro de las bibliotecas pasaba por la adopción de instrumentos nuevos y por la adaptación del bibliotecario y de las bibliotecas mismas a los valores cambiantes de una sociedad que cambia constantemente". Mañà y Mayol (1999) expresaban que "la biblioteca pública [...] se encuentra en un proceso de cambio generado por diversos factores, entre los cuales tiene un papel relevante la utilización de las llamadas tecnologías de la información y la comunicación; pero, en gran medida, han sido las demandas de la sociedad, las transformaciones sociales, las que han exigido y comportado un replanteamiento de los objetivos y de los servicios de la biblioteca pública". Muchas de las transformaciones son consecuencia del impacto de las tecnologías, pero también de aspectos de carácter social. Asimismo, un grupo de trabajo coordinado por Tejada Artigas y Martínez González (Consejo de Cooperación Bibliotecaria, 2013) caracterizó los diferentes perfiles profesionales del sistema bibliotecario español.

Este artículo pretende obtener una visión del perfil profesional de los bibliotecarios que trabajan en este nuevo escenario. Los bibliotecarios son unos profesionales acostumbrados a adaptarse a las necesidades de cada momento, tanto de los usuarios como del entorno. A partir de esta afirmación, surgen todo tipo de preguntas, como por ejemplo: ¿tienen la formación, los conocimientos y las habilidades para enfrentarse a este nuevo escenario? ¿Disponen de herramientas y recursos suficientes? ¿Hace falta más especialización o hacer hincapié en determinadas competencias? ¿Qué oportunidades se abren?

El informe Prospectiva 2020 (Consejo de Cooperación Bibliotecaria, 2013) indica que no estamos viviendo en una época de cambios, sino que estamos delante de un cambio de época, y que las bibliotecas serán una de las organizaciones más afectadas por esta transformación constante e intensa. Esta situación requiere de unos perfiles bibliotecarios con unas habilidades concretas y una gran flexibilidad para asumir los cambios. Al mismo tiempo, han de ser unos profesionales abiertos y atentos a todo lo que sucede en su entorno, y más allá, y dispuestos a formarse y renovarse continuamente, un perfil que se abre a nuevos horizontes profesionales y con una identidad claramente marcada por los fenómenos sociales, culturales y tecnológicos.

El artículo que se presenta quiere poner de manifiesto cuáles son las competencias más valoradas en la actualidad, desde la perspectiva de los mismos bibliotecarios, así como las principales carencias del perfil. De esta manera, se intenta indicar qué competencias o aptitudes deberían ser reforzadas. Esto ha de permitir, aunque desde una óptica general,1 vislumbrar cuáles son los retos profesionales a los que se enfrenta el sector de los bibliotecarios de la biblioteca pública.

 

2 Objetivos y metodología

Con la finalidad de obtener una visión sobre las competencias deseables, así como de las carencias, del perfil profesional de los bibliotecarios en la biblioteca pública, se decidió hacer una encuesta para averiguar el posicionamiento y la opinión del colectivo. En la recogida y análisis de datos se ha combinado el método cualitativo con el cuantitativo, utilizando como técnicas de investigación la entrevista y la encuesta. Los datos se obtuvieron entre los meses de marzo y abril de 2015.

Las entrevistas (apéndice A), que fueron realizadas previamente y sirvieron de base para elaborar la encuesta, se hicieron con tres directores de bibliotecas públicas. Se seleccionaron tres directores (con diferentes trayectorias en la profesión y edades) pertenecientes a bibliotecas de diferentes ámbitos (una del Consorci de Biblioteques de la ciudad de Barcelona y dos de la Diputación de Barcelona), y también de diferentes entornos (Barcelona, municipio de menos de 10.000 habitantes y municipio de más de 10.000 habitantes).

La encuesta (apéndice B) consta de doce preguntas y se distribuyó mediante tres canales: correos electrónicos enviados a las bibliotecas públicas de Cataluña, un mensaje en la lista de distribución BibCat2 y mediante la red social Twitter. A través de estos canales se intentaba llegar al mayor número posible de bibliotecarios en activo, una cifra difícil de averiguar de forma directa. La encuesta fue respondida por 185 bibliotecarios. Cabe tener en cuenta que esta muestra representa un subconjunto activo del colectivo de los bibliotecarios, ya que los encuestados han respondido de manera anónima y voluntaria y no se han podido tener en cuenta las no contestadas. Según datos oficiales, el universo consta de 573 bibliotecarios que trabajan en la biblioteca pública.3 Algunas limitaciones de la investigación han sido el no interrogar por la tipología de biblioteca o sobre la red a la que pertenece, la categoría laboral o el género.

Las respuestas corresponden mayoritariamente a licenciados en Documentación (53 %), seguido de diplomados en Biblioteconomía y Documentación (25 %). El resto de respuestas provienen, básicamente, de bibliotecarios con estudios superiores de postgrado o máster y algún titulado del grado de Información y Documentación.

Mediante el análisis de los datos se propone una respuesta a las preguntas siguientes:

  • ¿Cuáles son las competencias y carencias del perfil profesional consideradas más relevantes por los bibliotecarios?
  • ¿Cuál es la situación actual?
  • ¿Qué propuestas de mejora se pueden hacer?
 

3 Resultados

3.1 Competencias

Es evidente que para poder adaptarse a las necesidades de cada momento, tanto de los usuarios como del entorno, los bibliotecarios deben disponer no sólo de los medios necesarios sino que también deben desarrollar o potenciar unas competencias, tanto específicas como transversales. Debido a esto, se hicieron una serie de preguntas que permitiesen entrever qué competencias son las más valoradas.

Las competencias específicas más valoradas por los encuestados son la comunicación con los usuarios y el equipo, seguida de la iniciativa para innovar y la gestión de la información.

Competencias específicas. Fuente: elaboración propia

Figura 1. Competencias específicas. Fuente: elaboración propia

Las entrevistas apoyan estos datos ya que la competencia en comunicación fue también la más valorada. Uno de los entrevistados matizó que esta competencia en comunicación debe incluir también la comunicación vía redes sociales.

La iniciativa para innovar también fue la segunda más valorada por dos de los entrevistados. Uno de ellos enfatizó que esta iniciativa debe ser "tanto para proponer como para recoger ideas", en el sentido de saber recoger las necesidades de los usuarios y posteriormente planificar las acciones adecuadas para satisfacerlas. Uno de los entrevistados considera que la competencia para innovar "es fundamental y que es un tema que hay que trabajar mucho". Aun así, los entrevistados reconocen que a la hora de innovar tienen ciertos límites, impuestos por la falta de recursos o por el hecho de pertenecer a una red de bibliotecas. En referencia a los recursos, la carencia no sólo es en términos de inversión económica sino también, y sobre todo, en términos de disponibilidad de equipos y tiempo para invertir en pensar sobre ideas o proyectos innovadores.

Las competencias transversales más valoradas por los encuestados son la flexibilidad para adaptarse a los cambios y la profesionalidad.

Competencias transversales. Fuente: elaboración propia

Figura 2. Competencias transversales. Fuente: elaboración propia

A los entrevistados les resultó difícil escoger sólo dos competencias transversales, ya que consideran que todas ellas son imprescindibles. Pero reconocen que no es fácil encontrar perfiles que aglutinen todas estas competencias y que por eso, y de manera ideal, sería conveniente formar equipos que sumaran todas las competencias.

No sorprende que la flexibilidad sea la más valorada, ya que en un entorno cambiante como el actual es esencial. La profesionalidad implica no sólo una adaptación al entorno, equipo y usuarios, sino también seguir los procedimientos de manera flexible para alcanzar los objetivos (Salvador, 2003).

La profesionalidad se identifica con la capacidad de tener una visión global de las bibliotecas, el trabajo en equipo, las necesidades del entorno y de los usuarios y la mejora constante de las habilidades profesionales. Uno de los entrevistados, al valorar esta competencia, opinó que se había mejorado mucho en esta faceta, pero que era una vía a trabajar e intensificar.

 

3.2 Carencias

Los resultados muestran que las carencias principales se hallan en el ámbito de la cultura empresarial, seguida por la gestión de conflictos y la iniciativa para innovar.

Carencias. Fuente: elaboración propia

Figura 3. Carencias. Fuente: elaboración propia

En las entrevistas, esta falta de visión empresarial también fue detectada. Uno de los entrevistados puso especial énfasis en esta ausencia de cultura empresarial, concretamente con estas palabras: "Creo que falta cultura empresarial. Sí, creo que sería muy interesante ver cómo están funcionando los perfiles profesionales en las empresas, y que no seamos como una vida a parte, paralela, sino que tengamos muy en cuenta lo que está pasando fuera".

Uno de los directores entrevistados identificaba como carencia importante la parte más social del bibliotecario. Mostraba su preocupación por la falta de inquietud para conocer el entorno. Entre los encuestados que respondieron Otros a esta pregunta, hay quien identificó este hecho: "falta implicación con el entorno", "falta la voluntad de servicio", "más vocación".

De hecho, y teniendo en cuenta que las bibliotecas tienen un fuerte componente social, los otros entrevistados también coincidieron en valorar la parte social del perfil como muy importante. Aun así, consideran que no existe una formación adecuada en este sentido: "La formación es escasa", "Se hace de manera muy intuitiva, hace falta ser más profesional".

 

3.3 Perfiles especializados o complementarios

Atendiendo al incremento y diversificación de las tareas en las bibliotecas públicas, se preguntó si existía la necesidad de tener bibliotecarios más especializados. La gran mayoría de los encuestados consideran que sí que existe esta necesidad.

Perfiles especializados. Fuente: elaboración propia

Figura 4. Perfiles especializados. Fuente: elaboración propia

En esta misma línea, se preguntó sobre otros perfiles profesionales que se podrían incorporar a las bibliotecas como complemento del bibliotecario. El perfil más solicitado es el tecnológico, seguido del de educador infantil y el de servicios sociales. Estos datos coinciden con los obtenidos en las entrevistas.

Perfiles complementarios. Fuente: elaboración propia

Figura 5. Perfiles complementarios. Fuente: elaboración propia

Finalmente, se preguntó sobre la relación de bibliotecarios respecto a la de auxiliares que trabajan en las bibliotecas.

Ratio bibliotecarios/auxiliares. Fuente: elaboración propia

Figura 6. Ratio bibliotecarios/auxiliares. Fuente: elaboración propia

La mayoría de los encuestados consideran que en la biblioteca donde trabajan hay suficientes bibliotecarios en relación a auxiliares o personal de soporte. Estos datos contrastan con los obtenidos en las entrevistas, ya que de estas se desprende que el número de bibliotecarios es insuficiente. La razón de esta divergencia puede explicarse por el hecho que todos los entrevistados son directores, y opinan desde una óptica directiva y de gestión. Y esto hace pensar que, posiblemente, en su planificación de acciones para la biblioteca echen de menos más profesionales con formación bibliotecaria. Concretamente, uno de los entrevistados critica la proporción actual según la cual se adjudica el número de bibliotecarios y auxiliares: "La proporción actual es de dos bibliotecarios y seis auxiliares; tendría que ser la proporción inversa".

 

3.4 Formación

Si bien en la encuesta no se preguntó con profundidad sobre la formación de los bibliotecarios, sí que se incluyeron preguntas sobre aspectos concretos que surgieron durante las entrevistas: la atención al público y el papel del bibliotecario como preceptor de información.

En relación a la atención al público, existe un profundo acuerdo sobre la importancia que debe tener en la formación de los nuevos bibliotecarios, tal y como se percibió durante las entrevistas.

Atención al público. Fuente: elaboración propia

Figura 7. Atención al público. Fuente: elaboración propia

Respecto a la formación sobre el bibliotecario como preceptor de información los resultados están en la misma línea.

Preceptor de información. Fuente: elaboración propia

Figura 8. Preceptor de información. Fuente: elaboración propia

En las entrevistas se debatió con más profundidad sobre la formación de los bibliotecarios. Se detectó que la orientación a la atención al público a pesar de ser un aspecto muy valorado, era un déficit formativo importante, al mismo nivel que la parte más social del perfil comentada anteriormente. También se preguntó, en las entrevistas, sobre la formación para asumir roles de gestión y/o directivos, ya que según Permanyer ("A debat", 2010) es donde existe un déficit más grande y apuesta para que el grado de Información y Documentación ayude a formar profesionales en estos ámbitos. Los entrevistados opinaron que aunque existe este déficit, la formación para asumir roles directivos o de gestión se ha de adquirir con posterioridad y preferentemente, cuando ya se haya adquirido experiencia trabajando en la biblioteca pública. A su vez, hicieron extensivo este déficit al ámbito de la gestión de recursos humanos.

 

3.5 Tecnologías

Las nuevas tecnologías e Internet se han introducido plenamente en las bibliotecas y tienen impacto en sus servicios. Todos los entrevistados coincidieron que este es el cambio que ha tenido más incidencia en la biblioteca pública.

En la encuesta se preguntó específicamente sobre el papel de los bibliotecarios en la alfabetización digital. Una gran mayoría creen que deben jugar un papel más activo en este aspecto.

Alfabetización digital. Fuente: elaboración propia

Figura 9. Alfabetización digital. Fuente: elaboración propia

Las respuestas a las entrevistas siguieron en la misma línea, ya que los entrevistados se mostraron favorables a contribuir tal y como están haciendo ahora en el ámbito de las tecnologías y especialmente para reducir la fractura digital. "Podemos jugar un rol importante para conseguir que la fractura digital no sea tan importante. Sobre todo con toda una generación [se refiere a la gente mayor]". Uno de los entrevistados opinó que existen temas como el derecho al olvido que se presentan como un nuevo horizonte para ellos: "Esto del derecho al olvido es una cosa muy llamativa y sería una oportunidad".

 

3.6 Adaptación

Finalmente, se pidió a los encuestados que valoraran la adaptación del perfil profesional del bibliotecario. Aunque un alto porcentaje está de acuerdo o muy de acuerdo (65 %), es evidente que hay una parte importante de los bibliotecarios que consideran que la adaptación no es adecuada (35 %).

Adaptación. Fuente: elaboración propia

Figura 10. Adaptación. Fuente: elaboración propia

En las entrevistas no se detectó un desacuerdo tan importante como en la encuesta. Los entrevistados consideran que los cambios han sido progresivos y asimilables; sin embargo, constatan que la adaptación podría ser mejor o extensiva a áreas que afectan a la profesión, como por ejemplo los procesos de selección de personal: "A nivel de recursos humanos no se han hecho cambios para adaptarse". Uno de los entrevistados, prevé que es ahora cuando llegarán cambios más profundos: "Ahora vendrá un cambio más radical, o nos adaptamos o cerramos".

 

4 Discusión

4.1 Fomento de competencias

Los resultados evidencian claramente que hay unas competencias que son especialmente valoradas y otras que necesitan un mayor desarrollo para conseguir un perfil profesional completo.

 

4.1.1 Comuniquemos (¡mejor!)

Por una parte, teniendo en cuenta que la comunicación con los usuarios y el equipo es la competencia más valorada debería fomentarse y dotarla de más profesionalidad. Los estudios del mercado laboral de Abadal, Borrego y Serra (2012) y de Atenas (2010), ya informaban de la importancia de esta competencia. Así, Abadal, Borrego y Serra (2012), después de analizar la evolución temporal de ofertas de trabajo en el campo de la información y la documentación, declaraban que la oferta referente a los perfiles clásicos (bibliotecarios, documentalistas, etc.) se habían reducido y que esta bajada tenía "el contrapeso en el aumento de ofertas en el ámbito del marketing y la comunicación, que pasa del 6 % al 32 %". En esta misma línea, Atenas (2010) establece, después de analizar las competencias requeridas para enfrentarse al mercado de trabajo, que la comunicación es la competencia "más solicitada con un 17 % de las preferencias, seguido con un 12 % por la creatividad y la capacidad de cooperación". Estos datos están en la línea de los resultados obtenidos en este artículo.

Evidentemente, la comunicación tiene una fuerte componente personal, de forma que habrá profesionales más avezados que otros a ser buenos comunicadores. Sin embargo, la comunicación es una competencia que se puede aprender, con un buen guión formativo y práctico. De esta forma, potenciando la comunicación se podrían mejorar algunas de las carencias detectadas, como por ejemplo, la gestión de conflictos, puesto que, en el caso de los bibliotecarios, no es solo importante en la relación con los usuarios, sino también porque su trabajo es básicamente en equipo.

En relación con la comunicación hay que destacar la atención al público. Este es un punto muy valorado (26 % de los encuestados) con un déficit formativo destacable, según lo que se puso de manifiesto en las entrevistas. La atención al público, aunque está presente de forma muy significativa en la biblioteca pública, es fruto de una actitud personal de cada profesional y muy intuitiva. En palabras de uno de los directores entrevistados: "Se actúa por sentido común, por educación, pero no es suficiente con eso [...]. Debería ser más pautada, más profesional. Que no proceda tanto de una actitud, sino que la orientación a la atención al público esté más desarrollada a nivel formativo".

De hecho, y relacionado con la comunicación, los resultados muestran que también hay que hacer más incidencia formativa en el papel del bibliotecario como preceptor de información. Aunque no sea específicamente un nuevo rol, teniendo en cuenta que son muchos los bibliotecarios que desde siempre han trabajado en este sentido, en los últimos años se ha hecho patente que forma parte esencial de su perfil. Es evidente que en esta función, el perfil personal influye de manera importante, pero potenciar una formación cultural amplia de los bibliotecarios, tanto desde las ofertas formativas como desde los lugares de trabajo, sería beneficioso.

En realidad, este no es sólo un punto débil de la biblioteca pública de Catalunya sino que es generalizado. Arias-Coello y otros (2014) exponen, en relación con la competencia para interrelacionarse con los usuarios, que "el aprendizaje de esta competencia, recibe una valoración del 6,65 por parte de los estudiantes, ante una valoración de importancia superior a 9,00 por parte de responsables de recursos humanos y estudiantes". En la misma línea, un artículo sobre las nuevas generaciones de bibliotecarios, basado en los Estados Unidos (Fiels, 2015), establece que la profesión se enfrenta a un doble reto, el primero de los cuales es formar a una nueva generación de bibliotecarios, con un clara orientación al público y con conocimientos tecnológicos. El segundo reto es cambiar la percepción del público sobre el estado de la profesión. En este último punto, la comunicación es esencial para poder llegar a todo tipo de usuarios, mejorar el papel de los bibliotecarios como preceptores de información y a su vez ayudar a desarrollar su función como formadores. Para ello parece necesario trabajar de forma más directa y reglada la atención al público, tanto a un nivel teórico como práctico.

 

4.1.2 Innovemos (¡más!)

La segunda competencia más valorada es la iniciativa para innovar, que es a su vez la segunda carencia detectada. Anglada (2014) es taxativo en este tema y afirma que si la generación actual de bibliotecarios no es capaz de introducir cambios radicales en el papel de las bibliotecas, su continuidad está seriamente amenazada. Así, la figura del innobrarian, introducida por Foote (2013), se presenta como un complemento importante para acoplar al perfil actual del bibliotecario. Foote enfatiza este rol del bibliotecario que se atreve a ser pionero, a probar cosas nuevas, a generar entusiasmo y a generar innovación. No se trata sólo de innovar para mejorar o adaptarse mejor a las necesidades de cada momento, sino que debería darse un paso adelante y actuar como red de apoyo para todos los usuarios de la biblioteca con ideas innovadoras.

Es por todo ello que debe tomarse seriamente la competencia de la innovación en sentido amplio y trabajar intensamente para que deje de ser una carencia. Si bien es cierto que durante las entrevistas se detectaron ciertos límites a la hora de innovar, seguramente una fuerte concienciación del colectivo de bibliotecarios respecto a la innovación ayudaría a flexibilizar estos límites. Por tanto, se tiene que trabajar para inculcar un espíritu creativo, capaz de superar el temor al fracaso, que permita iniciar nuevos proyectos y mostrar un bibliotecario atrevido y abierto.

 

4.2 Cultura empresarial en un perfil público

La cultura empresarial es la carencia más importante según los datos obtenidos. Se puede enfocar desde diferentes puntos de vista: a la hora de innovar, de seleccionar personal, en cuestiones de marketing, etc.

En la gestión diaria de la biblioteca pública se han ido introduciendo conceptos que hasta hace poco eran propios y exclusivos del mundo empresarial privado: planificación estratégica, marketing, evaluación de resultados, calidad de servicios y productos, mercado de la información, etc. (Lozano, 2002). Sin embargo, existen facetas relacionadas directamente con los perfiles profesionales que deberían evolucionar hacia una visión más empresarial. Concretamente, en el ámbito de los recursos humanos y la selección de personal. La valoración es poco positiva, puesto que los directores prefieren más autonomía a la hora de elegir los perfiles. Podría ser conveniente, y con el objetivo de conseguir el perfil más adecuado a cada lugar de trabajo, que en este ámbito se estableciera un sistema más similar al de la empresa privada. De esta manera, y sin dejar de lado los principios de selección que existen en el ámbito público, se podrían tomar medidas para que los directores tuvieran cierto papel a la hora de seleccionar el personal, con la finalidad de encontrar el perfil que mejor encajase en cada biblioteca y en cada puesto de trabajo por cubrir. A su vez deberían establecerse las medidas de control adecuadas para evitar favoritismos inadecuados.

En un debate publicado en la revista Ítem ("A debat", 2010) se tratan algunos temas en relación con la cultura empresarial y los perfiles de los bibliotecarios y documentalistas y que, por tanto, se pueden aplicar al bibliotecario público. Por ejemplo, Permanyer, habla sobre el concepto de marketing y expresa que "se ha de saber vender el producto y el servicio, pero parece que no saben, no se interesan y no se preocupan", refiriéndose a los bibliotecarios. Ante esta afirmación, y en el mismo debate, Montero opina que "esto va ligado al ámbito público, y defiende que en el ámbito privado esto no pasa porque existe la necesidad de vender el servicio". El bibliotecario debe saber proteger los intereses de los usuarios, saber vender todo lo que puede ofrecer desde su puesto y crear todos los beneficios que generen valor añadido a la comunidad. Es evidente que en esta faceta del bibliotecario se detectan carencias, pero también debería ponderarse hasta qué punto el bibliotecario debe asumir roles del mundo privado.

 

4.3 ¿Especialización bibliotecaria o perfiles adicionales?

El 85 % de los encuestados consideran que deben existir perfiles bibliotecarios más especializados. Por tanto, es evidente que debe apostarse por la especialización.

Los estudios actuales del grado de Información y Documentación forman a bibliotecarios sin especializar. De hecho, y en el caso de la Universitat Oberta de Catalunya, por ejemplo, debe seguirse el itinerario profesionalizador de Biblioteca y Centro de Documentación del grado si se quieren adquirir conocimientos generales propios del ámbito de las bibliotecas. Existen estudios de máster o postgrado que permiten especializarse en ciertas áreas pero la oferta es limitada. La Universidad de Barcelona es la que ofrece estos estudios, que se concretan en tres másteres: el de Gestión y Dirección de Bibliotecas y Servicios de Información, el de Biblioteca Escolar y Promoción de la Lectura y el de Bibliotecas y Colecciones Patrimoniales.

Atenas (2010) afirma que "se obtiene la carrera de bibliotecario y archivero con un perfil generalista, mientras que el mercado, en cambio, está pidiendo gente especializada en algunas áreas como derecho, medicina o ciencias. Actualmente la formación de los profesionales en estas especializaciones se consigue sobre todo a largo plazo y en aquellas personas que van acumulando experiencia en su organización, lo cual supone mucho tiempo invertido en las organizaciones para el aprendizaje de la persona implicada, y es lo que se conoce como formación continuada".

Sería interesante valorar qué perfiles especializados (gestión cultural, infantil, legal, marketing, etc.) son los que se ajustan a las necesidades actuales y proveer la formación regulada adecuada. Ahora bien, hay que tomar conciencia del hecho que la introducción de varias especializaciones formativas necesita de unos recursos y de un trabajo previo importante.

Una alternativa a la especialización sería la introducción de otros perfiles profesionales en las bibliotecas públicas. Tal y como han mostrado los resultados, los más demandados serían el perfil tecnológico y el de educador infantil. Del perfil más tecnológico del bibliotecario se hablará en el siguiente apartado. Pero no deja de sorprender que el perfil más demandado sea este, cuando la competencia tecnológica no es una de las más valoradas según los encuestados (sólo un 6 %).

En relación al perfil de educador infantil, es importante tener en cuenta que los usuarios infantiles tienen unas necesidades diferentes. Idealmente, la presencia de un bibliotecario especializado en infancia beneficiaría al servicio. Becerra (2012) aporta un punto de vista interesante al hablar de la biblioteca escolar, que sería perfectamente aplicable a la zona infantil de las bibliotecas públicas. El autor reivindica el papel de educador del bibliotecario en la biblioteca escolar. Por eso, y para poder ofrecer un servicio apropiado a este tipo de usuarios, es necesario que esta figura del bibliotecario que trata con niños tenga que disponer de conocimientos pedagógicos, psicológicos o de gestión curricular. Ahora bien, a falta de bibliotecarios con este perfil, sería interesante incorporar auxiliares con alguna formación en el ámbito de la infancia, alguien que pudiera atender de manera adecuada estas necesidades específicas.

 

4.4 Bibliotecarios tecnológicos

Los bibliotecarios han tenido que adaptarse a la evolución constante de las tecnologías. Como indican Abadal y Anglada (2010) hay una relación directa entre tecnología y desarrollo de la profesión. Los bibliotecarios no sólo utilizan las tecnologías como una herramienta de trabajo más, sino que juegan también un rol importante para hacerlas llegar a los usuarios. Según Atenas (2010), los bibliotecarios "deben ser líderes en el uso de la tecnología y han de demostrar un conocimiento amplio, profundo y actualizado en los campos del conocimiento pertinentes a la tecnología actual".

En la biblioteca pública, los bibliotecarios tienen que asumir un rol importante en referencia a la alfabetización digital. Con el incremento de la información accesible en línea, el bibliotecario se presenta como el mediador entre esta información y los usuarios no alfabetizados digitalmente. Recordemos que la Declaración de Lyon (IFLA, 2014) llama a las bibliotecas, como intermediarias de la información, a garantizar que todo el mundo pueda acceder, comprender, utilizar y compartir la información, que es una fuente necesaria para el desarrollo sostenible y las sociedades democráticas.

El perfil más solicitado para incluir en las bibliotecas públicas, según la encuesta realizada, es el de un perfil tecnológico (43 % de los encuestados). Aun así, la competencia tecnológica no es en absoluto la más valorada (sólo un 6 %), y tan sólo un 14 % de los encuestados la consideran como una carencia. Por un lado, esto hace pensar que aunque los bibliotecarios consideran que haría falta incorporar un profesional de tipo tecnológico en la biblioteca, no estarían dispuestos a asumir esta competencia ellos mismos. Y debido a esto, una de las opciones sería la de incorporar un perfil específicamente tecnológico que se ocupase, más profesionalmente, de esta área. Pero por otro lado, los bibliotecarios son conscientes de la importancia de las tecnologías y se les debe proporcionar las herramientas y la formación pertinentes para que puedan desarrollar con éxito este rol, sea al nivel que sea.

 

4.5 Evolución temporal de las respuestas

Se ha analizado la posible relación entre el año de finalización de los estudios de los bibliotecarios y las respuestas a ciertas preguntas de la encuesta.

Evolución de las respuestas en el tiempo. Fuente: elaboración propia

Figura 11. Evolución de las respuestas en el tiempo. Fuente: elaboración propia

En la figura 11 se representa la media de las respuestas en el eje de ordenadas, respecto al año de finalización de los estudios (en el eje de abscisas). Se han agrupado las fechas en periodos de cinco años. Por ejemplo, en la abscisa "1990" se representan aquellos encuestados que han acabado los estudios entre 1986 y 1990 (ambos incluidos). Hay que tener en cuenta que el primer periodo, que corresponde al tramo "hasta 1985", sólo contiene cinco encuestados. Este hecho explica que en dos de las respuestas "Preceptores inf." y "Atención al público" se obtenga el valor extremo. El resto de respuestas serían: 1985–1990: 11; 1991–1995: 17; 1996–2000: 18; 2001–2005: 33; 2006–2010: 40; 2011–2015: 53.

En términos generales se observa que no hay una dependencia significativa en las cuestiones analizadas.

 

5 Conclusiones

Los bibliotecarios en la biblioteca pública han demostrado a lo largo del tiempo que tienen la capacidad para adaptarse a los cambios que van marcando su evolución. Para ello es importante que cada cierto tiempo se analicen cómo son estos perfiles para identificar sus carencias y los puntos de mejora. Así se puede obtener una visión real de los retos que deben asumirse y superar.

Retomando las cuestiones que se planteaban al principio del artículo, se puede concluir que la adaptación de los perfiles profesionales es, en general, buena, aunque existen algunos aspectos a mejorar, que no sólo afectan al perfil en sí mismo sino, por ejemplo, el acceso a los puestos de trabajo y la gestión de los recursos humanos.

En cuanto al perfil propiamente dicho, se han detectado unas competencias que deben reforzarse formativamente: la atención al público, la visión empresarial, la innovación y el rol de preceptores de información. Los estudios del grado de Información y Documentación incluyen asignaturas que intentan formar los futuros profesionales en estos ámbitos. Asignaturas como Iniciativa emprendedora y Gestión de la innovación o Técnicas de gestión y comunicación son algunos ejemplos. De esta manera, los titulados recientes se incorporan al mercado con una base formativa, de tipo general, en estos campos. Aun así, sería conveniente ofrecer más formación para reforzar estas competencias a los bibliotecarios que ya están en activo, así como en temas de gestión, planificación y dirección

También debería plantearse la especialización de perfiles. Una especialización que debería encajar a su vez con un perfil flexible y polivalente. Por tanto, la evolución del perfil bibliotecario se presenta compleja, en la medida que puede ser difícil encontrar un equilibrio entre la parte más generalista y la especialización.

Por lo que respecta a los aspectos de gestión de recursos humanos, sería interesante indagar sobre cómo están funcionando los perfiles profesionales en el ámbito privado. No se trataría de calcar el funcionamiento, pero sí de observar qué aspectos positivos puede aportar al funcionamiento de las bibliotecas públicas. Por ejemplo, dotar de un mayor grado de autonomía a los directores de las bibliotecas sería favorable para cubrir los puestos de trabajo con perfiles más adecuados, es decir, buscar y poder elegir el perfil que realmente encaja en aquella posición y en aquella biblioteca en particular.

Finalmente, hay que tener presente que las bibliotecas públicas son uno de los servicios públicos más bien valorados por los ciudadanos, y en este hecho los bibliotecarios tienen un papel destacable y crucial. Porque "el reconocimiento de la calidad de los servicios bibliotecarios es completamente dependiente de la actuación del personal que los produce" (Salvador Ugalde, 2003). Por tanto, se debe trabajar ambiciosamente para que estos bibliotecarios, que son unos actores activos y esenciales en la sociedad de la información, puedan alcanzar las metas que se propongan y puedan desarrollar plenamente su perfil profesional.

 

6 Líneas de investigación futuras

Como líneas de investigación futuras sería interesante elaborar una encuesta y distribuirla entre estudiantes y profesores del grado de Información y Documentación con el fin de obtener una visión sobre la formación actual. También se podrían analizar objetivamente los planes de estudios universitarios. De esta manera se podría analizar, por ejemplo, en qué nivel se está trabajando para mejorar las carencias detectadas en este artículo. Asimismo, consideramos oportuno que se inicien trabajos de este tipo liderados por la propia Administración para mejorar algunas limitaciones metodológicas de esta investigación y poder establecer distintas encuestas sucesivas que den perspectiva y continuidad a una faceta tan dinámica como son las competencias profesionales.

 

Bibliografía

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Apéndices

A. Entrevista

La "nueva" biblioteca

  1. De los siguientes 8 cambios, técnicos y sociales, ¿cuáles son los 2 que consideras que han tenido un impacto mayor en la biblioteca pública?:
    • Apertura de la biblioteca; que se abre hacia la gente y ofrece nuevos usos y no sólo servicios generales sino también personalizados. El paso de la biblioteca depósito de libros a un espacio de encuentro para compartir experiencias, centre de aprendizaje, etc. (Comporta mejora en los espacios).
    • Incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) e Internet: automatización de catálogos y acceso a los catálogos colectivos, simplificación de procesos (ej. catalogación, control de adquisiciones, etc.).
    • Multiculturalidad y globalización.
    • Cambios en la composición de la colección, introducción de nuevos soportes en los fondos de las bibliotecas (ebooks, etc.). Colecciones híbridas (soporte papel/digital).
    • Pasar de poseer la información a hacerla accesible.
    • Papel de la biblioteca como formadora en temas de acceso a la información y como garantía que los usuarios puedan usar las TIC.
    • Cooperación: entre bibliotecas y con agentes externos.
    • Recortes en el presupuesto.
  2. ¿Consideras que ha habido una buena adaptación por parte de los bibliotecarios?

Perfil profesional: valoración de competencias, habilidades, etc.

En un debate publicado en la revista Ítem (2010), Jordi Permanyer, afirma que "en las bibliotecas públicas realmente no echas en falta competencias, sino que tengan habilidades en muchas cosas y también sentido común".

  1. ¿Compartes esta opinión?
  2. De las siguientes competencias, habilidades o actitudes, ¿cuáles (max. 2 de cada apartado) valoras más?
    1. Competencias:
      1. Comunicación.
      2. Gestión de la información y documentación.
      3. Tecnológicas.
      4. Planificación y organización.
      5. Iniciativa para innovar y "vender" los servicios que ofrecen las bibliotecas.
      6. Formativas (a la hora de adquirir un rol formador de cara a los usuarios).
    2. Actitudes/Habilidades:
      1. Vocación de servicio y entusiasmo.
      2. Orientación a la atención al público.
      3. Identificación con el entorno y implicación (sentido de pertenencia).
      4. Reconocimiento de la diversidad y la multiculturalidad.
      5. Profesionalidad (trabajo en equipo, visión global, etc.).
      6. Flexibilidad.
  3. ¿Cuál crees que es la carencia más importante, si es que crees que hay alguna, en el perfil bibliotecario de hoy en día?
  4. ¿Consideras que existe predisposición —y autonomía— para hacer cosas nuevas? ¿Existe oportunidad para el error?
  5. En esta biblioteca, por ejemplo, ¿crees que hay suficientes bibliotecarios? (en relación a los auxiliares).
  6. Si pudieses escoger un perfil profesional —que no fuese bibliotecario o auxiliar de bibliotecas— para incorporar a la biblioteca, ¿cuál sería? ¿Por qué?

Formación / Mercado laboral

En el mismo debate citado antes, se menciona que el nuevo grado —de información y documentación— "ha de ayudar a formar profesionales para que puedan asumir roles directivos, roles de gestión, que es donde tenemos un déficit mayor".

  1. ¿Crees que existe este déficit?
  2. No sé si conoces los planes de estudios del Grado de Información y Documentación y/o trabajas con alguien que haya obtenido el título recientemente. ¿Consideras que la formación es adecuada en el escenario de las bibliotecas públicas de hoy en día?

Social

Las bibliotecas han pasado a tener un fuerte componente social, ya que son espacios de participación, de interacción y cohesión social, de aprendizaje comunitario, etc.

  1. ¿Consideras que el perfil social del bibliotecario es una parte importante?
  2. ¿Existe una buena formación en este aspecto, para hacer frente a esta realidad? (anticipación necesidades de los usuarios, etc.).
  3. El trabajo conjunto entre bibliotecas ya es una dinámica habitual hoy en día, pero ¿cómo ves la figura del bibliotecario a la hora de establecer proyectos conjuntos con otros equipamientos culturales? ¿Es un perfil suficientemente abierto a temas culturales que excedan los límites de la biblioteca?

Tecnología

La tecnología ha variado no sólo la forma de acceder a la información, sino también la manera de trabajar en las bibliotecas y ha abierto un abanico de nuevos servicios/actividades.

  1. ¿Consideras satisfactoria la formación (ya sea en el grado o como formación continua) que reciben los bibliotecarios en este aspecto?
    1. En referencia a la tareas de trabajo diarias.
    2. Como herramienta de comunicación con los usuarios (redes sociales, etc.).
  2. El servicio eBiblio, si no estoy equivocada, está a punto de entrar en funcionamiento. ¿Cómo se promueve desde la biblioteca esta iniciativa?
  3. Actualmente, los bibliotecarios ya no sólo han de saber dónde encontrar la información, sino que también tienen un papel a la hora de hacer llegar la tecnología a los usuarios, como educadores/formadores. ¿Qué nivel de implicación comporta esto? ¿Consideras que debéis asumir un papel activo en algunos temas?, por ejemplo:
    1. ¿Podéis poner más énfasis en la fractura digital?
    2. ¿Deben ayudar los bibliotecarios a gestionar el derecho al olvido de la ciudadanía?
    3. ¿Estáis dispuestos a asumir retos educativos, como enseñar a programar? (Me consta que hay bibliotecas que han empezado a hacer talleres para niños gracias a Code Club). ¿Tendría que saber programar un bibliotecario?
 

B. Encuesta

Encuesta sobre los perfiles profesionales en la biblioteca pública

Valora tu grado de acuerdo (4)/desacuerdo (1) con las siguientes afirmaciones.

  1. ¿Qué titulación/es tienes relacionada con el trabajo de bibliotecario?
    • Diplomatura en Biblioteconomía y Documentación.
    • Licenciatura en Documentación.
    • Grado de Información y Documentación.
    • Posgrado/Máster.
    • Otros:
  2. ¿En qué año completaste los estudios principales (excluyendo másteres/posgrados)?
  3. ¿Qué competencias consideras más importantes en un bibliotecario? (escoge dos).
    • Comunicación con los usuarios y con el equipo.
    • Saber formar/educar a los usuarios (alfabetización digital, comprensión lectora, buscar información, etc.).
    • Gestión de la información y la comunicación.
    • Tener iniciativa para innovar (crear nuevos proyectos, atreverse a probar nuevas iniciativas…).
    • Planificación y organización del día a día.
    • Tecnológicas.
  4. ¿Qué habilidades/actitudes valoras más en un bibliotecario? (escoge dos).
    • Flexibilidad para adaptarse a los cambios y a la diversidad de usuarios. Identificación e implicación con el entorno (barrio, ayuntamientos, asociaciones, etc.).
    • Orientación a la atención al público.
    • Profesionalidad (trabajo en equipo, visión global, etc.).
    • Reconocimiento de la diversidad y multiculturalidad de los usuarios y/o del equipo.
    • Entusiasmo con el trabajo (vocación).
  5. ¿Cuál es la principal carencia (o punto débil) entre los bibliotecarios de tu biblioteca?
    • Iniciativa y capacidad para innovar.
    • Cultura empresarial/comercial.
    • Competencia tecnológica (sistemas informáticos de la biblioteca, redes sociales...).
    • Gestión de conflictos.
    • Interés en organizar actividades sociales/culturales (no necesariamente relacionadas con los usos tradicionales de la biblioteca).
    • Otros:
  6. ¿Si pudieses escoger dos perfiles profesionales —que no fuesen bibliotecarios o auxiliares de biblioteca— para incorporar en la biblioteca, cuál de los siguientes escogerías?
    • Perfil comercial.
    • Perfil educador infantil.
    • Perfil gestor cultural.
    • Perfil innovador.
    • Perfil de servicios sociales.
    • Perfil tecnológico.
  7. En la biblioteca donde trabajo hay suficientes bibliotecarios en relación al personal auxiliar o de soporte.
  8. Hace falta tener perfiles bibliotecarios más especializados (por ejemplo en infancia, marketing, gestión cultural, etc.).
  9. La atención al público debe tener un peso importante en la formación de los nuevos bibliotecarios.
  10. Hace falta más incidencia formativa en el rol del bibliotecario como preceptor de información.
  11. Los bibliotecarios deben jugar un papel más activo en la alfabetización digital.
  12. El perfil profesional del bibliotecario se está adaptando bien a la realidad de la biblioteca pública.
 

Notas

1 Aún pretendiendo generalizar los datos, es evidente que el entorno (situación geográfica, ubicación, usuarios) y el tipo de biblioteca puede influir en los perfiles bibliotecarios.

2 La lista de distribución BibCat cuenta con 2.316 suscriptores, según datos de junio de 2015.

3 Estadístiques culturals de Catalunya (2015), http://dadesculturals.gencat.cat/ca/estadistiques_culturals_catalunya/.

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